Cruda realidad

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Estoy saliendo de un exhaustivo día de trabajo.
Me dirijo por las escaleras pues últimamente no voy al gym, dejé mi vida de deportista y por lo menos algo tengo que hacer por mi salud física.

Me duelen las piernas, Yoongi a sido bastante exigente últimamente y no es que no me guste, me siento deseada, me siento amada, incluso sexy y me encanta la relación que tenemos ahora pero es un esfuerzo físico a final de cuentas.

Me rindo. Tomaré el ascensor, abro la puerta y veo a mi padre por lo que la cierro y me quedo detrás de esta.

— sin duda es una buena oportunidad -menciona alguien que no se quien es.

TP: le prometí a Min ayudarlo -hace una pausa- pero no niego que me molesta muchísimo su hijo.

— sácalo de en medio -tapó mi boca- él y su primo solo son una piedra en el zapato, además... te está quintando todo poder, Min no mintió cuando dijo que su hijo haría un gran papel en la industria, lástima que halla cometido muchos errores.

TP: pero sabes... quitarlo del camino no me beneficiará en nada económicamente, el camino lo tengo libre, tengo a la industria de mi parte, solo sería no dejarlo escalar más y quitarle su juguete de entretenimiento a Chaewoo.

— por cierto ¿sigue con el proyecto? Park dijo que había un gran trabajo y presume a su hijo como si fueran pareja o cercanos.

TP: si, se mantiene ocupada, se volvió rebelde, creí que el matrimonio la haría cambiar y sería una mujer sumisa pero fue todo lo contrario.

— por eso mismo deberías ponerle un alto a Min Yoongi; no controla su poder, no tiene control de toda la empresa, cómo va a tener control de su esposa, sacar a Yoongi del camino es la mejor decisión.

TP: la mejor decisión la tomaré después de firmar contrato con Estados Unidos y empezar a distribuir desde ahí a países latinoamericanos -se escuchan risas- no sacrificamos a un muerto de hambre para nada -más risas.

— todo sacrificio cuenta amigo, lo que pesa es la conciencia.

Abro cuando no escucho nada, veo el reloj pasan las siete de la noche señal de que mi padre va a casa, mantengo mi paz y mi tranquilidad a pesar de que me cuesta controlar mis emociones y sentimientos.

Tiemblo pero dentro de pienso en soluciones, veo el piso, llamo al ascensor y subo al último piso para ir a la oficina de mi padre, el guardia me hace una reverencia.

C: mi padre me espera abajo, olvido mandar un correo ¿puedo pasar? -le sonrío con educación y accedo cuando me da el pase. Estar aquí ahora mismo me causa temor, quiero llorar pero me mantengo fuerte, centrada, a estas alturas si a Yoongi le pasa algo mi padre tendrá que pagar el daño que hace, que me hizo- algo tendré que encontrar -me susurro.

Comienzo por los libros y repisas, todo parece ser manuales, certificaciones y más.
Si aquí no encuentro nada ¿en donde puedo buscar y encontrar?
Voy al escritorio y tomo una fotografía para reorganizar una vez termine, tiene documentos con firmas pendientes busco en los cajones, mierda... me doy la vuelta y en el librero detrás del escritorio veo una pila de sobres amarillos, agarro uno y comienzo abrirlo...

C: ahhh... -un jadeo escapa de mi boca, es la fotografía de un cuerpo en estado de descomposición, aun con el temblor de mano la recojo y veo la parte trasera, solo tiene una fecha y acompañado de esto tiene una propuesta de contrato de Estados Unidos.

Esta vez mis lágrimas si caen, abro cada sobre y cada vez es más doloroso, mi padre es un asesino,  es un tramposo, un mentiroso.

Tomo fotografías de todo lo que encuentro y lo vuelvo a poner todo en su lugar, salgo tratando de ocultar mi culpa y mis nervios, incluso bajo con agilidad la escalera desde el piso 23, y me permito llorar y jadear.

Salgo y el chofer está esperándome en el sótano.
Necesito tranquilizarme... Yoongi no puede sospechar nada, no puede sabotear mi plan.

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