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─Hemos convocado a esta reunión para hablar de un tema muy delicado que de verdad nos tiene muy apenadas ─ dice la presidenta del club de damas de la iglesia.

No entiendo para qué nos citaron así de repente, además de que no están todas las miembros del Club lo que me parece muy extraño, solo están en su mayoría las más mayores del club y algunas de las que aún nos consideran cómo recién casadas y eso que ya tengo tres años de casada y una niña que considera que sus pies son muy presionados para usar sandalias y que están mejor en su boca, en todo caso ni mi madre está en la reunión y de las antiguas del club, tampoco mi mejor amiga Adela.

─Para no hacer esto demasiado extenso porque sabemos que somos mujeres muy ocupadas con los asuntos de nuestro hogar y familia, la reunión es para la expulsión de una de nuestros miembros, Adela Torner ─ anuncia la presidenta.

─¿Qué?, ¿por qué?─ preguntó sorprendida y confundida.

─Por indecente e inmoral, una...mujer... ─ dice de manera despectiva, la vicepresidente que es incluso tía de Adela─ no puede ser parte de un club lleno de mujeres decentes ─ dice ella y otras mujeres que también son parte del consejo asienten de acuerdo.

─Adela no es alguien inmoral o indecente ─ digo segura.

Adela no es la mujer más recatada, suave o delicada, más es una excelente persona, amable divertida, caritativa, ella por supuesto no se queda callada antes las cosas u opiniones con la que ella no está de acuerdo, lo que la hace discutir frecuentemente con su tía, pero eso a llamarla inmoral, pues lo considero una exageración porque ella no es así.

─¿Qué fue lo hizo Adela?, pedir su expulsión es algo muy serio ─ dice otra de las miembros.

─Pues cómo saben estamos organizando una recaudación de fondos para los niños más necesitados y Adela está encargada del diseño de publicidad, tuvimos un problema con el lugar del evento, pero ese es un tema para otro momento, el caso es que, Susan, Lucy y Camila, fuimos a la casa de ella para avisarle que debía de cambiar el lugar en los volantes y demás, al llegar a su casa, escuchamos un escándalo desde dentro y gritos de su esposo ─ nos cuenta ella con horror e indignación.

─¿Estaba golpeando a su esposo?, ¿lo estaba matando acaso? ─ pregunta otra miembro.

─No, algo más horrible ─ dice la tía de Adela y la madre de Adela que también está con ellas, no ha dicho nada y por su expresión se nota que está muy avergonzada y lo que me hace que me preocupe más.

─Ella estaba... Dios, ni siquiera puedo decirlo de lo mucho que me indigna ─ dice la presidenta del club con un gesto ofendido, dolido y repulsivo ─ Adela, estaba de rodillas frente a su esposo, haciendo esa atrocidad a la que llaman sexo oral, dice ella con expresión ofendida.

En seguida las reacciones en la sala se dividen, ya que algunas jadean sorprendidas e indignadas al igual que la presidenta y la vicepresidenta del club, cabe destacar que la que comparte esa postura son las miembros más mayores del club y otras pues....

─¿Ese es su gran alboroto? ─ cuestiona la señora Mariana, ella es cómo de la edad de mi madre.

─¡¿Y lo considera poco?! ─ cuestiona la tía de Adela exaltada asustando a mi pequeña que empieza a llorar.

─Ya mi amor.... Ya no pasa nada, todo está bien ─ la arrullo para que se calme, por suerte lo logro y deja de llorar.

─Claro que lo considero poco, ¿o es que acaso ella estaba haciendo eso con un hombre que no era su esposo? ─ cuestiona otra de las miembros.

─Fuera o no su esposo, van en contra de la moral de los mandatos de Dios ─ dice la presidenta del club de damas.

─Tonterías, en ningún lado dice algo cómo eso ─ niega otra de las miembros una bastante mayor.

¿Estamos Cometiendo Pecado?Where stories live. Discover now