Capítulo 29

23 4 6
                                    

—Entonces, los vasos allí, los platos aquí y las bandejas en aquel rincón de más allá—Me dice Castiel.

—De acuerdo—Asiento.

—Oh, y deberias recogerte el pelo, no creo que nadie quiera un pelo largo y rubio en su sopa—Me dice.

—Tiene sentido—Me río antes de llevar mis manos a mi cabeza para así poder recoger mi pelo.

—Espera—Murmura. —Primero te enseño las cosas y después te preparas—Pide. —De todos modos aún tengo que buscarte un delantal que puedas usar.

Asiento y Castiel me hace una señal con la mano como indicandome que lo siga, así que lo hago.

Por lo que veo esto es bastante ajetreado y las veces que he visitado a Castiel también he podido ver el tipo de clientes que suele frecuentar este lugar. Eso último me pone algo nerviosa, pero supongo que nada puede ser peor que estar bajo el mandato de mi madrastra.

El chico me explica como funciona el local, la distribución de este y donde encontrar todo lo que puedo necesitar.

—¿Alguna pregunta?—Pide y yo niego.

—No parece muy difícil—Comento y él se ríe. —¿Qué es lo que es gracioso?

—El hecho de que creas que no va a ser difícil.

—Llevo mucho tiempo soportando a mi madrastra y sus exigencias—Respondo. —Esto no puede ser peor.

—Puede que aquí la gente no se vaya a pasar tanto como lo hace ella, pero te aseguro que no vas a parar ni un segundo quieta, cuando la taberna se llene no tendrás tiempo ni para respirar—Explica.

—Sobreviviré.

—Eso está claro—Asiente.

Le sonrío levemente pero no puedo evitar sentir como mis piernas tiemblan un poco.

Puede que esto no sea lo más difícil que he hecho en mi vida, pero si consigo que Ralph me contrate eso significaria poder dejar a Lady Tremaine y a las insoportables de sus hijas para pasar a compartir vivienda con Castiel.

Vivir con él no me asusta, pero sería un cambio bastante importante en mi vida, un cambio que me alejaría de los maltratos de mi madrastra, un cambio que realmente necesito.

—¿Celeste?—La voz de Castiel me saca de mis pensamientos y mis ojos no tardan en encontrarse con los suyos. —¿Estás bien?

—Sí—Murmuro y él alza una ceja, dejándome saber que no se cree lo que le he dicho. —Estoy nerviosa—Añado. —Necesito esto Castiel, necesito salir de ese lugar.

—Y lo vas a hacer—Comenta. —Estás acostumbrada a aguantar los malos tratos de Lady Tremaine, esto comparado con aquello no es nada, aquí solo vas a tener que aguantar algunos clientes ebrios—Dice. —Va a ser pan comido, ya lo verás—Añade y le sonrío antes de asentir.

Me guiña un ojo y después se acerca a un pequeño armario. —A ver...—Murmura. —Supongo que esto servirá—Añade y me tiende un delantal.

—Genial—Asiento.

—Dejame—Murmura cuando estoy ajustandome el delantal, lo miro con curiosidad y él se acerca a mí para ajustarmelo.

—Puedo hacerlo yo—Comento.

—Lo sé—Responde y aunque no puedo verlo pues está detrás mío, sé que está sonriendo.

Siento sus manos en mi espalda, atando el delantal y su cercanía me hace contener la respiración.

Me siento cómoda con él pero cuando se acerca tanto mi corazón se acelera.

—Ya está—Murmura y se aparta de mí. —Si necesitas cualquier cosa, me lo pides—Comenta y asiento. —Y si algún cliente se pone pesado, me buscas.

Corazones RealesTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang