Epílogo

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Dos lobos corrían por el campo libremente.

La mañana se alzaba tranquila y serena en el valle verde y luminoso, mientras el viento surcaba suavemente acariciando las hojas de los árboles jóvenes y no tan jóvenes.

Se olía a la madera y pino del bosque cercano, ese que esconde tantas historias y leyendas de un pasado no tan lejano.

Estos dos pequeños lobitos, uno de color negro y otro de color blanco con manchas negras, corrían en sintonia acariciando sus hocicos de vez en cuando de forma cariñosa.

Algunas veces tropezaba el más pequeño de ellos, el de manchitas, pero su hermano mayor esperaba pacientemente a que volviera ponerse en pie con alegría.

Los lobitos llegaron al río y sus grititos de alegría amenizaron el momento dando entender la emoción del agua en sus hocicos y patitas al tocar levemente el principio del riachuelo.

- Oye pequeño, deberías tener cuidado con las patitas, ya sabes que no le gusta que entremos muy sucios en casa...-. Le decía el lobito mayor al pequeño a través del lazo.

- ¿ Quién nos va a decir eso ?. - Preguntó el lobito pequeño ladeando su cabecita con confusión.

- Mamá Lou, quién si no. - Respondió con obviedad el lobito negro.

- Por eso me gusta más jugar con papá. Él sí me deja mancharme. - Confirmó contento el pequeño lobito mientras chapoteaba en el agua de la orilla.

- Papá líder nos deja marcharnos en la cacería, por eso cuando seas mayor será diferente.

El pequeño lobito asintió con dudas ante lo dicho.

Consideraba a su hermano mayor muy sabio, y como era el pequeño de toda la familia Styles, no dudaba en que su hermano siempre tenía razón.

- Vamos a casa cachorrito, tengo hambre. - Dijo el lobo mayor.

- ¡ Ey , no me llames cachorrito !. - Le reclamó el pequeño con un pequeño empujoncito.

Tattoed Heart ♡ LSWhere stories live. Discover now