Izuku El Último Hijo De Kripton

XXXII

Capitulo 32: vigilante
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En las sombras de lo que alguna vez fue una próspera sociedad, ahora solo yace el eco lúgubre de la destrucción. Las calles, alguna vez llenas de vida, se despliegan como testigos silenciosos de la decadencia, con edificios desmoronados y murmullos de un pasado que se desvaneció. La desesperanza se cierne sobre la ciudad, como un manto gris que ahoga cualquier vestigio de esperanza. La devastación ha marcado a la sociedad, dejando cicatrices en las almas que vagan por estos desolados callejones. Este es el trágico relato de un mundo caído, donde las ruinas se alzan como monumentos a la fragilidad humana.

Desde ese día...Todo cambio

las calles una vez bulliciosas, ahora yacía un sombrío panorama de destrucción. Edificios en ruinas, calles desiertas y un cielo ennegrecido por la opresión. La sociedad, en algún momento vibrante y llena de esperanza, había caído presa de los villanos que conquistaron sin piedad. La gente, antes unida por sueños compartidos, se encontraba dividida y desesperanzada.

El sonido de las sirenas era un lamento constante en el aire, mientras la población luchaba por sobrevivir en las sombras de la opresión. Los héroes, una vez símbolos de protección, se desvanecieron en la derrota, y la ciudad se sumió en una atmósfera de desesperación. Las calles, alguna vez llenas de risas y esperanza, ahora resonaban con el eco de la desolación.

En este nuevo orden, los villanos imponían su voluntad con crueldad. La sociedad se doblegaba ante el temor y la incertidumbre, las instituciones caídas y los líderes destruidos. La pérdida de la esperanza era palpable en los ojos de aquellos que antes soñaban con un futuro mejor.

En esta realidad sombría, la gente anhelaba el regreso de la luz que una vez los guió. Sin embargo, en la oscuridad, la llama de la esperanza parecía haberse extinguido, dejando atrás una sociedad fracturada y vulnerable ante la tiranía de los villanos.

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//en algún lugar//

Entre las sombrías calles, varias figuras caminaban de forma amenazante por la oscuridad de un callejón. Uno de ellos, alto y rubio— prominentes músculos que lo hacían resaltar entre los demás que andaban junto a él.

— Estoy cansado... ¿Por que debemos estar trabajando en buscar a alguien? — Cuestionó el musculoso— Yo solo quiero derramar sangre — Aquello provocó un fuerte suspiro entre los demás.

— Son órdenes de Shigaraki, Muscular... esas personas son las únicas que se interponen en nuestros sueños — Otra figura se mostraría— un aspecto reptiliano se podía admirar y una gran espada que resaltaba.

— Habla por ti... Yo solo quiero derramar sangre — Respondería el ya reconocido muscular.

Ambos continuarían su camino, ignorantes a unos brillantes ojos que los observaban a la distancia, escondiéndose en la oscuridad—los cuales desaparecerían en un instante. Un fuerte estruendo se escuchó en el cielo estremeciendo a los villanos los cuales se pusieron alerta.

— ¿Sabes que fue eso, spinner?— Cuestionó Muscular con algo de seriedad en sus palabras mientras le daba la espalda al mencionado

Insertar: Molossus —Hans Zimmer

El mencionado no pudo contestar, fue cuestión de segundos—una figura oscura descendería del cielo y abduciría al compañero de forma imperceptible, Muscular se daría la vuelta y quedaría confundido al percatarse de que su compañero ya no se encontraba ahí. Sus pensamientos serían interrumpidos por un "suave" golpe que lo mandaría estrellarse contra un edificio agrietando un poco la pared de este.