4

397 42 2
                                    

─Mamá esta noche lo más seguro es que regresemos un poco más tarde de lo normal ─ le digo mientras me pongo el reloj.

─Si, ya sé Marcelo me dijo ─ me contesta mientras juega con Lucia.

─ Todo listo para irnos ─ me avisa mi esposo.

─ Pues váyanse de una vez, nosotras estaremos bien ─ dice mi madre.

Desde hace varios meses que hacemos esto, de dolor todos los viernes en la noche y pasar tiempo juntos, fue después de que la doctora me dijo que ya podíamos retomar nuestra vida íntima. Marcelo me propuso que al menos una vez a la semana, tuviéramos tiempo para nosotros, solo nosotros.

Generalmente, salimos a cenar, después de eso vamos a ver alguna película si están presentando alguna que nos guste, o vamos al teatro, otras veces vamos a bailar, me encanta cuando vamos a bailar y después volvemos a casa por lo general a eso de las diez, mi madre y Lucia siempre están durmiendo a esa hora, así que tenemos más tiempo para nosotros.

Nunca he cuestionado la frecuencia con la que hacemos el amor, disfruto cada vez que lo hacemos, así que cuando, Marcelo, me besa, me acaricia, es algo que simplemente no puedo negarme a hacer porque también es algo qu deseo, aunque por la expresión de Adela cuando le conté la frecuencia con la que lo hacemos al día, se escandalizó un poco.

¿Estaremos pecando de gula?

─¿Qué está ocupando tus pensamientos? ─ me pregunta Marcelo mientras conduce.

─Que tal vez estemos pecando de golosos ─ contestó y él se ríe ─ Marcelo estoy hablando en serio ─ le digo.

─No dudo que no estés siendo sería, pero no entiendo de donde sacas que estemos pecando de gula ─ me dice él mirándome de solayo.

─Lo digo por la frecuencia con la que hacemos el amor ─ le digo.

─Lo sería si lo hiciéramos él doble de lo que generalmente lo hacemos ─ contesta él con calma ─ si no tuviera que trabajar, seguramente lo haríamos más, así cómo en la cuarentena ─ dice.

Durante la cuarentena lo hacíamos mucho la verdad, aunque se volvía un poco complicado por mi gran panza de embarazada, hubo un momento en él que él me dijo que había otras maneras en la que lo podíamos hacer sin que él fuera de peso para la beba, pero después de eso, me caí en el baño, estuve en reposo el resto del embarazo, tenía siete meses.

Por lo que cuando la doctora me dio él alta médica, pues teníamos casi unos cuatro meses sin hacer nada, nada.

─Pero te aseguro mi amor, que no estamos cometiendo ningún pecado...

*******

Cómo siempre tenemos una muy linda y agradable noche de pareja, en esta ocasión el restaurante al que nos llevó, también es un espacio para bailar, el restaurante es argentino y ponen mucho algo que se llama tango, tropezamos más de lo que bailamos en realidad, pero lo importante es que fue muy divertido.

Ahora estanos de camino a un hotel, la simple idea de estar yendo a un hotel solo hacer, pues quién sabe que, pues me llena de mucha vergüenza, solo estaremos ahí por unas cuantas horas, además de que parecemos dos amantes que no tienen de otra que ir a hoteles para poder estar juntos.

Al llegar al hotel me siento muy incómoda, como si estuviéramos siendo observados y juzgados por la gente, en especial por la recepcionista la recepcionista del hotel.

─¿Por que dijiste que era por toda la noche? ─ le preguntó a Marcelo cuando estamos en él asencor.

─Los hoteles no alquilan las habitación por horas, lo hacen por noches o días ─ se encoge de hombros, su respuesta no me deja muy convencida, en especial porque me siento demasiado nerviosa para preocuparme por eso.

¿Estamos Cometiendo Pecado?Where stories live. Discover now