Caminos Entrelazados

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El niño que encontré, bajó su guardia y se acercó más a mí. Su apariencia comenzó a cambiar: sus garras perdieron su filo, ya no tenía grandes colmillos y sus ojos se volvieron de color negro. Su apariencia era tan normal que nadie creería que aquel niño era una criatura inhumana.

—Jung... —volvió a repetirlo.

—Después de todo si podías hablar. ¿Te gusta tu nombre?

—¡Jiyuu! —Koe me llamó mientras se acercaba desde lejos—. ¿Por qué tardas?

Jung se alertó y volvió a tomar su forma de bestia.

—Mierda, el jefe tenía razón. Jiyuu, encontraste al niño bestia del bosque.

—¿Niño, bestia? —pregunté confundido.

Resultó que desde hace algunos años, un bebé había sido abandonado en la puerta de un orfanato de la aldea. Mientras crecía encontraban muy extraño su comportamiento, escapaba por las noches y regresaba cubierto de sangre antes del amanecer hasta que un día fue atrapado en el acto mientras tomaba la sangre de un cordero. Fue acusado como demonio y trataron de quemarlo en la hoguera; por suerte, fue capaz de escapar y comenzó a vivir en el bosque. Sobrevivió a toda caza hecha por los aldeanos y mató a aquellos que intentaron lastimarlo. Por eso el líder de la aldea le pidió a nuestro capitán que matara al niño.

Insistí en que aquel niño no haría daño y que yo me haría cargo de él. No podía permitir que lo sacrificaran por ser algo que él no decidió ser. Pensaron que yo estaba loco, pero no fue tan descabellado cuando expliqué que alguien cuya naturaleza era muy fuerte; sería de gran beneficio para los Mamoru. Cualquier cosa era mejor que abandonarlo a su suerte.

—No tengas miedo, es solo un caballo. —Jung no confiaba en subir al caballo, así que tenía que buscar una forma de convencerlo—. Necesitamos subir para llegar más rápido a la ciudad, allí conseguiremos muchos dulces.

—Dulces —repitió.

Era un camino largo de medio día, llegaríamos en la tarde a la capital y aprovecharía para ir a la residencia de los Liu.

Al llegar a la residencia, pregunté por el joven amo Chang Liu usando el nombre del Clan Mamoru gracias a mi insignia de soldado. Estaba arriesgando mi posición por usar el nombre del Clan a mi conveniencia, pero era un riesgo que debía tomar.

—Jang, mantente cerca de mí. Pronto iremos por más dulces.

El niño solía asentir y obedecía mis órdenes, era muy tranquilo. Estábamos de pie esperando en el jardín, dicho lugar estaba decorado con diseños de piedra, casi no había flores, el lugar era muy verde y había un ligero aroma dulce cítrico. Todo era muy limpio y enfocándose en un diseño sencillo y pulcro.

—¿Tú me mandaste a llamar? ¿Qué asuntos tiene el Clan Mamoru conmigo?

El joven amo de la familia Liu llegó. Se asemejaba al muñeco de Rina; tenía un largo cabello oscuro al igual que sus ojos, vestía elegantes ropas dignas de la nobleza y tenía un aire de soberbia. Era más joven que yo; según la información que obtuve tenía unos doce años, pero tenía una total confianza. Chang Liu mantenía los brazos cruzados y el ceño fruncido. Era claro que no era bienvenido y que le molestaba mi visita. Me sentí algo incómodo, no quería actuar de manera impulsiva o actuar de alguna forma que ofendiera a los Liu.

—Gracias por darme acceso a...

—Ve al grano —me interrumpió—. Los Mamoru no envían a sus soldados por una audiencia. Lo habitual es que envíen una carta, una invitación o que uno de los señores venga en persona. —Se acercó más a mí con una actitud desafiante—. Dime, ¿Quién te envió? Espero que no hagas perder mi tiempo.

El Alma de Pandora - Ruta: Kai el cazadorWhere stories live. Discover now