𝐂𝐇𝐄𝐌𝐎 ♡ Noren

08

No era ningún secreto para los que trabajan en el hospital de la linda pareja de la quimio, y muchas veces recibían sonrisas tiernas al verlos juntos, con sus gorros que combinaban, tomados de las manos, y siempre hablando y riendo de forma tierna. 

Comenzaron a verlos como un pack, como algo que venía junto, dos que no podían separarse, que llegaban juntos al hospital y se iban juntos.

Por eso, cuando a Jeno lo citaron para darle los avances de su tratamiento, fueron los dos juntos.

—La quimioterapia fué un éxito, se redujeron las células cancerígenas a un cuarto de lo que eran, y ya es operable y más que seguro.

Jemo sonrió y claro que estaba feliz, pero al lado de Renjun parecía apagado, porque el chico lo sacudió en su lugar, chilló y gritó, hasta que el mayor lo abrazó contra su pecho con fuerza para que no molestara hasta que pidió respirar.

—Haremos una cirugía lo más pronto posible para quitar lo que queda enfermo, así puede considerarse curado lo más pronto posible —dijo el doctor—. Hasta entonces seguirá en tratamiento de quimioterapia por si acaso.

Jeno asintió, tomando con firmeza la mano de Renjun, tenía una sonrisa apretada de la emoción, y estaba algo ruborizado.

Al salir de la consulta, Renjun no resistió a tomar su rostro y unir sus labios, besándolo con emoción.

Jeno se apartó de golpe de él.

—Renjun, no puedes hacer eso —Jeno en verdad, estaba más asustado que él al respecto.

—Mi Jeno se lo merece —dijo, sonriendo como un niño, mientras volvía a abrazarlo.

El mayor no pudo evitar sonreír para él, acariciando su cabeza sobre su gorro amarillo, dejó un beso sobre la lana.

—Y tanto te quejaste que no lo lograrías y todo lo insoportable que te pusiste, idiota —dijo Renjun.

—Oh, ya te pusiste romántico —bromeó el mayor.

—Eres un idiota de primera —Renjun rió, abrazándolo un poco más fuerte mientras frotaba su nariz en el pecho del otro—. Y mira ahora, esa campana es toda tuya, y te voy a decir "Te lo dije" cuando la hagas sonar.

—¿Es lo que más quieres decir, no?

—En lo que es el futuro cercano, sí.

—¿Y en un futuro lejano? —preguntó Jeno, alzando una ceja.

—"Si, quiero" —respondió Renjun sin dudarlo, el otro tardó en entenderlo, y puso una expresión de sorpresa que fue muy graciosa para Renjun, quien no pudo evitar reír hasta que le doliera el estómago.