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Estaba muda e inmóvil. Park Jimin estaba frente a mi haciéndose el dolido con un mano en su pecho y con sus labios abultados en un puchero; mientras que detrás de él, Kim Taehyung, se había quedado por unos segundos mirándome como si... no lo sé, no tengo ni la mínima idea de lo que significa esa mirada. 

—Oye, preciosa. Ya es bastante doloroso que te hayas besado con otro chico en la puerta ¿Ahora vas a ignorarme? —dijo Jimin acercándose a la mesa apoyando su brazo en ella.

Mi mirada volvió a recaer en él y pude ver de reojo como Kim continuaba con su camino como si nada. 

—Jimin... P-park... —Como una idiota dije su nombre al revés y eso hizo que él riera—. ¿Qué estás haciendo acá?

—¿No puedo estar aquí? —volteó hacia un lado como si buscara algo en el respaldar de su asiento—. No veo que haya un nombre escrito aquí, por lo tanto soy libre de sentarme —continuó aún con esa sonrisa encantadora en su rostro.

—Es que... está ocupado.

—Hay otro asiento al lado —se encogió de hombros.

Suspiré, algo me decía que no se iría fácilmente. Mire hacia atrás esperando que Jungkook no viniera aún, pero lo encontré en la cola esperando por la comida. 

—Oye, Jimin...

—¿Ya no soy naranjita? —preguntó alzando una de sus cejas divertido.

Una vergüenza repentina se apoderó de mi cuando algunos flashbacks inundaron mi mente, en los cuáles ambos estábamos en la piscina, y yo, de la nada, le digo ese ridículo apodo. ¿No pude escoger uno mejor? 

—No, ya no.

—Uh, es una pena. Me gustaba mucho ya que me lo pusiste tú —realmente no sabía si tomarlo en serio, pues su tono juguetón y coqueto me hacía poner en duda su palabra. 

—Mira, en realidad ese día yo no estaba consciente de lo que decía o hacía...

—De lejos —dijo riendo.

—Y tampoco recuerdo lo que habré dicho. 

—Lo sé, preciosa. Y es una lástima porque me debes algo —agregó apoyándose en la mesa e inclinando un poco su cuerpo hacia adelante con una sonrisa traviesa y coqueta.

Su cabello liso naranja caía por su frente dándole un aspecto armónico que combinaba a la perfección con su blanquecino tono de piel. Y dando mi más sincera opinión, el atuendo que llevaba hoy le quedaba buenísimo. Oh, Dios mio, debo ser fuerte.

Pero mis pensamientos se truncaron cuando escuché lo que dijo. ¿Le debía algo? Mire a Jimin, quien aún me observaba con esa sonrisa coqueta en su rostro, ahora con este apoyado sobre una de sus manos. 

—Quizá te puedo ayudar a recordar un poco —dijo y se levantó para venir a sentarse al asiento de mi costado. Su brazo pasó por el respaldar de mi silla y de pronto me sentí sofocada por su cercanía—. ¿Recuerdas ahora? —dijo en un tono más bajo acercando un poco su cara a la mía.

Negué, aunque su repentina acción me daba una idea de lo que era. Estaba más claro que el agua, ¿verdad? Se refería a un beso. Le debía un beso a Park Jimin. Y lo más loco de todo era que yo... no quería. 

Miren, Jimin es un tipo guapo, y puedo apostar que si le preguntara a las chicas en esta cafetería si quisieran besar a Jimin en mi lugar, se pondrían en cola en un segundo. No era que él no me pareciera atractivo, porque ya lo dije, lo es y mucho. Pero no me... gustaba de esa forma, lo que pasó en la fiesta pasó y ya. Ni siquiera recuerdo todo. Además Jungkook estaba a unos metros y no tardaba en regresar. Sí, dije que Jungkook y yo solo somos amigos con derecho, pero aún así, creo que regresar y ver esto sería un poco incómodo...

𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓? 𝐎𝐟 𝐜𝐨𝐮𝐫𝐬𝐞 𝐧𝐨𝐭;; 𝐊𝐓𝐇 & 𝐉𝐉𝐊Where stories live. Discover now