15. La caja

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Leevay

Después de un día largo en la universidad llegué apresurado a la casa, aproveche que estaba sola y acomode. Ya el comedor no era uno, sino una sala de reuniones; aunque fue algo innecesario quería darle una buena impresión a él idiota de mi primo.
Obviamente el no le prestaría atención, pero soy Leevay, siempre sorprendo a la gente.

Subí al mi habitación y vi aquella caja, la abrí la observé, no pensé que sería momento de utilizarla.

Ya había pasado más de una hora y esos idiotas no habían llegado,y yo mientras estaba en el sofá tomando un buen vino, cuando escucho el timbre de la casa y el auto de Shane llegar.

— Ya era hora. — dije torciendo los ojos y después de gruñir.

Abro la puerta y entran los dos imbeciles.

Entro Shane y luego Theos mi primo.

Era mórbido de carácter imponente, agresivo pero siempre sabía mantener su auto control.

No sentamos en el comedor destapando otro vino, y comenzamos.

Theos habló haciendo bromas y bromas, diciendo que me había extrañado, intento levantarse de nuevo pero le dije que se quedara sentado.

— Bueno, ¿cual es el trabajo que tenemos que hacer Lee? — Pregunto Theos cruzándose de brazos.

— Simplemente hablaremos de lo qué pasó con Taylor y de lo que haremos. — respondió Shane con una voz que no era usual en el, era una voz de mando, lo cual eso me sorprendió.

— Tenemos esto no se puede quedar así muchachos, ay que tomar cartas en el asunto antes de que haga su otra movida y alguno de nosotros salgamos peor.

— ¿Que propones? — Dijeron los muchachos al mismo tiempo, viéndose extrañados los dos, me dio gana de reírme pero me tragué la carcajada.

— Averigüe y Taylor mañana en la noche estará en el un club que está cerca de el centro comercial que está a 30 minutos de aquí.

— ¿Solo iremos nosotros tres? — Pregunto Shane.

De eso te quería hablar. Iremos solo nosotros tres, pero ya le tengo la trampa a ese idiota. En el club en la parte de atrás me dijeron que los chicos se ponen a fumar, y solo tres de ellos que van con el a su seguridad.

Creo que ya se lo que quieres hacer. — interrumpió Theos.

— ¿Enserio? — Espero supiera, ya estaba concentrado en lo que haríamos.

Sip, solo disfrutemos amigo, se que estas molesto por eso pero ya mañana será el día así que trata de relajarte.

Y ahí nos quedamos bebiendo y distrayéndonos los tres, preparándonos para lo de mañana.

8:30 de la noche

Llegó el momento.

Ya estábamos en camino, mentalizándome mientras veía lo que era la ciudad. Visualizando todo con ojos de anhelo, quería paz y no me rendiría.

Me preguntaba que estaba haciendo Lyne, ya extrañaba oírla llevándome a mis límites.

Llegamos y esperamos justamente que el idiota ese saliera. En lo que lo vimos esperamos otro rato más y Theos bajo del auto dándole inicio a nuestra venganza.

Theos

Bajando del auto me sentía poderoso, la sangre se me iba calentando aun más listo para plantar mi puño es sus caras y me acerqué al callejón.

Relatos de un Ángel Caído Where stories live. Discover now