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Estar en el campus ahora que ya no asisto regularmente a clases se siente extraño.
Con el draft a la vuelta de la esquina es importante para mi cumplir la promesa que les hice a mis padres cuando decidí perseguir una carrera profesional como quarterback: terminar mi carrera universitaria. Es obvio que ya no voy a poder asistir a clases en el campus, entonces el plan es seguir estudiando remoto. La universidad ha sido muy comprensiva conmigo, ofreciéndome adelantar y posponer cursos según lo necesite.
Me hace sentir agradecido por la cantidad de personas que me cuidan la espalda en la nueva etapa de mi vida que está a punto de comenzar.
También me hace sentir menos asustado.
Estoy disfrutando mucho de mis últimos días en Baton Rouge. Esta última semana me he convertido en un novio a tiempo completo, acompañando a Maddison dentro y fuera del auditorio, aconsejando sus cambios en los guiones y cargando sus bolsas de vestuario dentro y fuera del campus. Después de una semana separados por el combine, tenerla conmigo las veinticuatro horas del día se siente como el cielo.
Hoy por fin es la noche de apertura y honestamente, nunca había visto a mi chica tan nerviosa. Siempre que actúa es la persona que más confianza tiene en su talento, y con razón, pero hoy es como si estuviera haciendo algo completamente ajeno a lo que sabe.
—Vas a hacer un hueco en el piso.
Levanta la cabeza del iPad, me da una mirada seria y vuelve su atención a las notas que está repasando.
Suelto una carcajada, dejando de lado el plato de fruta para enfocarme en ella. Me planto en frente suyo, descansando mis dos manos en sus hombros. Sus músculos se relajan de inmediato bajo mi toque, sus lindos ojos caramelo me miran cansados. Finalmente logro que deje de lado el iPad y se siente en la barra de la cocina.
—Maddie.
—Perdón. —dice soltando una carcajada— . Estoy nerviosa.
—Me di cuenta. —río— . ¿Qué puedo hacer?
Sonríe y apoya sus dos manos en mi pecho, asiento mi mentón sobre su cabeza y la rodeo con mis brazos, dejando que por al menos un par de minutos, su mente se enfoque solo en la sensación de mis brazos al rededor de su cuerpo.
—Esto es lindo. —murmura, su voz me hace cosquillas en el cuello— . Te amo.
—Te amo más. —murmuro de vuelta— . Hacer algo nuevo siempre es aterrador, pero naciste para esto, Maddison, no hay nadie mejor que tú. Te eligieron por una razón, si no confías en tu talento lo suficiente, yo puedo confiar por los dos.
