Encarcelado en el pasado

Capítulo 91: La tormenta del edificio

Número Doce Grimmauld Place, Londres, 20/10/1993, 21:20

Tonks se sentía particularmente exhausta después de hacer un doble turno patrullando Hogsmeade. Realmente envidiaba a Hestia y su cómodo puesto trabajando en Hogwarts con Auror Savage. Aun así, trabajar en el campo tenía algunas ventajas, principalmente que no estaba confinada al castillo y podía hacer lo que quisiera cuando terminaba su turno.

Mirando hacia abajo en la mesa, notó que Hestia no estaba en la reunión de esta noche, aunque eso no la sorprendió mucho, Hestia no podía salir de la escuela a menos que otro auror viniera a relevarla.

Tonks tomó asiento junto a Charlie e inmediatamente pudo oler el olor a humo que salía de él. Se dio cuenta de que él debía haber salido del trabajo y haber venido directamente hasta aquí, sin siquiera molestarse en ducharse primero. Tonks no pudo evitar sonreír con cariño mientras lo miraba y notaba que su rostro estaba manchado de hollín.

"¿Qué?" Preguntó Charlie, dándole una mirada curiosa.

"Hueles como un incendio forestal", dijo Tonks antes de colocar un suave beso en sus labios.

"Bertha acaba de poner una nueva nidada de huevos y tuvimos que documentar el nido", dijo Charlie como si eso lo explicara todo.

"Es mejor que mi día, tuve que patrullar Hogmeade con Ojoloco", se rió Tonks.

"Me quedaría con los dragones cualquier día", sonrió Charlie.

Antes de que Tonks pudiera responder, el director y su séquito de Hogwarts entraron a la habitación y la conversación alrededor de la mesa cesó casi de inmediato.

Tonks pensó que Snape en particular parecía mucho más severo de lo habitual. Su rostro hacía que pareciera como si estuviera estreñido o algo así, ese pensamiento hizo que Tonks tuviera que luchar para contener la risa. Snape tomó asiento en su lugar habitual pero Albus permaneció de pie, pareciendo perdido en sus pensamientos por un momento mientras miraba al vacío.

Finalmente, después de un momento, pareció volver en sí y sonrió benignamente a toda la habitación antes de aclararse la garganta y hablar por fin.

"Buenas noches a todos. Como comentamos en nuestra última reunión, Antonin Dolohov fue asesinado en Francia a finales de agosto. Esto había sido muy oportuno para nuestra causa, ya que cortó las conexiones de Lord Voldemort con el Instituto Durmstrang y permitió al Ministro Oblansk empezar a deshacer el daño que el mandato de Antonin como director ha causado a esa excelente escuela", anunció Dumbledore.

"Desafortunadamente, esto ha tenido algunas consecuencias no completamente imprevistas. Como Voldemort es propenso a hacer cuando las cosas no salen como él quiere, planea arremeter contra el mundo mágico a lo grande", dijo Dumbledore, sonando muy grave.

"El cuándo no es muy difícil de determinar. ¿Sabes dónde planea atacar?" Preguntó Ojoloco, sonando más resignado que cualquier otra cosa.

"Severus, ¿por favor?" Dumbledore dijo expectante mientras miraba al maestro de pociones haciendo que los otros miembros de la orden también miraran hacia Snape.

"Por lo que he aprendido, habrá seis ataques, pero sólo sé dónde tendrán lugar tres de ellos", admitió Snape.

"¿Dónde comieron los que conoces?" —exigió Ojoloco.

"Hogsmeade, el Callejón Diagon y la casa Cresswell", respondió Snape en su habitual tono de voz aburrido.

"¿Cómo conseguiste esta información?" -cuestionó Kingsley-.

"Legilimidad pasiva sobre algunos de los mortífagos que liderarán esos ataques", dijo Snape mientras se encontraba con la mirada de Kingsley.

"Entonces, de seis objetivos, conocemos la mitad de ellos. ¿Supongo que no podrás aprender los otros tres?" Preguntó Sirius, dándole a su antiguo némesis una mirada inquisitiva.