2- Ser detestable

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Pasaron seis meses, el tiempo exacto que debía cumplirse para que ambos ingresaran a la universidad. Chuuya se lo estaba tomando de forma neutral, su carrera le gustaba, pero no era algo que le apasionara. Aunque por otro lado, sabía que aquel imbécil entraría a la universidad junto con él, cosa que no le emocionaba en los más mínimo. Solo esperaba que su padre se haya arrepentido de tan mala idea y lo mandara a otro instituto.

—Sí, papá. Solo serían cuatro meses de primer semestre —Chuuya sostenía su teléfono pegado a su oreja mientras hablaba con su padre.

El padre de Chuuya, se había divorciado de su madre debido a una infidelidad cuando él tenía cuatro años. Desde ese entonces se veían menos, sus interacciones rondaban entre dos veces al mes. A veces ni eso.

—Chuuya, aun debes acomodar las maletas —se le escuchó a Kouyou protestar.

A decir verdad, su madre y su padre no se llevaban nada bien después de lo sucedido. El rencor que Kouyou le guardaba era más que obvio.

—Ya veo que tu madre está ahí también —habló el padre de Chuuya a través de la línea.

—Así es, me va a ayudar a empacar.

—Dile que le mando saludos.

Chuuya, con una ligera risa, porque sabía cuál sería la reacción de su madre, volteó a verla.

—Mamá, dice mi padre-

—No —Kouyou ni lo dejó terminar de hablar—. Dile que no me interesa.

La mujer tenía sus brazos cruzados a la altura de su pecho. Chuuya no hizo más que reír.

—Ya la escuchaste —fue lo único que le dijo Chuuya a su padre—. Hablamos luego, tengo que colgar.

Chuuya volteó a ver a su madre con cara de "¿qué hice?", a la vez que dejaba el teléfono de lado y se levantaba y caminaba hacia donde estaba su maleta. Cuya maleta estaba abierta con un montón de prendas regadas a su alrededor.

—¿Qué te dijo tu padre? —Kouyou se acercó a donde estaba Chuuya para ayudarlo a acomodar.

—Lo mismo de siempre, dijo que pensaba venir a Japón —Chuuya suspiró—. Desde hace cinco años lo está diciendo.

—Hijo, aunque duela admitirlo, tu padre ya tiene otra familia en Francia.

—Lo sé —simplemente mostró una pequeña sonrisa y se dispuso a comenzar a doblar sus prendas.

Kouyou por su parte lo miró con empatía y algo de lastima. De niño Chuuya había sido muy unido a su padre y este, simplemente se fue alejando poco a poco de él.

—¿Yuan vendrá a despedirte?

Chuuya negó mientras continuaba en su labor de acomodar la maleta.

—Se le presentó un asunto, pero dijo que me irá a visitar al campus.

—¿Permiten visitas libremente? —su madre levantó una ceja.

—No sé exactamente, supongo que sí.

Su madre simplemente asintió, comenzando a ayudarlo con su maleta.

No pasó mucho tiempo antes de que terminaran de acomodarse, llevando consigo solo lo indispensable, aunque ese "indispensable" resultó ser un montón de objetos. La maleta estaba a punto de reventar, ya que intentaban forzar un poco más antes de lograr cerrarla.

Chuuya pasó su mano por su frente, suspirando de alivio de que al fin habían acabado.

—¿No crees que son muchas cosas? —formuló Kouyou y Chuuya negó.

Enchanted || SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora