Capítulo 4: Entre sombras y siluetas.

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Aquel suceso en la puerta del estudio de Minho dejó una marca indeleble en la relación de Hyerim y Minho. Una sombra, antes apenas perceptible, ahora se cernía sobre ambos. Minho, sin mencionar directamente lo ocurrido, dejó claro en varias ocasiones, directa e indirectamente, que ciertos límites no debían traspasarse.

Hyerim, atormentada por la incertidumbre y la sospecha, se encontraba en un dilema emocional. ¿Hasta dónde estaba dispuesta a llegar para descubrir la verdad detrás de la persona que ama?

Las noches se volvieron inquietantes. Hyerim, incapaz de conciliar el sueño, se paseaba por el apartamento en silencio, como si cada sombra escondiera un secreto susurrado en la oscuridad. Minho, por su parte, se sumergió aún más en sus misteriosas actividades, saliendo en horas extrañas y regresando con la mirada cansada pero alerta.

Un día, mientras el jóven estaba fuera, Hyerim decidió explorar nuevamente la oficina. Esta vez, con más precaución, buscó pistas que pudieran arrojar luz sobre el enigma que rodeaba a su pareja.

Entre los documentos previamente vistos, encontró papeles que antes no logró notar. Era una serie de cartas manuscritas, dirigidas a Minho de una manera que sugería complicidad y lealtad. Las fechas y los nombres eran vagos, pero las palabras transmitían un sentido de urgencia y pertenencia. Hyerim se preguntaba quiénes eran estas personas que escribían a Minho y qué tipo de relación compartían.

Su investigación se vio interrumpida por el sonido de la puerta principal. Minho había regresado. Hyerim se maldijo a si misma, y apresuradamente, guardó las cartas para aparentar normalidad y prácticamente corrió hasta su habitación. Pretendía que su pareja pensara que se encontraba allí.
En cuanto lo escuchó en la sala, salió peinando su cabello con un cepillo.

Minho:
- Hola, cariño. - Minho la saludó con una sonrisa y un beso en los labios, pero sus ojos revelaban un rastro de sospecha.-

Él era una persona muy inteligente, con sorprendentes habilidades para deducir y acertar en cualquier tipo de situación. Y su compañera lo sabía, sabía que estaba jugando con fuego. Pero si algo la caracterizaba, era sin dudas, la curiosidad.

Hyerim:
- Hola, cielo.- Sonrió.- ¿Cómo fue tu día?

Minho:
- Rutinario. Muchas cosas del trabajo.- Minho desvió la mirada por un momento, para besarla nuevamente.-

Entregó unas rosas que escondía detrás de su espalda, y continuaron su día entre risas y cariño.

A pesar de eso, a medida que pasaban los días, la brecha entre ellos se ampliaba. Minho, consciente de la inquietud de Hyerim, se volvía más reservado. Sus salidas se volvían más frecuentes y menos explicadas. Hyerim, por otro lado, se debatía entre su deseo de conocer la verdad y el miedo a lo que podría descubrir.

La casa, una vez llena de risas y complicidad, se volvía un laberinto de secretos y sospechas. Hyerim, atrapada en una red de incertidumbre, se preguntaba si alguna vez conocería aquello que atormentaba a Minho o si estaba destinada a vivir a la sombra de un hombre cuyos misterios eran más oscuros de lo que jamás habría imaginado.

...

La vida seguía su curso en el lujoso apartamento de Kim Hyerim y Lee Minho, pero una tormenta silenciosa se estaba gestando en el interior de la relación. Hyerim, pasaba horas en soledad que lograban darle tiempo y lugar para sospechar, comenzaba a cuestionar las actitudes de Minho.

En una tarde lluviosa, mientras los cristales del ventanal eran acariciados por las gotas de lluvia, Hyerim decidió explorar la oficina de Lee, se deslizó entre los objetos meticulosamente ordenados, abriendo discretamente cajones y hojeando documentos. La tormenta rugía afuera, pero la verdadera intriga se desarrollaba en el corazón de aquel hogar. Entre los documentos de trabajo que tomó sin intenciones de leerlos y que jamás pensó que ocultarían algo, una carta amarillenta cayó al suelo. Dejó los documentos en su sitio, y regresó a por la carta, cuyo contenido hizo que en cuanto leyera, su corazón latiera con fuerza.

- METAMORPHOSIS - Lee Minho, Kim Hyerim.Where stories live. Discover now