41 - Matemáticas

883 74 0
                                    

911 | S6 – E13





Todos fuimos a visitar a Buck cuando estaba en el hospital, sin embargo, cuando volví a casa no pude ir a verlo. 

Esperanza cada dos horas comía, se hacía y había que ver que quisiera algo, el problema era que lloraba, pero a veces no, y si no fuera por el olor u otras cosas no sabíamos que le sucede algo.

Mi papá me habló por videollamada y me contó que yo era igual de bebé, así que posiblemente la pequeña pudo haber heredado la memoria eidética.

La verdad, deseé que no fuera así.

La bendición de toda persona es poder olvidar los recuerdos malos y traumantes, pero yo no puedo, cada olor me trae a la mente un recuerdo, cada sonido y cada rostro que he visto.

Aún recuerdo cuando leí los expedientes en el hospital.

—¿Ya se durmió? —preguntó Eddie al ver la cuna, Esperanza estaba más que dormida, estaba quizás por el 7mo sueño.

—Es muy tranquila —dije, él asintió.

—Aún recuerdo las patadas de Chris cuando lo tomaba en brazos, su llanto, por un minuto creí que yo era el problema. Quizá los niños no me querían por ver algo más allá, ya sabes, eso que dicen de que los bebés ven cosas en las personas.

—Eddie, ¿por qué no vas a dormir? —dije al verlo.

—No puedo, bebí mucho café —en eso el timbre sonó y fue a ver, me levanté y salí de la habitación, cuando llegué a la sala vi a Buck durmiendo en el sofá y a Eddie con dos cervezas en la mano, en eso me ofrece una. 

—Estoy lactando —dije, él asintió y la comenzó a beber.

—¿Por qué ahora somos padres de tres niños? —dije al ir al comedor junto a Eddie, este río.

—Porque Buck es más como un hermano menor, todos sabemos que es hijo de Bobby —dijo Eddie al terminarse la cerveza.

—Le traeré una manta, se va a resfriar y Maddie vendrá por nuestras cabezas —dije, Eddie río. Le llevé una manta a Buck y lo tapé, después volví a la cocina y Eddie había terminado la otra cerveza, tomé ambas botellas y las dejé en la basura.

—Iré a dormir, si no despierta hoy, no lo molestes mañana —dije al acercarme a Eddie, este sonrió.

—Sabes que no puedo prometer nada —dijo al besarme, entonces me fui a dormir.

Las semanas pasaron y Buck regresó al trabajo después de 4 meses de reposo, aunque por lo que me contó Eddie, seguía preguntándose sobre sus 3 minutos de muerte y su sueño en el coma.

Ahora estábamos en el departamento de Buck ayudando a Chris con sus tareas, claro que él solo presumía ser capaz de hacer sumas sin calculadora, que, de hecho, él mismo era una calculadora.

—¿Cuál es la raíz cuadrada de 162? —le preguntó Chris al ver una calculadora.

—Es una raíz cuadrada inexacta. Así que creo que sería 12.727 —dijo Buck al dejar en la mesa un tazón de palomitas, yo tenía a Esperanza en mis brazos mientras juagaba con unas piezas de un juego infantil.

—Es cierto, increíble papá, Buck lo sabe todo —dijo Chris a Eddie, este sonrió.

—Sí, sí —Eddie buscaba en su celular qué pasaba con los que despertaban de un coma.

—No todo. Solo cosas de matemáticas —dijo Buck al servirle una cerveza a Eddie—. Hoy de camino al trabajo pude calcular cuantos galones de gasolina necesitaba para llegar a la estación de bomberos.

—¿Por qué no lo llenaste? —le preguntó Eddie sin dejar de ver el celular.

—Averiguarlo fue más divertido. Me encantan las matemáticas —dijo Buck al comer palomitas.

—Según esto, las personas adquieren habilidades cognitivas luego de una lesión en el sistema nervioso —dijo Eddie a Buck.

—Que definitivamente tuve —dijo Buck.

—Pero algunos doctores dicen que no es verdad —dice Eddie.

—¿Crees que supe la raíz cuadrada de 126 todos estos años? —dijo Buck—. No soy Tess con la memoria fotográfica.

—Y nunca la tendrás —dije al reír.

—Exacto, por tanto, tuvo que ser el rayo —dijo Buck.

—No lo apoyes —me dijo Eddie.

—Me acorraló. Caí en su trampa —dije al ver a Buck.

—Bueno, aquí dice que un hombre tuvo literalmente el poder del rayo —dijo Eddie.

—¿Qué? —pregunté.

—Las luces se encendían y apagaban cuando entraba en un cuarto —dijo Eddie mientras Buck se veía las manos.

—Super —dijo Chris.

—Sí, pero no le duró más que unas semanas —terminó de decir Eddie.

—Buck, debes aprovechar tu don de las matemáticas, se acabarán en unas semanas —dije.

—Ojalá hubiese tenido algo así, percepción extrasensorial o ver el futuro, o leer mentes de las personas —dijo Buck.

—Se ve que te gustan los comics —dije.

—Parecen poderes horribles —dijo Eddie.

—¿Cuál te parece ideal? —pregunté al verlo, entonces movió sus cejas mientras bebía cerveza, apreté mis labios.

—Quizá solo sea la primera fase —dijo Chris —. Quizá obtengas más poderes cundo seas más fuerte.

—Sí, como todo un superhéroe de verdad —dijo Buck al apoyar a Chris.

—Sin duda te atravesó un rayo —dijo Eddie.

—Es la historia clásica del origen —dijo Chris.

—Bien, ¿qué vas a hacer con tus nuevos superpoderes? —preguntó Eddie.

—Darme las respuestas a mis tareas de matemáticas —dijo Chris al sonreír.

—No, no, no, jamás vas a aprender si te da las respuestas —dijo Eddie al impedir que Chris le dé una hoja a Buck. 

—Soy el chico de las respuestas —dijo Buck —. Lo cual me gusta.

Un turno pasó y Eddie llegó contando lo bueno que era Buck en matemáticas y que de hecho apostaban con sus compañeros, y ganaba.

—Eddie, solo dime que no se te saldrá de las manos esto —dije al verlo, él sonrió y negó.

—No eso nunca pasará.

Después de que Eddie saliera con traje, volvió con dos bolsas de carne, de esas muy grandes y lo pillé justo cuando las estaba sacando de la camioneta.

—Fuiste a apostar con la jefa Williams —dije al verlo. Él sonrió.

—Ganamos —dijo, suspiré y negué con la cabeza—. ¿Qué? Teresa... —dijo cuando entré a la casa.

𝐒𝐓𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐒𝐊𝐘 - 911 [Eddie Díaz]Where stories live. Discover now