Paulina Villarreal (One-Shots)

Idiota

Punto de vista de Paulina

Me encontraba en un café de mi ciudad, sentada en las sillas en la parte de arriba, contemplando el hermoso paisaje que Monterrey me ha ofrecido desde que nací, una mezcla de colores pastel formaba un hermoso atardecer a las 18:37. De la nada una voz masculina resonó en mis oídos.
—¿Pau? —
Era T/N, un chico de mi misma edad, a quien conocí en un festival de bandas en Alemania. El festival fue todo un éxito, también sería de nuestras últimas tocadas del año antes de cerrar la gira de nuestro nuevo disco. En el festival lo que más había era bandas, sin embargo, T/N participó con su proyecto solista, llamado T/N T/A, y considero que fue el mejor de todos, incluso superando a The Warning. Eso no me afectaba, al contrario, me inspiraba a seguir adelante.
—¡T/N! Qué sorpresa.— Me levanté de mi silla para saludarlo.
—¿Cómo estás? ¿Qué haces acá? — Dije sonriendo mientras lo abrazaba.
—Muy bien, decidí venir de vacaciones a Monterrey, para cambiar un poco de aires, ¿sabes? — Terminó el abrazo de una manera un poco brusca, o tal vez sólo era su directa forma de ser. La verdad es que yo no me sentía atraída por T/N, ya que me gustaba alguien más, eso sí, no niego que es guapo, pero lo considero un buen amigo, así como un muy buen músico. Creo que su obsesión excesiva hacia la música fue lo que nos hizo conectar.
—Eso es genial, ¿cómo te trata el calor? — Respondí.
—Pff, un poco pesado estar sudando todo el tiempo, pero no me quejo, así puedo probar otros outfits. — Soltó una risa, yo también.
—Eres un idiota, T/N. —
—Y cuéntame, ¿qué planes tienes? ¿dónde te estás quedando? ¿ya conociste a alguien? — Pregunté.
—La verdad es que fue un poco lanzar una moneda al aire, porque no conozco a nadie acá y no tengo familia, esta vez pienso pasar Año Nuevo solo. Sólo estoy explorando un poco nuevos ambientes, me estoy quedando en una casa que renté, creo que está por San Pedro. Y de chicas la verdad nada, ahorita no estoy interesado en una relación, quiero enfocarme más en lo mío. — Contestó con la calma que siempre lo ha caracterizado.
—Qué raro, señor urgido — Reí pícara.
—¿Disculpa? Señorita Rudy Villarreal — Dijo levantando una ceja. Me conocía tan bien. Me sonrojé y rápidamente volví a mi asiento.
—Ven, siéntate y pide algo, yo invito — Dije guiñándole un ojo.

La tarde pasó hasta que se convirtió en noche, T/N y yo hablamos fácil dos horas, hasta que vi la hora, el reloj de mi celular marcaba las 20:37, pero en realidad no me importaba qué hora fuera, puesto que tenía el día libre y mis hermanas también estaban fuera.
T/N me persuadía inconscientemente con temas muy interesantes de los que hablaba y hablaba, no paraba de sacarme conversación, hasta que sin pensar, llegó el tema que por fin callaría su boca, no como yo quisiera. Aún.
—Y por eso es que el álbum se llama así, literalmente es su nombre en inglés. Su mamá nunca fue muy creativa u original, pero trataba de serlo. — Dijo T/N sin una pizca de rencor, estábamos hablando de su último álbum, el cual le habría escrito a su exnovia.
—Creo que logré romper con mi cliché de escribir la misma música hacia alguien que te gusta. — Siguió hablando.
—Hablando de alguien que te gusta, esa persona es Ale, ¿no? — Solté una risita mientras me tapaba la boca un poco.
Él sólo me miro.
—Vamos, T/N, todos sabemos que te gusta Ale. —
Otra vez me miró extrañado, y un poco decepcionado.
—No es cierto. — Dijo un poco seco, pero el lento rubor formándose en sus mejillas lo delató, incluso miró hacia abajo, como si estuviéramos en una novela escrita o algo así.
—¡Lo sabía! Sabía que te gustaba Ale, ¿por qué me lo niegas? — Dije.
—¿Qué? ¿De qué estás hablando, Pauli? —
Oh, Dios, ese nombre me hacía poner los ojos en blanco. Tomé una bocanada de aire y le solté un ligero golpe al brazo derecho de T/N, pidiéndole que se callara. Él río.
—Ni siquiera él tiene derecho a llamarme así, ¿cómo te atreves? — Sugerí apenada y un poco enrabiada.
—Jajaja, supongo que soy un idiota. — Sugirió de vuelta.
—Uno con mucha razón, debo decir. —
—Du kennst mich so gut. — Dijo. Debo admitir que cada que hablaba alemán mi piel se erizaba, su voz tan grave sumada a su acento casi nativo me volvían loca, y eso que sólo terminó el nivel A1.
—Tienes que parar con ese tema, sabes que no es cierto. — Siguió y siguió, yo simplemente lo ignoraba.
—Si es así, entonces, ¿quién te trae tan loco? que desde el festival no paras de preguntar sobre nosotras. —
Por primera vez vi cómo T/N se ponía nervioso, no sabía qué decir o dónde meter su cabeza de la vergüenza.
—Oh, ¿ahora te quedarás callado después de tanta plática? — Inferí.
—Mira, no es nadie, ¿sí? tienes que parar con esto. — Contestó.
—Si tú lo dices. —
Erguí mis hombros como señal de confusión.

Pláticamos un rato más hasta que me dijo que se tenía que ir, que estaba muy cansado. Yo realmente no sentía ninguna atracción por él, sin embargo, le ofrecí que podía quedarse en mi casa, mis padres no iban a estar, solamente mis hermanas. Incluso si mis padres estuvieran, ellos no tendrían problema de que T/N se quedara.
—¿En serio? — Cuestionó un poco asustado, pensaba que era una broma.
—Yo sé que es 28, pero estoy hablando en serio. — Respondí.
—Oh, Pau, no sé qué decir, es algo muy repent-... — Dijo, pero así como a él le gustaba interrumpirme sin razón aparente, yo lo hice, pero no con palabras. Mucho antes de que él terminara de decir mi nombre, me paré y me acerqué a su asiento. Repentino fue la palabra con la quería terminar su oración, yo la usaría más para describir el beso que le plante sin pedir permiso.
—Eres el idiota que siempre eh deseado. — Dije después de terminar de besarlo.
—Oh, no. — Dijo. Me besó de regreso, el mismo empeño que le ponía a cada una de sus canciones en cualquier aspecto, lo puso en ese beso, me dejo anonadada.
—Soy el idiota que siempre has tenido. Paulina Villarreal. —