3

409 45 2
                                    

─Tenía miedo que ya no quisieras ningún tipo de relación conmigo por lo de ayer ─ me dice Adela.

Estamos en su casa, ayer ni pude hablar con ella así que hoy vine a verla para hablar y saber cómo estaba, la conversación sobre lo que sucedió ayer entre ella y su esposo continuo por el grupo de Damas, ella aún sigue en el grupo y estoy segura de que ella debió de leer varios de los mensajes que hablaban mal de ella y su comportamiento.

─Somos cómo hermanas necesitaría algo de verdad grave para querer cortar lazos contigo ─ le digo sincera.

─¿En serio?, ¿no me consideras inmoral? ─ pregunta ella con una sonrisa un poco triste.

─Una mujer inmoral es una a la que le falta a su esposo o su familia, pero lo que hiciste fue con Dario, tu esposo ─ digo encogiéndome de hombros y ella empieza a llorar ─ Adela, ¿qué tienes?, ¿por qué lloras? ─ le preguntó acercándome a ella para abrazarla.

─Lo siento he estado muy sensible estos días y mi madre no me habla, fui a su casa a verla y ni siquiera me abrió la puerta, ¿puedes creerlo?, ni que hubiera matado a alguien ─ dice ella separándose para después empezar a limpiarse la nariz ─, pero no importa, no hice nada malo ─

─Es cierto ─

─Yo no estaba cometiendo ningún pecado cómo ellas dicen ─ dice segura ─ además estoy segura de que muchas de las otras damas también hacen ese tipo de cosas y quién sabe que más─

─¿Tú crees? ─ le preguntó con interés.

─Estoy segura, pero seguramente se quieren hacer las muy decentes, como si eso las manchara o algo así ─ se queja ella.

─Bueno quizás también es que solo les da pena, porque tampoco creo que quieran decir abiertamente todo lo que hacen en su intimidad ─ digo y ella me mira con intriga.

─¿Tú lo has hecho? ─ pregunta con interés.

─No ─ contestó y siento que las mejillas me arden.

─Yo no te juzgaría sabes que no ─ me dice ella tomando mi mano.

─Se que no, pero de verdad no ─ contestó.

─¿No? ─ niego ─ pero han hecho otras cosas ─ niego de nuevo ─ ¡¿me estás hablando en serio?! ─ chilla ella.

─Shhhh ─ le reprendo para que baje la voz, ya que mi pequeña está dormida en su carrito.

─Perdón, pero ¿Ustedes solo han hecho el misionero?, ¿nada más? ─

─¿El misionero? ─ preguntó confundida.

─Tu acostada y él arriba ─

─Pues sí ─ contestó, su rostro es de completo shock.

─Por favor no me digas que el único lugar de su casa en él que lo han hecho ha sido su habitación ─ me dice ella cómo con horror.

─¿En qué otro lugar lo haríamos si no es ahí? ─ preguntó confundida.

─En los muebles de la sala ─

─Tengo ayuda en casa ─ le digo escandalizada.

─Yo también y eso no nos ha detenido ─ dice ella.

─¿En el auto? ─

─¿Cómo que el auto?, ahí ni hay espacio─ le digo.

─Con la posición adecuada hay hasta espacio de sobra ─ dice ella ─ ¿la ducha?, ¿la tina?, ¿se han bañado juntos al menos? ─ cuestiona ofendida.

¿Estamos Cometiendo Pecado?Where stories live. Discover now