El pelo verde

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Un día cualquiera, Carlos se despertó con una extraña sensación. Al mirarse al espejo, se dio cuenta de que tenía el pelo verde. No era una broma de sus amigos, ni un efecto de la luz. Era verde, verde como una lechuga.

- ¿Qué me ha pasado? - se preguntó Carlos, asustado.

No tenía tiempo de averiguarlo. Tenía que ir al trabajo, y no podía faltar. Así que se puso una gorra y salió a la calle, esperando que nadie se fijara en su pelo.

Pero no tuvo suerte. En el autobús, una señora le miró con curiosidad y le dijo:

- Perdone, joven, ¿es usted ecologista?

- ¿Ecologista? - repitió Carlos, confundido.

- Sí, porque tiene el pelo verde. ¿Es una forma de protestar por el cambio climático?

- No, no, es que... - Carlos no supo qué decir. ¿Cómo explicarle a esa señora que su pelo se había vuelto verde de la noche a la mañana?

- Bueno, no se preocupe. A mí me parece muy original. Y muy valiente. - La señora le sonrió y le dio una palmada en el hombro.

Carlos se bajó del autobús lo antes posible. Llegó al trabajo y entró corriendo a su oficina. Se sentó en su mesa y se quitó la gorra, esperando que nadie le viera.

Pero no tuvo suerte. Su jefe entró en ese momento y le dijo:

- Carlos, ¿qué te has hecho en el pelo?

- Jefe, es que... - Carlos intentó inventar una excusa.

- No me digas que es por el partido de anoche. ¿Eres del Atleti?

- ¿Del Atleti? - Carlos no entendía nada.

- Sí, hombre, del Atlético de Madrid. Ellos llevan camisetas verdes. ¿Es una forma de animarles?

- No, no, es que... - Carlos se quedó sin palabras.

- Bueno, no importa. A mí me parece muy divertido. Y muy original. - El jefe le guiñó un ojo y le dijo:

- Pero no te lo dejes mucho tiempo, ¿eh? Que esto es una empresa seria.

Carlos se puso la gorra otra vez y se puso a trabajar. No sabía qué hacer con su pelo. ¿Cómo se lo iba a explicar a su novia? ¿Y a su familia? ¿Y a sus amigos?

Pero no tuvo suerte. Su novia le llamó por teléfono y le dijo:

- Carlos, cariño, ¿dónde estás?

- En el trabajo, ¿por?

- Es que he visto una foto tuya en las redes sociales. ¿Qué te has hecho en el pelo?

- ¿Qué foto? ¿Qué redes sociales? - Carlos se puso nervioso.

- Una foto que ha subido tu jefe. Estás con él y con tu pelo verde. ¿Es una broma?

- No, no, es que... - Carlos se quedó sin aliento.

- No me digas que es por otra. ¿Te has enamorado de una chica verde?

- ¿Qué? ¿De qué hablas? - Carlos se enfadó.

- Sí, sí, de una chica verde. Como la de la película Avatar. ¿Es una forma de impresionarla?

- No, no, es que... - Carlos colgó el teléfono.

Carlos se levantó de su mesa y salió corriendo de la oficina. No podía más. Tenía que encontrar una solución a su problema. Así que fue a la farmacia más cercana y compró un tinte de pelo. Se fue al baño y se lo aplicó, esperando que le devolviera su color natural.

Pero no tuvo suerte. Al mirarse al espejo, se dio cuenta de que su pelo no era ni verde ni negro. Era rosa. Rosa, rosa como un chicle.

- ¡No puede ser! - gritó Carlos, desesperado.

FIN

Esta es una historia de comedia de un solo capítulo.

Dinámicas Where stories live. Discover now