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[ ਏਓ ]

Chan jamás se consideró rencoroso, acepto cuando se dio cuenta que no era el favorito de sus dos padres, incluso cuando tenía el mejor promedio. A pesar de que cada actividad que le daban era exitosa, o como la gente nueva lo alababa con sus padres.

Incluso de ser perfecto, la gente elegía a otro.

¿Era justo? Tal vez no pero así era la vida.

—Feliz año —Mark le dio una cerveza, obviamente estaban escondidos. Si los descubrirán ambos estarían en problemas -posiblemente casi muertos por los regaños-, Mark por beber sabiendo que lo tiene prohibido por su "condición " y Chan, simplemente por tomar una edad temprana.

Quería odiar a sus padres porque nunca era así con él, odiar a su familia, al mundo pero también entendía, tampoco sería su favorito.

— ¿Te sigues recriminado?

—Solo pienso que pasaría si me duermo con una gran cantidad de pastillas —confesó, para él era normal decirlo al otro. Bueno, Mark fue la primera persona que supo sus pensamientos desde los 7.

¿Tan jodido estaba para rogar a un ser que tal vez ni existía que lo matará? Porque lo estaba, y claro que aquel barbudo sin duda jamás lo ayudó.

Siendo eso uno de sus razones para odiar la iglesia - odiarlo a el-, odiar a esa entidad que todo el mundo amaba simplemente porque no le quito su sufrimiento de pequeño. Si no le importaba a sus padres menos a él, a quien entregó a su hijo para morir por la humanidad, esa misma humanidad que usa su nombre en vano.

—Es deprimente, demasiado —rio, Mark se quedó callado mientras observaba en como las estrellas aparecían.

Chan amaba las estrellas, tal vez porque le recordaba a Mark.

Lee Chan era feliz al saber que por fin era el favorito de alguien, no otro, él lo era. Chan lo era, solo él.

—Te prometo que cuando tengamos la edad, nos iremos. —Mark prometió, Chan asintió. Le creía, solo los dos, no necesitaban a nadie más. Solo ellos dos. —Viviéramos juntos, comeremos y dormiremos cómodamente. La buena vida, juntos.

— ¿Solo tú y yo?—dudo burlón, amaba en como el menor lo recordaba y aseguraba que solo eran ellos dos.

—Solo tú y yo —le aseguro, mientras lo agarraba sus mejillas para acercarse y darle un beso. —Solo tú, mi amor.

« Solo tú me importas, solo por ti sigo vivo.»






















Los recuerdos se volvían borrosos, Chan se sentía muy alterado. Hace casi demasiado que no lo recordaba, tal vez porque era doloroso.

Abrió los ojos con pesar, se sentía que jamás durmió más de una hora, de nuevo se sentía perdido, no sabía bien si era por soñar con él o por el lugar, o simplemente por ambas.

—Hey—Seungcheol le dio una caricia en su mejilla, no supo bien cuando comenzó a llorar. Choi lo abrazaba muy fuerte.

Chan asintió a las palabras de consuelo, jamás le confesó a alguien que paso con Mark. No lloro frente a alguien más de él, fingió que no le afecto tanto.

Que solo lo afecto como tendría que ser como un amigo, su mejor amigo.

—Ya estoy mejor—le aseguro, le dio un beso en los labios al mayor para acurrucarse a su lado. Amaba en como su cuerpo encajaba a la perfección.

Con Seungcheol.

Con los 12.











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