Capitulo 27

837 58 10
                                    

POV SANTIAGO

Ahora que tengo un tiempo libre, salgo de la oficina y me voy hasta el despacho de Karina.
La puerta está entreabierta, me asomo y ahí esta.

Paso diciendo un "permiso".

-Eugenia, ¿podes venir por favor a mi oficina? Necesito hablar con vos.

-Si Santiago, en cinco estoy. -Responde.

Me doy la vuelta y me dispongo a ir a esperarle en mi oficina.

Al rato, tocan la puerta, no espera respuesta de mi parte y pasa.

-Que necesitas? -Pregunta. Por el tono que usa siempre que habla conmigo, se que no le caigo bien.

Le hago una seña para que pase y tome asiento enfrente de mí. Ella lo hace.

-Y bueno? -Vuelve a hablar. Sus ojos azules me observan.

-Voy a ir directo al punt...

-Se de que queres hablar. -Interrumpe. -Solo te digo que no voy a responderte, mucho menos a brindarte información sobre ella. Ya es hora de que la dejes en paz. -Habla firme. Si hay algo que tiene Eugenia es carácter.

-Necesito saber de ella. -Digo.

-Pasó cuanto Santiago. ¿4 o 5 meses? En ese tiempo no quisiste saber de ella..

-No sabes nada de mi, Eugenia.

-Se lo suficiente de vos como para darme cuenta que no la queres lo suficiente. -Dice.

-Por que decis eso? -Pregunto.

-No la buscaste todo este tiempo, no tuviste los huevos siquiera para terminarla. -La escucho atentamente. Tiene razón. -La dejas esperando ahí, a ver si algún día te daba la puta ganas de hablar con ella. -Se pone de pie y apoya sus brazos sobre mi escritorio. La observo.

-Ahora déjala rehacerse, desaparece de su vida Santiago. No podes volver cuando se te canta y búscarla, no siempre ella iba a esperar por vos. El día llegó. -Dice.

Me pongo igualmente de pie y también apoyo mis manos sobre la mesa.

-No me hables amenazadora Eugenia, no conoces la realidad de nada. -Hablo firme. -Solo quería saber de ella, pero por lo visto tu bronca te gana.

Ella ríe

-Bronca no, no confundas. Solo te digo, que nuevamente después de mucho vuelve a ser ella, no arruines otra vez eso. -Se da media vuelta para irse, pero antes de salir vuelve a hablar.
-Si vas a hacerlo, apurate o te jodes. -Dicho esto sale.

¿Que fue esto último? Ni idea, no se a que se refiere. Esta rubia esta loca.
________

POV PAULA

Seguí los consejos de Eugenia, le di nuevamente una oportunidad al amor.

Augusto, un ángel. Por fin después de mucho tiempo, siento que vuelvo a ser yo.

Ello gracias a él que me ayuda todos los días a intentar olvidar todo. Si, se lo conté toda mi historia con Santiago.

Ahora, todos los días aparece con cosas nuevas, cada plan, cada ocurrencia que hace de mis días otra cosa.

Cuando hablamos esa vez sobre Santiago, me dijo: "Por lo menos me voy a esforzar por ganarme aunque sea una mitad del amor que sentís por él".

Pensándolo, "amor" no se si todavía se le puede llamar así a lo que siento por Santiago, una parte de mi lo soltó, la otra parte sueña con que algún día volvamos.

Pero para ser sinceros, creo que ambos debíamos de darnos ese 'tiempo', el destino dirá si algún día nos vuelve a juntar.
Mientras tanto y por ahora me quedo con lo que empiezo a tener con Augusto. He de admitir también que me gustaría mucho despedirme de Santiago antes de partir para Italia, pero solo eso, una despedida. Nada más.

Mi viaje a Italia lo realizo mañana a la noche, Augusto se ofreció a acompañarme mientras conoce y aprovecha sus vacaciones, obviamente acepte.
Acepte más que nada porque hace mucho no voy a Italia y me haría bien por lo menos tener una compañía a mi lado hasta acostumbrarme.

Hoy, Augusto todo el día estuvo ayudándome a empacar mis cosas y hace un rato se fue,  estaba muerto así que volvió a su casa a descansar.

Ahora son casi las 4am y todavía no duermo porque sigo terminando de acomodar unas cosas que me quedan.

Estoy en ello y escucho el timbre de la entrada sonar.

Son las 4 de la mañana quien mierda jode a esas horas.

Bajo despacio las escaleras y esquivando las maletas que tengo abajo (mías y de Augusto) llego a la puerta. La abro.

Me quedo quieta ahí, sin decir una palabra. Pasaron tantos meses que no lo veía y ahora aparece.

-Angelito. -Dice. Parece un poco ebrio.

-Paula. -Lo corrijo. Él se asombra. -Tanto tiempo Santiago. -Digo. No muestro ninguna emoción en mi cara, pero por dentro mi corazón está que sale.

-Te puedo abrazar? -Pregunta.

Río. ¿Este es o se hace?
-No. -Digo firme. El me observa frunciendo el ceño. -Que te trae por acá y a estas horas? -Pregunto.

-Quería hablar con vos, angelito. -Dice acercándose más a mi.

Vuelvo a reír. Él me mira confundido.

-Claro! -Digo alargando la "O". -El alcohol que ingeriste te dio los huevos que te faltaban hacia 5 meses para venir a hablar conmigo. Buenísimo Santiago. -Digo dando unos pequeños aplausos. Me encanta su show.

-Paula. -Habla firme. -Por favor.

-¿Por favor? Santiago, por favor te pedía yo. Pero te lo pasaste por el culo. La última vez viniste acá a decir miles de mierdas que supuestamente sentías por mi, diciendo que íbamos a hablar, eso nunca pasó.

-No son mierd... -No lo dejo terminar.

-Conseguiste el tener sexo conmigo como querías. Y al otro día desapareciste dejando plata como si yo fuera tu maldita prostituta. -Por fin me estoy desahogando como quería hacerlo hace unos meses.

-Amor no.. -Dice acercándose a mi y poniendo sus manos en mi mejilla.
De un rápido "manoteo" retiro su mano de mi.

-No me digas amor, guárdate esas cosas.- Escupo con bronca. -Cuando yo te avise vamos a hablar, Santiago. -Repito su frase. -Si me disculpas. -Termino de decir y me giró para volver a ingresar a mi casa.

-Si dale, se así conmigo, eso no me interesa, incluso me re prende, angelito. -Dice, me giro para verlo. Es un hijo de puta. -Ambos sabemos todo lo que sentimos por el otro amor, no intentes ocultar. -Ríe.

Me vuelvo a dar la vuelta e ingreso a mi casa. Lo dejé ahí, afuera, no vale gastar mi tiempo en él, por más que quiera, ya no.

Una vez adentro mo aguanto más y me largo a llorar. Todos los sentimientos que estuve reteniendo e intentando ocultar siguen acá.
Lo extrañe tanto y verlo después de mucho vuelve a revivir esa parte que creí que habían muerto.
Es como que esa cajita de sentimientos que enterré en lo más profundo de mí, volvió.

Todavía amo a Santiago, eso es lo que más bronca me da.
En vez de hablarle de la forma tan "distante" que lo hice, debí de abrazarlo. Pero por más que quiera, no soy tan idiota. Necesitaba decirle las cosas y ahora que tomé un poco de su propia medicina.

Santiago CaputoWhere stories live. Discover now