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Ni siquiera Taehyung sabía por qué había reaccionado así

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Ni siquiera Taehyung sabía por qué había reaccionado así. Jungkook tiene razón, no es la primera vez que tienen sexo. Pero esta vez era diferente. Había algo que le hacía sentir inquietud, no sabía si era su lobo o él. Pero ese algo le hacía sentir un nudo en el estómago y un cosquilleo en la piel. Algo que le asustaba y le tranquilizaba a la vez.

No entendía por qué Jungkook lo había mordido, como si quisiera marcarlo. Como si quisiera reclamarlo como suyo. Como si le importara más que una simple diversión, alguien para calmar sus deseos.

«¡Dios! ¿Por qué es tan complicado? Diosa luna, me estás castigando, ¿verdad?» Pensó Taehyung, mientras se tocaba el cuello donde aún sentía el ardor de los dientes de Jungkook. Se preguntaba si Jungkook también estaría confundido, o si solo estaba jugando con él. Se preguntaba si debía hablar con él, o si debía alejarse de él. Se preguntaba si lo que sentía era amor, o solo lujuria.

Taehyung no sabía qué hacer, ni qué pensar. Solo sabía que Jungkook lo había cambiado todo con ese mordisco. Y que ya no podía volver atrás. Aunque tampoco sabía exactamente que había cambiado.

Pero no podía ignorar lo que había pasado entre ellos. No podía olvidar la forma en que Jungkook lo había mirado, con una mezcla de deseo y ternura. No podía negar la conexión que habían sentido, como si sus almas se hubieran reconocido. No podía escapar de la realidad de que Jungkook era su compañero. Pero... eso es imposible, ambos son alfas.

Y eso lo hacía sentir más confundido que nunca. Porque no sabía si Jungkook lo aceptaría, o si lo rechazaría. Porque no sabía si estaba listo para enfrentar las consecuencias de ese vínculo. Porque ni siquiera sabía si ese vínculo era real.

Pero tenía que averiguarlo. Tenía que enfrentarse a Jungkook y aclarar las cosas. Tenía que saber si lo que había entre ellos era solo una atracción física, o algo más profundo. Tenía que saber si Jungkook sentía lo mismo que él. Tenía que saber si Jungkook era su destino, o su perdición.

«Neeh, después me encargo de eso, ahora a dormir».

Dicho y hecho Taehyung se durmió bastante rápido.

En definitiva, la fiesta de Jackson y esa maldita semana en este momento se sentían como un golpe en el trasero

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En definitiva, la fiesta de Jackson y esa maldita semana en este momento se sentían como un golpe en el trasero. Todo había salido mal desde aquella noche, cuando se dejó llevar por el alcohol, la pasión y el celo del Omega, su celo adelantado y su lobo. Cuando besó a Taehyung sin pensar en las consecuencias. Cuando creyó que finalmente podría tener algo con él.

Pero se equivocó. Taehyung lo estaba ignorando y realmente no sabía qué hacer al respecto. No respondía a sus mensajes, no devolvía sus llamadas, no le dirigía la palabra. Era como si no existiera. Y eso le dolía más que cualquier otra cosa. Sí, vivían en el mismo lugar, pero el Omega salía antes o después que él, y lo mismo ocurría cuando volvía.

¿Qué había hecho mal? ¿Por qué lo estaba evitando? ¿Acaso lo incomodaba? ¿O era que tenía miedo de sus propios sentimientos? ¿O tal vez ya tenía a alguien más?

No lo sabía. Y eso lo enloquecía. Quería hablar con él, quería explicarle, quería pedirle una oportunidad. Quería decirle que lo quería, que lo necesitaba, que lo deseaba. Quería volver a sentir sus labios, sus manos, su cuerpo. Quería volver a ver su sonrisa, sus ojos, su mirada, como cuando no lo ignoraba o como cuando pasaban sus celos. Y decirle que se vaya a la mierda lo típico, que dos alfas no podían estar juntos y más mierda de esa. Vaya drama.

Pero no podía. Porque Taehyung había rechazado a su lobo, al menos así lo sentía este.

Llevaba cuatro días para ser exactos desde que no hablaba con Taehyung. Bueno, si contamos el sábado, domingo, lunes y martes, aunque los dos primeros sí había hablado con él, pero no como siempre, así que cuenta.

Iba a seguir divagando entre sus pensamientos, pero sus amigos interrumpieron su rumia mental.

--Viejo, estás reflexionando demasiado estos días. -Comentó Jackson.

-Dios, Jackson. Literalmente estoy en esta situación por tu maldita fiesta, pero no es tu culpa, es mía... y de Taehyung. -Susurró Jeon al final.

-Una fiesta podría ayudarte, mañana Yugyeom hará una, puedes venir. Sabes que te vendría bien desconectar un poco. -Jungkook sabía que insinuaba algo más, así que simplemente se limitó a revolcar los ojos.

-No más fiestas para mí en un tiempo, gracias.

-Bueno, como quieras, después no digas que te dejo solo siempre.

-Solo me llamas para hablar e invitarme a una fiesta, disculpa si esta vez no quiero ir, señor galán-. Exclamó irónico Jungkook.

Bangchan, tratando de calmar a Jungkook, le dijo: Jeon, cálmate, ¿sí? Él no lo dice con mala intención, pero al verte alterado, es mejor que nos vayamos y te dejemos seguir divagando.

Los chicos simplemente se marcharon, dejando a Jungkook pensativo. Sin embargo, su atención cambió cuando vio al causante de sus frustraciones a lo lejos. Sin pensarlo dos veces, se levantó y corrió hacia él. El susodicho no parecía haberse percatado de su presencia, así que Jungkook le agarró la mano y lo arrastró hacia uno de los grandes y frondosos árboles que los ocultaban fácilmente.

-¿Me podrías explicar por qué mierda me estás ignorando? -Espetó Jeon con furia.

Taehyung lo miró algo nervioso, pero no se sentía del todo bien. Decidiendo no pelear, respondió: ¿Eh? Hola, ¿cómo estás? Yo bien, ¿y tú? Me alegro.

-Lo siento, pero responde -. Insistió, con un suspiro suplicante.

-Kook. Simplemente, no he estado de humor, así que no veo la necesidad de que vengas a tratarme como si fuera tu novio y sospecharas que te estoy engañando.

Jeon acorraló a Taehyung y lo besó. El contrario se sorprendió, pero poco después le siguió el beso. Se separaron por falta de aire, y Taehyung, con el rostro rojo, apartó la mirada avergonzada.

Entonces, Jungkook soltó la bomba: «Me gustas, Kim Taehyung.»

La mirada rápida de Taehyung reveló una mezcla de sorpresa, miedo y emoción.

Diooooosssss, estar en undécimo grado no es nada lindo, es extremadamente  estresante con tantas cosas que hacer

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Diooooosssss, estar en undécimo grado no es nada lindo, es extremadamente estresante con tantas cosas que hacer. No me quiero imaginar cómo será la universidad y menos con mi elección de carrera, según mis parientes cercanos es muy pesada, pero me gustaría estudiarla :(. En fin, me pregunto si seré masoquista o algo así.

Marca Inesperada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora