✦✽𝚖e 𝚎𝚗𝚊𝚖𝚘𝚛𝚎 𝚍𝚎 𝚞𝚗... 𝚖𝚘𝚗𝚜𝚝𝚎𝚛 𝚍𝚛𝚘𝚗𝚎?! ✦✽° N x Uzi

◆:*:◇:*:capitulo 3:*:◇:*:◆

Mientras Uzi se concentraba en atravesar el camino, de repente Rebecca la chocó. Uzi dejó caer su cesta y su linterna. La canasta voló al suelo cuando el paquete de latas de refrigerante se deslizó fuera de ella.

"¡Ups! ¡Qué mal, Uzi! Rebecca 'se disculpó' realmente.

Uzi gruñó, levantándose y quitándose el polvo de la tierra. "¡¿Qué demonios?! ¡Mira hacia donde vas!" Ella exclamo.

"¡Lo siento! ¡No tengo una linterna aquí atrás! ¡No podía ver lo cerca que estaba de ti! Rebecca mintió, haciendo todo lo posible por parecer inocente.

" Sí claro. Uzi murmuró en voz baja.

"¡Aquí! ¡Deja que te ayude!" Dijo Layla, corriendo hacia su canasta.

Pero "accidentalmente" lo pateó mientras intentaba correr hacia él, pateándolo justo debajo de un alambre en la cerca eléctrica.

"¡¿Qué demonios?! " Uzi gritó enojado.

"¡UH oh! ¡No quise patearlo! ¡Debí haber estado demasiado cerca pero no lo sabía porque no podía verlo! Ella se rió infantilmente.

"¡¿Qué tal si me dejan en paz?! ¡Sigue sin mí como estabas antes! Les dijo Uzi, recogiendo el refrigerante y la linterna.

"¡Pero frea- uh- Uzi!" Tropezó Emily. "¡Es peligroso estar aquí solo! ¡¿Y de noche también?! ¿Qué pasa si pasa algo malo? Ella continuó.

"Bueno, estoy seguro de que ustedes no me salvarían de algún ataque de monstruo aleatorio, ¿verdad?" Uzi les dijo con dureza.

Todas las chicas tenían que estar de acuerdo en eso.

"¡Puaj! ¡Solo vete ya! ¡De todos modos, no es como si realmente te preocupas por mí! Uzi los ahuyentó.

"¡Bien, bien! ¡Si quieres correr más riesgos! Rebeca cedió.

"Oh, pero hay una cosa más". Entonces ella dijo.

Sin previo aviso, Rebecca le arrebató el paquete de refrigerante de las manos a Uzi. Emily ayudó a sacar uno mientras Layla sujetaba el dron gótico. Mientras tanto, Uzi les gritaba vulgarmente.

"Quería probar un poco de este refrigerante para ver si tiene un sabor súper barato o algo así". Rebecca se burló. "¡Pero creo que el comprador debería intentarlo primero!" Exclamó, agitando la lata y abriéndola directamente en la cara de Uzi.

Dicho dron se detuvo inmediatamente, todo su frente rociado con la bebida. Layla soltó a Uzi justo después de que cesara el chorro de bebida burbujeante del robot.

Uzi se quedó allí, atónita, con los ojos hundidos. Lentamente se miró a sí misma, a su vestido empapado, sus calcetines empapados, sus guantes empapados, su cabello goteando, su piel metálica más brillante y su preciosa y arruinada capucha. Volvió a mirar al trío de chicas que reían, Rebecca todavía sostenía la lata abierta.

"¿A qué sabe, perdedor? ¿Es barato? ¡¿Como usted?!" Rebecca se burló.

"No creo que puedas asistir con un traje tan sucio, ¿eh?" Emily se burló.

"¡Y ciertamente no me gustaría oler a refrigerante económico!" Se burló Layla.

Luego, las tres chicas se fueron, y Rebecca arrojó la lata sobre su hombro. Golpeó a Uzi justo en la cabeza antes de caer al suelo.

Uzi todavía se quedó allí, en estado de shock. Pronto, las lágrimas brotaron de las comisuras de sus ojos. Eso la sacó de ahí.

