𝗙𝗔𝗟𝗢𝗙𝗜𝗟𝗜𝗔 (Annyeongz)

VIII

Yujin reposó su cabeza en el hombro de Wonyoung, con los ojos cerrados, esperando que el éxtasis del momento se extingue por completo.

El problema fue que, cuando logró estabilizar su respiración, fue que entró en razón: ¡Se había follado a su propia dongsaeng! ¡Y no a cualquier dongsaeng, sino a la dongsaeng que le gustaba!.

Soobin estaría muy decepcionado de ella si se enteraba.. eso no iba a ser nada bueno, mierda

No se supone que debía dejarse llevar por las provocaciones de Wonyoung y desatar su lado salvaje con ellas. Sabia que, en el fondo (y quizá no tan profundo), Wonyoung deseaba una cosa como aquella... y quizá, había hecho bien cumpliendo su fantasia (de ambas, de hecho) pero eso no quería decir que el hecho de que haya perdido el control, de modo que ni siquiera la llevó a la cama, le demostraba que no se encontraba del todo "curada".

Mierda.

Parpadeo un par de veces para enfocar su visión, encontrándose con la bellisima imagen de Wonyoung medio dormida, mirándole con una lánguida sonrisa de autosuficiencia. Joder, queria hacerlo de nuevo.

Pero no. No estaba bien. Debía convencer a su cuerpo de que estaba satisfecha con una sola vez. Solo una, solo una, solo una..

-Yujinnie...-susurró Wonyoung. Yujin le miró con la vergüenza a flor de piel. No era su intención dejarse llevar de ese modo, de hecho, lo tenia rotundamente prohibido. –Quiero hacerlo otra vez

Los ojos de Yujin se abrieron tan grandes, que temió dejar de ser coreana.

-No.-demandó, completamente firme. Wonyoung enfureció.

-i¿Por quê?! -exclamo, moviéndose en protesta, lo que ocasionó que el miembro de Yujin se deslizase por su interior, haciendo gemir a ambas.

-N-no sabes... Lo que estás pidiendo...- balbuceo Yujin, con la intención de salir cuanto antes de ese caliente culo. Pero Wonyoung no quiere ceder.

-E-estoy c-completamente consciente d-de lo que te pido, Yujinnie... –susurra Wonyoung, meciendo letargicamente sus caderas. Yujin se retorció, cerrando los ojos y dejándose llevar por un momento. Wonyoung amó la forma en la que la polla de la mayor endurecia nuevamente en su interior, haciéndola sentir llena. De repente, se percató de un no tan importante detalle que la dejó inquieta. -¿Dónde están tus lentes?

Yujin abre los ojos de forma dificultosa, intentando procesar la pregunta para asi intentar responderla.

-L-los he dejado en el auto. -responde, tomando en cuenta por primera vez desde que llegó a casa, que los habia olvidado alli dentro.

Wonyoung mueve sus brazos atados y los pone frente al rostro de Yujin, con una súplica silenciosa en la mirada. –No te voy a desatar.

Wonyoung hace un puchero.

-¿Por qué no? -inquiere, haciendo a punto de empezar una pataleta. Yujin frunce el ceño.

-Me gusta tener el control y tú eres muy inquieta...– le hace saber An, empujando dentro de ella, robándole un gemido profundo de la garganta. Yujin sonrie y suelta un suspiro.– En especial cuando estás ebria.

-Mmh, Yujinnie es una controladora.– murmura Wonyoung, lamiéndose los labios. -Me gusta.

-Mierda, deja de provocarme.–gruñe la mayor, embistiendo nuevamente.

-Oh, Yujinnie... más duro...– suplica la menor, completamente indiferente a las palabras de la alta. Yujin suelta un bufido cuando se da cuenta que está siendo cruelmente ignorada y se limita a cumplir la petición de Wonyoung.