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El clima está más helado de lo normal. Mis ojos se fueron abriendo despacio y lo primero que vi fue el cielo...¿El cielo?.
Me levante despacio del sofá, al parecer la fogata se había apagado desde hace rato. Mire a mi lado en donde estaba Alex, también estaba dormido y su capucha cubría casi todo su rostro, también salían algunos mechones de cabello.

— Oye – lo muevo tratando de que despierte – Alex..

— Hmm.. – este chico tiene el sueño pesado – ¿Qué quieres? – murmura.

— Entremos – guardo mis manos en los bolsillos – hace frío aquí.

— Buenos días – habla con su voz ronca y sus ojos estaban entrecerrados – no manches ¿En qué momento me dormí?

— Me preguntó lo mismo – me acomodo el cabello y rebusco en el bolsillo de mi sudadera.

— ¿Buscas esto? – me muestra el vape – Acuérdate de la apuesta.

Olvide que no debo fumar en un mes. Aunque puedo soportarlo. Alex empezó a revisar su teléfono, sin querer pude ver que tenía notificaciones de varios mensajes y llamadas perdidas, parecía ser de una sola persona.

— Puedes adelantarte, yo entraré en un momento – dice con una sonrisa nerviosa.

— De acuerdo – dije y finalmente dejé el lugar.

Pensó que todos estaban dormidos, pero para su sorpresa Ivan estaba en la cocina.

— ¿Vos a donde fuiste? – se acerca a la castaña – Rivers me dijo que no dormiste con ellos.

— Pues mi amiga tiene el sueño pesado y no sintió cuando fui a dormir – No iba a decirle que me quede dormida afuera, y con Alex – salí a..vapear.

— Entiendo – asiente – te ves re linda por la mañana – sonríe de lado.

Me vi en el reflejo del microondas ¿Enserio para él esto es lindo?

— Para nada – me tapo el rostro con las mangas de mi sudadera.

Camino para estar mar cerca, sujeto sus muñecas y las alejo de la cara de la castaña. La chica por más que quisiera ocultarlo se sentía intimidada por los ojos del argentino.

— No seas penosa – murmura.

Las comisuras de mis labios se elevaron un poco. Él me dedico una sonrisa, de esas que dejan recuerdos en lo más profundo de tu ser.

— ¡Eu! – una tercera voz se hace presente.

— Pendejo se iban a besar – Roier le reclama Rodrigo.

— Todavía no – suelta tus muñecas – es re pronto, quiero que sea más prudente.

— Oh que romántico – Roier le pellizca la mejilla pero Ivan se aleja rápido.

En ese lapso Roier nos estaba molestando y seguía con el cuento de que éramos novios, era peor que un niño de primaria.

— ¿Y vos de donde vienes? – pregunta Rodrigo al ver que Alex entraba a la casa.

— De hablar con alguien – Mira a Roier, al parecer sabe algo – y también de usar esto – muestra mi vape.

— ¿Y desde cuando tú vapeas? – cuestiona Roier.

— Desde hoy, en honor a ____ – me mira – ayer hicimos una apuesta y dejara esta chingadera por un mes.

— ¿Es enserio? – aparece Samy – y que apostaron?

— Eso ya es otro tema – sonríe de forma traviesa.

Todos quedaron sorprendidos ante ese gesto..

— ¡Nada que ver! Solo se quitará el gorro – exclame.

— Che ¿nunca te quitas el gorro? – Ivan lo mira con una expresión rara.

— Pocos lo han hecho – camina hacia su habitación – dormiré un poco más, los después.

Hasta ahora no he tenido la tentación de usar el vape, solo espero que el mes pase rápido.

Tarde en actualizar, lose
pero tuve un bloqueo.
Ahora volvió la inspiración.

𝐕𝐚𝐩𝐞 𝐆𝐢𝐫𝐥 | 𝐐𝐮𝐚𝐜𝐤𝐢𝐭𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora