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Tu paso se aceleró cuando oíste la noticia.

Fuiste directa a la enfermería, cuando llegaste abriste la puerta escandalosamente.

-¿¡Suguru?!- Preguntaste algo acelerada. Pero solo estaba Shoko en la sala.

-Se ha ido hace un rato.-Explicó mientras se encendía un cigarrillo.-Tenía muy mala pinta.-Tus manos se aferraron a los bordes de tu uniforme, la noticia te golpeó como un puñetazo. La preocupación por Suguru te impulsó a tomar decisiones rápidas.

No vacilaste y volviste a acelerar tu paso.

"Es una misión rápida" ¡Serás mentiroso!

Corriste por los pasillos, ignorando cualquier mirada curiosa o comentario. Tu mente estaba enfocada en llegar lo más rápido posible y asegurarte de que Suguru estuviera bien.

Al salir al aire libre, te enfrentaste a la oscuridad de la noche. La urgencia y la ansiedad se mezclaban en tu pecho.

-¿Qué mierda ha pasado aquí?- Preguntaste al ver toda la entrada del instituto destrozada. Solo se te ocurría una persona que podría hacer tal cosa.

-___________.-Al girarte viste a Gojo cubierto de sangre y cargando a una chica en brazos.

-¿Quien es ella?- Preguntaste intentando tener algo de contexto.- Espera...ella es..-

-Es Riko Amanai. El recipiente de Tengen.- Hizo una breve pausa para ver el cadáver de la chica.- No lo hemos podido lograr.-

-¿Qué...?- Preguntaste algo incrédula.-¿Qué ha pasado?- Alzaste tu mirada para intentar conectarla con la de Satoru. Pero sus ojos parecían totalmente vacíos.-¿Dónde está Suguru?- Te atreviste a preguntar con la voz temblorosa.

-Estoy aquí __________.- Dejaste salir una gran cantidad de aire al escuchar su voz te giraste para verlo.

Suguru estaba de pie, pero su mirada estaba perdida y su expresión carecía de la vitalidad que solías ver en él. Al acercarte, notaste que su uniforme estaba manchado de sangre y su cuerpo mostraba signos de lucha intensa.

-¿Suguru, qué ha pasado aquí? ¿Estás bien?- Preguntaste con preocupación, sintiendo cómo la ansiedad se apoderaba de ti.

Suguru se limitó a mirarte con ojos cansados y, finalmente, susurró con voz apagada: "Hemos fallado".

Lo miraste con preocupación mientras se acercaba. Parecía agotado y su expresión denotaba una mezcla de tristeza y frustración.

-No sabíamos que ese tipo estaría allí.- Dijo en un hilo de voz.

No tenías idea de lo que había pasado, pero ver a la pobre chica tendida en los brazos del peliblanco sin vida sin duda alguna era algo triste.

-No la pudimos salvar.- Finalizó Gojo para volver a caminar.

El silencio se apoderó del lugar mientras procesabas la información. Habías ingresado a este mundo de hechicería con la esperanza de proteger a aquellos que no podían protegerse a sí mismos, pero la realidad era mucho más cruel de lo que habías imaginado.

-Es su culpa.- Lograste escuchar del azabache.

-¿De quién es la culpa?-

-¡De los humanos! ¡De los no hechiceros! ¡Ellos mataron a Amanai!- El tono de Suguru era lleno de rabia y desesperación. Sus palabras resonaban con amargura y resentimiento hacia aquellos que consideraba responsables de la tragedia. No podías evitar sentir la intensidad de sus emociones, pero también sabías que la situación era más compleja de lo que Suguru estaba dispuesto a admitir.

REGRESA A MI| Geto x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora