𝗙𝗔𝗟𝗢𝗙𝗜𝗟𝗜𝗔 (Annyeongz)

FINAL

-A-ah... uf, mierda, Wonyoung... -Yujin suspira, entrecortada, apretando la sábana bajo su cuerpo entre sus dedos. Wonyoung la mira, atenta, hambrienta, deleitándose con la excitada expresión que poseía Yujin en su rostro.

Por su frente descendían gruesas gotas de sudor, sus ojos estaban entreabiertos, más oscuros de lo usual, sus labios se encontraban muy húmedos y con porciones rojizas por las mordidas que ella mismo se proporcionaba. Estaba hecha un auténtico y hermoso desastre, y ella era el causante y eso le encantaba.

Acuna en el interior de su boca los testículos de Yujin, succionando intensamente fuerte y haciendo apretar la expresión de su rostro, soltando una maldición al aire, bastante fuerte.

Los lame un poco antes de arrastrar su lengua por la larga extensión del miembro hasta llegar a la punta y mimarla con devoción, dándole pequeños besos calientes y un par de succiones que hicieron levantar a Yujin las caderas del colchón.

-Trágatela toda...-demanda Yujin, llevando sus manos al cabello de Wonyoung. Esta sonríe levemente e ingresa solo una pequeña parte en el interior de su boca, haciendo sisear a la mayor.

-Sé que puedes meterla más profundo, vamos...

Wonyoung gime alrededor del grueso falo en su cavidad bucal, aumentando la profundidad con la que lo succiona. Los sonidos húmedos hacen que, para Yujin, todo sea casi demasiado. Wonyoung sumerge el gran miembro hinchado de la menor en su boca, hasta donde más puede, y, con las dos manos, abarca lo que no alcanza a entrar, masajeando con esmero y buscando hacer acabar a la mayor en su boca lo más pronto posible.

Se moría por sentir el orgasmo de la menor en su boca, viajando por su garganta e inundando sus papilas gustativas con el amargo sabor de su esencia. Queria sentir esa caliente semilla derramándose a lo largo de su lengua y quería que fuese abundante.

La sensación de ahogo y mareo al no poder respirar correctamente por las furiosas y nada complacientes embestidas de Yujin a su garganta la hacian sentir como si fuese una puta, pues sólo se excitaba mucho más.

Intentó llevar una de sus manos a su centro, buscando un poco de alivio, sin embargo, al notar aquel detalle, la menor gruñó, mirando a Wonyoung con los ojos líquidos en lascivia y muy enojados.

-Si quieres correrte, hazme correr primero. le advierte, con la voz ronca como el infierno. -Wonyoung gimió en desaprobación, pero aquello le hizo querer hacerle terminar mucho más rápido, así que, tomando aire profundamente, logró meter un poco más de la mitad en su boca, sintiendo arcadas. La saliva se acumulaba en abundancia en sus manos, las cuales masturbaban a Yujin efusivamente.

Siguió chupando más fuerte y empalando su boca en la gran dureza de la menor hasta que este movió abusivamente las caderas, dejándose caer del todo en la cama. Wonyoung pensó, entonces, que se correría, pero Yujin se sentó de repente y le empujó de los hombros, apartándola por completo de su erección.

Wonyoung le miro confundida. Yujin se limitó a besarle en los labios con necesidad. Una vez logró juntar suficiente fuerza de voluntad para apartarse de la boca de Wonyoung, Yujin le obligó a ponerse de espaldas.

-Ponte en cuatro. -ordenó, con la voz grave. Wonyoung obedeció, un poco aturdida. La mayor se ubicó debajo del cuerpo de Wonyoung, completamente acostado con su cabeza en la almohada y dejando el culo empinado de este justo en su rostro. Wonyoung entendió lo que la mayor pretendía hacer cuando este empujó su erección contra su boca, indicándole silenciosamente que siguiese chupándola.

Y estuvo a punto de hacerlo, pero, en ese momento, Yujin ahondó en su entrada con su lengua de repente, como en la madrugada, y Wonyoung se retorció, arqueando la espalda.