Espíritus: Bu.

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Galek se quedó junto a Megoro afuera de la cabaña en silencio

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Galek se quedó junto a Megoro afuera de la cabaña en silencio. Goy adentro estaba durmiendo junto con Kilan y Mikanel, era de madrugada cuando llegó.

Megoro se colocó delante de Galek cuando lo vió.

—Vaya... vaya... —dijo metiendo las manos en sus bolsillos—. ¿Ahora tienen guardaespaldas? No creo que pueda protegerte de mi... —ambos temblaron cuando en un parpadeo Dometeo estaba junto a ellos.

Megoro quedó inconsciente cuando Dometeo le dió un golpe en la cabeza pero cuando fue a golpear a Galek él ya no estaba. Se escabulló entre los árboles y sin ningún tipo de esfuerzo sus brazos se movieron solos, Dometeo se lanzó hacia él con una espada. Buscaba matarlo. Colocó sus manos frente a su cuerpo y lo apuntó.

—Traspaso... —susurró. Sus ojos brillaron y Dometeo salió disparado lejos del bosque quedando incrustado en el suelo después tener una estrepitosa caída, no pudo moverse por tener algunos huesos rotos.

Se quedó con la respiración acelerada sin entender que era lo que había hecho, fue hacia Megoro y Goy lo estaba curando, cuando lo vió llegar suspiró.

—¿Que fue lo hiciste Galek?

—No lo sé...

—Eso se sintió raro... —tocó su pecho—. Bastante raro.

—Dometeo... él... ¿Asesinó a Polorio? —Goy suspiró y tocó su cabeza.

—No quería involucrarlos... Quería que todo pasara sin mayores problema, pero al parecer todo solo podrá empeorar. —respiró profundamente y se volteó—. Vamos a casa.

...

Goy intentó no llorar cuando al iba siguiente Megoro le dijo que había preparado una cama para que pudieran colocar el cuerpo de Polorio. Estaba hecha de una tela de color azul pálido, el único color que conocía Rubí, rodeado de rosas también azules, el color favorito de Polorio.

Dejó el cuerpo de Polorio encima de la cama y se disculpó internamente con él por no haber podido salvarlo. Ni siquiera pudo levantar la mirada cuando el alma de Polorio salió de su cuerpo y voló hacia él rodeando su cuerpo, saltado encima de sus hombros. Megoro miró esa brillante alma azúl rodear a Goy, el alma estaba llorando.

—Mi señor...

Goy levantó las manos y el alma se posó sobre ellas, vió como Polorio caía y se acostaba en el inmenso paraíso de después de la muerte, dejó ir un poco de energía y Polorio le sonrió.

—Descansa Polorio, ahora estarás bien. —elevó sus manos dejando ir su alma viendo como no cambiaba de color.

Se había ido en paz.

...

Al siguiente día fue hacia la casa de Dometeo y sin darle tiempo de nada entró en la casa sacando a Judy y Mason mandándolos en unos caparazones de Rubí directo a la casa de Gurui.

El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora