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Está despertando... llamen al doctor.

Para cuando pude abrir los ojos, estaba en una habitación de hospital. Giré mi cabeza observando todo el lugar, notando que en la ventana habían policías, y ahí estaba él.

Me solté a llorar en cuanto él me vió, corrió para entrar a la habitación y ya estando juntos me abrazó y yo sólo pude llorar con más fuerza de la que mi cuerpo podía dar.

—Perdón, en serio lo siento. —Sollocé tratando de abrazarlo, pero no tenía fuerzas, estaba débil aún.

—Ya está bien... —Murmuró acariciando mi cabello.

Me mantuvo así hasta que después de un rato me calmé, hasta eso los doctores o lo que fueran nos habían dejado un buen rato sin interrumpir.

—Hany.

—¿Mhm?

—No te has bañado, cochinota.

Me reí y entonces nos separamos. Finalmente los doctores intervinieron y me revisaron.

—Tienes que tomar una declaración, fue obvio que se trataba de un secuestro, Hany. —Me dijo Osvaldo.

Lo miré indecisa. No porque no quisiera hacerlo, pero sé que él haría de todo por destruirme.

—¿Puedo declarar más tarde? —Pregunté miedosa. —N-No me siento bien para hacerlo ahora.

Por mi estado débil, no me permitieron irme del hospital, sobre todo porque mi casa estaba siendo investigada.

—¿Me dirás qué sucede? —Preguntó mirándome preocupado.

—Primero me quitó todo mi dinero. —Murmuré. —Después mis cuentas de redes sociales, canceló el internet, y todo se puso más difícil aún cuando llegó a mi casa para destruir las pantallas, mis computadoras, tablets, me rompió el celular. —Murmuré con un nudo en la garganta. —Traté de gritar para que no hiciera nada, para que los vecinos notarán lo que él hacía... pero nada funcionó. No suficiente con romper mis cosas se las llevó, se llevó hasta la maldita licuadora.

—¿Eso fue porque me dijiste?

—N-No... saboteé la página para que no tuviera acceso, y amenacé a los administradores de no hacer nada para reestablecerla. No los amenacé con quitarles algo o exhibirlos, solo les dije que si volvían a reestablecerla él me mataría... porque él realmente lo haría.

—¿Por qué te mataría?

—¿No lo ves? ¿No ves mis hematomas? ¿No ves lo débil que estoy? Me dejó encerrada en mi maldita casa, se llevó mis cosas, las destruyó, me golpeó, me dejó sin comida o bebida, corto la maldita luz y el gas, no tenía nada... ya no me queda nada.

—Hany... ¿Por qué permitiste eso?

Permitirlo, una palabra que había estado pensando desde hace mucho. Todo era mi culpa, desde el inicio lo fue.

Tragué saliva y solo sonreí con tristeza.

—Por pendeja... porque quería hacer algo innovador y me fui a fijar en el hombre más imbecil y aprovechador para lograrlo.

Osvaldo dirigió la mirada hacia la ventana y asintió, entendí que los policías escuchaban lo que hablábamos.

—Así que al final si declaré... ¿no? —Murmuré nerviosa.

—Es importante para que lo detengan por lo que hizo.

No quise decir nada, ya no había más que decir. Si eso hacía que él me dejara en paz, entonces estaba bien.

PL4YG1RL | ElMarianaWhere stories live. Discover now