Capítulo 2: ¡Llegamos a Kanto!

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El barco llegó finalmente a la región de Kanto, y los estudiantes, incluido Midoriya, no podían contener su emoción. Las aguas calmadas del puerto de Ciudad Carmín reflejaban los primeros rayos del sol mientras el grupo se preparaba para desembarcar.

Aizawa, con su expresión característica, dirigió a los estudiantes hacia la salida del barco.

—¡Bienvenidos a Kanto! —anunció Aizawa, señalando hacia la tierra que se extendía ante ellos.

Los estudiantes, entre ellos Midoriya, con sus mochilas y Pokéballs, se prepararon para desembarcar. La brisa fresca del mar llevaba consigo la promesa de nuevas aventuras y desafíos. Midoriya sostenía con firmeza la Pokeball que contenía a Riolu, su compañero en este viaje.

La ciudad se alzaba ante ellos, con sus edificaciones familiares y sus calles rebosantes de actividad. Pokémon de diversas especies paseaban por los alrededores, y el bullicio de la ciudad se mezclaba con los sonidos naturales de la región.

A medida que los estudiantes descendían del barco y se adentraban en la ciudad, la emoción crecía en el aire. Los rostros de los jóvenes reflejaban ansias de exploración.

Aizawa, parado en el puerto con su característica expresión seria, observó a los estudiantes con atención antes de dar las últimas instrucciones.

—Bien, antes de que se dispersen por Kanto, quiero recordarles algunas cosas importantes. Manténganse alerta y respeten las normas de cada ciudad que visiten. Los líderes de gimnasio están dispuestos a enfrentar a nuevos retadores, así que, si deciden retarlos, estén preparados. Además, hay una Liga Pokémon en la región que pueden decidir desafiar en algún momento 

Los estudiantes asintieron, tomando nota mental de las indicaciones. Aizawa continuó:

—Sus Pokédex registrarán automáticamente a los Pokémon que encuentren, así que no olviden revisarlas de vez en cuando, cuando sus Pokémon se encuentren cansados o debilitados deben llevarlos al Centro Pokémon, hay uno en cada ciudad. Ah, y una cosa más... este viaje es una oportunidad para aprender y crecer como entrenadores. No se centren solo en las batallas, exploren la región, hagan nuevos amigos y, sobre todo, disfruten del camino 

Con esas palabras, Aizawa los dejó en libertad para que comenzaran su aventura en Kanto. Los estudiantes, ansiosos y emocionados, se dispersaron por la ciudad, listos para descubrir lo que esta nueva región tenía reservado para ellos.

Midoriya, al ver cómo sus compañeros se dispersaban en grupos y algunos decidían aventurarse en solitario, se sintió un poco desanimado al no tener compañeros de viaje. Sin embargo, no dejó que eso lo detuviera y decidió explorar la bulliciosa Ciudad Carmín por sí mismo.

Mientras caminaba por las concurridas calles, Midoriya observó a algunos de sus compañeros y otros entrenadores dirigiéndose hacia el gimnasio local para enfrentar al líder. Aunque la emoción de desafiar al líder le tentaba, decidió optar por algo diferente.

No fue el único con esa idea. Algunos entrenadores, también buscando otras experiencias, se aventuraban hacia el bosque cercano a la ciudad. Midoriya se sintió atraído por la idea de explorar el bosque y encontrar un nuevo Pokémon para ayudarlo en sus aventuras.

Miro al enorme bosque que se extendió frente a él y con una mirada decidida se adentró en él.

Mientras se adentraba en el espeso bosque, Midoriya sintió la atmósfera cambiar a su alrededor. La luz del sol filtrándose a través de las hojas creaba un juego de sombras en el suelo, y los sonidos de los Pokémon del bosque llenaban el aire.

BNHA: ¡Le'ts go Pokémon!Where stories live. Discover now