Ella trató furiosamente de secarse las lágrimas, pero el refrigerante de sus guantes simplemente arruinó su visor y afectó su visión. Uzi se quitó los guantes antes de tirarlos al suelo.

No se molestó en intentar detener las lágrimas ahora, sabía que no podía, y si intentaba quitárselas de la visera, sólo volverían. En lugar de eso, recogió el paquete de refrigerante desechado y su linterna.

Se arrodilló para agarrar su canasta, teniendo cuidado con los cables cargados. Desafortunadamente, lo patearon demasiado lejos para que ella pudiera alcanzarlo. Ella suspiró, el ruido interrumpido por un sollozo.

Uzi volvió a levantarse y caminó hacia un área de la cerca que sabía que podía cerrarse en caso de que alguien saliera de alguna manera. Su padre le había mostrado todos los pocos y lejanos puntos de la cerca que podían aislarse de las corrientes eléctricas, en caso de que alguna vez se encontrara fuera del camino de alguna manera.

Uzi cerró esa zona de la valla y la abrió, y caminó unos pocos metros hasta su cesta caída. Lo recogió y también metió dentro el paquete de latas de refrigerante.

Uzi empezó a caminar de regreso a la abertura de la valla. Pero se escuchó un gruñido horrible, profundo y gutural. Y cerca también.

Uzi se volvió rápidamente, buscando en la oscuridad la fuente del sonido. Su linterna iluminó los árboles, los arbustos, el suelo. Si bien hubo algunos Bitter Bugs y Thunder Bugs, no hubo nada más. De todos modos, nada que pudiera crear ese sonido.

Y luego, un aullido desgarrador y resonante. Un aullido bastante distinto.

Los anillos en los ojos de Uzi se envalentonaron. Se giró y apuntó a la valla. El sonido de pasos apresurados la siguió, mucho más rápido de lo que ella podía dejar atrás. Justo cuando intentaba alcanzar la valla, Uzi fue derribada.

Dejó escapar un grito de dolor mientras rodaba, su canasta se alejó de ella una vez más. Tan pronto como se detuvo boca arriba, una mano con garras rojas y dos grandes garras laterales rojas golpeó con fuerza su abdomen.

Uzi gritó de dolor una vez más, abriendo los ojos con dolor. Se abrieron completamente y se ahuecaron ante la vista sobre ella.

Sobre ella se elevaba un Monster Drone. Al principio, pensó que era un Zinogre, pero pronto se dio cuenta de que no era un Zinogre normal . No, este era un Zinogre estigio.

Uzi empezó a hiperventilar. Miró aterrorizada la visera negra de la bestia musculosa, que solo la miraba con una imagen de la Estrella Zafiro. Uzi vio que era, o mejor dicho, su boca babeante, que albergaba muchos colmillos afilados.

El dron estigio Zinogre tenía dos cuernos pálidos en la cabeza, hileras de escamas igualmente pálidas en los hombros y la espalda. Pelaje blanco, similar al color del cabello de su cabeza, alineado entre las filas de sus escamas pálidas, recorriendo toda su espalda, aparte de la cintura negra.

La mitad inferior del Monster Drone era la de un Zinogre estigio, escamoso, peludo, digitígrado, todo.

El Monster Drone, que Uzi sabe que es mucho más poderoso que cualquiera de los monstruos de cuatro estrellas que viven en este bosque, rugió en su cara, su pelaje erizado por la acción. Ella se estremeció, cubriéndose los oídos y girando la cabeza.

Una vez que terminó, Uzi soltó los lados de su cabeza. Volvió a mirar la visera del monstruo y las lágrimas cayeron una vez más.

Abrió la boca, mostrando con mayor facilidad sus afilados colmillos que destrozaban metales. Se inclinó más cerca, sus respiraderos calientes rozaron la cara pegajosa de Uzi.

Uzi no pudo hacer nada aquí. Sabía que no podía hacer nada aquí.

'¿Realmente... voy a morir aquí...?' Pensó para sí misma, mientras el Monster Drone bajaba la cabeza hasta su cuello.

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