Prologo

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Si, lo sé. Hay momentos en los que prácticamente no queremos avanzar y quedarnos o simplemente morir y no sufrir más. En los que sentimos que la vida nos está golpeando con un bate hasta nosotros mismo decir ya basta.
Así me sentía yo, sentía que ya no valía la pena,
Que solo era un chico que su destino siempre sería caer.
Pero, lo que no sabía, es que todo iba a dar un cambio sumamente brutal; y que claramente el cielo gris de este ángel caído iba a tornarse de otro color y que sus alas, ya no serían las que por toda la vida fueron negras.

Soy Leevay hellings, el ángel caído.

Relatos de un Ángel Caído Where stories live. Discover now