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—Transiciones humanas —dijo Yugyeom mirando a su alrededor con una cámara instantánea con la que capturaba "borradores" preliminares antes de buscar fotografiar la imagen definitiva. Estaba sentado en el pasto frente a la biblioteca mientras veía alumnos pasar y buscaba alguna idea concreta—. Cambios, etapas. Proceso de transición, crecimiento, metamorfosis, evolución. Resiliencia, perseverancia, orgullo —tenía cosas en mente, pero nada establecido, lo que agregado a su falta de atención, terminaba por no completar nada de lo que deseaba—. Proyección, futuro, visión, sostenibilidad... cansancio, frustración, hambre... muerte cerebral...

Miraba a bastantes chicos varones de primer año sentados en una banca conversando y almorzando, mientras que los de último año estaban tumbados en el césped en unos metros más lejanos siendo sólo tres de ellos.

—No se ve la cara de ninguno de ellos, además es con fines académicos —dijo tomando su mochila para acercarse, sacar su cámara profesional y se colocó en tres puntos en un área que creía idónea para capturar la esencia que esperaba obtener—. Cambios... —murmuró buscando retratar la diferencia de mentalidad entre dos grupos dentro de un mismo entorno. Pero no le gustó—. No quisiera descartarla, fue una buena toma, pero no es lo que busco y no quiero meterme en problemas por fotografiarlos —dijo al ver las fotos en la pantalla. 

Se giró y miró hacia la biblioteca, la bibliotecaria estaba colocando panfletos de invitación a la lectura y fomentación a la cultura de la investigación en los ventanales del lugar. Frente a dicha edificación, estudiantes leyendo en los largos escalones. No había más.
Quería irse a buscar a otro lado, pero debía esperar a que Jinyoung saliera de su grupo de estudio por órdenes de él para irse juntos.

—No quiero colocar el escenario, quiero que sea algo natural de fotografiar —dijo mirando las demás capturas en la cámara—. Puedo ir a algún lugar de rehabilitación de alcohólicos y fotografiar a uno que salga de ahí.

—¡Oye, tú! —le llamó toscamente un tipo que conocía desde hace bastante tiempo, otro de ellos—. Mi novia se siente incómoda de que le estés tomando fotos. Deja de hacerlo o te rompo la cara.

—No le he tomado fotos a ninguna chica —replicó aún hincado sin voltear a verlo al estar revisando sus capturas—. Sólo he tomado una foto y la borré.

—¿¡Crees que soy tonto, becado!? ¡Te vi tomando fotos en dirección hacia ella!

Yugyeom alzó la vista arqueando una ceja. Suspiró, guardó su cámara dentro de la mochila y se puso de pie. Miró al tipo desde arriba con cansancio, era al menos quince centímetros más alto, pero el chico no se inmutó y hasta se acercó más a él con intención de intimidarlo dado a su cuerpo robusto y de apariencia fornida, no enormemente pues seguía siendo joven. Claro que era de último año y su novia del salón de Yugyeom, es por eso que le llamó becado sin realmente saber su nombre.

Los alumnos que estaban cerca voltearon a mirar al escuchar gritar al tipo mala cara que estaba por quebrar el delgado cuerpo del pálido chico que no se iba a doblegar ni dejar intimidar.

—Tú y tu novia pueden irse a co-mer mier-da —retó Yugyeom directamente en la cara del chico.

—¿¡Ah sí!? —exclamó el sujeto sujetándolo del saco y alzando el puño.

—¡Batalla de baile! —gritó Yugyeom con todas sus fuerzas al mismo tiempo que el tipo estaba a punto de golpearlo.

—¡Alto ahí! —exclamó la bibliotecaria yendo rápidamente hacia ellos haciendo flaquear el puñetazo que se desvió para no meterse en más problemas—. ¿¡Qué te sucede!? ¿¡Por qué ibas a golpearlo!?

—¡Estaba tomándole fotos a mi novia sin su permiso! —clamó en su defensa.

Pero Yugyeom ya tenía su cámara fuera para mostrarle las últimas fotos a la mujer que lógicamente le creyó al agredido.

—No se preocupe, señora. Lleva todo el semestre buscando golpearme —replicó.

—¡Tú vienes conmigo! —exclamó la bibliotecaria al buscapleitos—. Te llevaré a servicios escolares para que te levanten un reporte de mala conducta.

—¡No, señorita! —llegó la chica que era novia del sujeto, gritando en un exagerado y victimista tono—. ¡Creíamos que él me estaba tomando fotos! Es un malentendido.

—No me importa, vi cómo iba a golpearlo y no hay ninguna foto tuya en la cámara. Dudo que pueda borrarlas en menos de tres segundos para hacerlos quedar mal. No soy ninguna tonta y él viene conmigo a servicios escolares.

Yugyeom y la chica veían cómo el gran bravucón seguía a regañadientes a la mujer que no iba a dejar pasar tal espectáculo por algo que no tenía pies ni cabeza.
El pobre fotógrafo novato sabía que eso le traería problemas más adelante, muchos más de los que ya tenía, pero agradecía la suerte de que la bibliotecaria se encontrara afuera en ese momento.

—¡Todo esto es tu culpa! —exclamó la chica tan indignada como debería de estar Yugyeom—. ¿Por qué no puedes controlarte y no tomarme fotos?

—¡Ya cállate, chica! —exclamó otra chica desde las escaleras de la biblioteca—. ¡Ten dignidad!

—No soy fan del arte abstracto —replicó tomando su mochila para irse.

—Esto no se quedará así. Le diré a toda la clase que eres un pervertido, becado. Nadie querrá involucrarse contigo.

—Y si tú llegas a hacerle eso a mi chico, yo me encargaré de que no vuelvas a asistir a esta escuela —amenazó Jinyoung saliendo de la biblioteca—. Te tengo en la mira junto a todos esos cabrones que lo molestan como si fuera un deporte. Me deshice de un director antes, me puedo deshacer de chiquillos patanes e idiotas que creen que su vida es una película barata juvenil en la que son los protagonistas. 

Y Yugyeom maldijo el día en el que accedió entrar a estudiar a esa escuela.

Y Yugyeom maldijo el día en el que accedió entrar a estudiar a esa escuela

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Píntame un corazón [GOT7 fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora