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Anteriormente : Viki se encontraba en la cocina preparando algo de comer cuando escucho un ruido en la puerta principal. Se asomó por la ventana y vio a un hombre armado tratando de forzar la cerradura. Corrió al segundo piso y le avisó a Shelburne que estaban intentando entrar y que tomara una de las armas.

Después de lo que pareció una eternidad, Joe logró abrir la puerta principal con la llave que Max le había dado. Entró con cautela, esperando no encontrarse con ningún enemigo.

Pero lo que vio fue a Viki en medio del pasillo apuntándole con un arma mientras que Shelburne se encontraba en el segundo piso apuntando hacia las escaleras dispuesta a disparar a todo aquel intruso.

Viki: ¡Oh, Joe, eres tú! Menos mal que no te disparé. -Se acercó a darle un abrazo- ¿Te encuentras bien?

Joe: Sí, y ustedes, ¿han estado bien? ¿No tuvieron problemas en estos días?

Viki: No, logramos despistar a los que nos seguían.

Joe: ¿Y Shelburne?

Viki: Está arriba. Joe, siéntate, voy a avisarle a Shelburne que todo está bien, que puede bajar.

Joe: Está bien.

Viki subió al segundo piso para hablar con Shelburne. Le contó que Joe había llegado y que no había nada de qué preocuparse. Shelburne bajó las escaleras con precaución, aún con el arma en la mano. Al ver a Joe, le sonrió y le saludó.


Los tres se sentaron en el sofá y empezaron a hablar de su situación. Joe les contó que Max les había conseguido unos pasaportes falsos y unos billetes de avión para irse a Japón. Les dijo que tenían que salir esa misma noche, antes de que los encontraran.

Viki y Shelburne aceptaron el plan sin dudar. Sabían que era su única oportunidad de escapar de sus enemigos. Se pusieron a hacer las maletas y a prepararse para el viaje.

Cuando terminaron, Joe les dijo que los esperaba en el coche. Salió de la casa con una bolsa y se dirigió al vehículo que Max les había prestado. Lo arrancó y se quedó esperando.

Pero mientras esperaba, vio por el retrovisor que un coche negro se acercaba por la calle. Reconoció al conductor como uno de los hombres que los habían atacado antes. Se dio cuenta de que los habían encontrado.

Joe sacó su teléfono y llamó a Viki.

Joe: Viki, tenemos un problema. Hay un coche negro detrás de mí. Es uno de ellos.

Viki: ¿Qué? ¿Cómo es posible?

Joe: No lo sé, pero tenemos que salir de aquí ya. Date prisa.

Viki: Está bien, voy.

Viki colgó el teléfono y le dijo a Shelburne lo que pasaba. Los dos cogieron sus maletas y salieron corriendo de la casa. Se subieron al coche de Joe y le dijeron que arrancara.

Joe pisó el acelerador y salió disparado de la calle. El coche negro los siguió de cerca. Comenzó una persecución por las calles de la ciudad.

Joe esquivaba los otros coches y las señales de tráfico, tratando de perder al coche negro. Viki y Shelburne le gritaban indicaciones y le animaban.

Viki: ¡Joe, gira a la derecha!

Shelburne: ¡Cuidado con ese camión!

Joe: ¡Lo sé, lo sé!

El coche negro no se rendía. Disparaba contra el coche de Joe, intentando hacerlo explotar. Algunas balas impactaron en las ventanas y los neumáticos.

Viki: ¡Nos están disparando!

Shelburne: ¡Devuélveles el fuego!

Viki sacó su arma y empezó a disparar por la ventanilla trasera. Shelburne hizo lo mismo por la delantera. Los dos intercambiaron disparos con el coche negro.

Joe: ¡Dejen de disparar! ¡Van a llamar la atención!

Viki: ¡No tenemos otra opción!

Shelburne: ¡Tenemos que detenerlos!

La persecución continuó por varios minutos, hasta que Joe vio una salida hacia la autopista.

Joe: ¡Ahí está! ¡Vamos a tomar la autopista!

Viki: ¡Buena idea!

Shelburne: ¡Vamos!

Joe giró bruscamente hacia la salida y se incorporó a la autopista. El coche negro los siguió de cerca. Joe aceleró al máximo, esperando poder alejarse de ellos.

Pero el coche negro no se daba por vencido. Se acercó al coche de Joe y trató de chocarlo. Joe esquivó el golpe y le devolvió el empujón.
Viki: ¡Lárguense!

Shelburne: ¡Idiotas!

El coche negro se enfureció y volvió a intentar chocar al coche de Joe. Esta vez, logró golpearlo por el lado, haciendo que Joe se desviara de su ruta.

Joe: ¡Mierda!

Viki: ¡joder !

 Shelburne: ¡Cuidado!

El coche de Joe se salió de la autopista y entró en una zona en obras. Había varios obstáculos y máquinas en el camino. Joe trató de esquivarlos, pero no pudo evitar chocar con una excavadora que estaba aparcada.

Viki: ¡Aaaaaah!

Shelburne: ¡Estamos jodidos!

Joe: ¡Agárrense fuerte!

El coche de Joe se estrelló contra la pala de la excavadora y se quedó atrapado entre el metal. El coche negro frenó y se detuvo a unos metros de ellos. Los ocupantes del coche negro bajaron y apuntaron con sus armas al coche de Joe.

Joe: ¿Están bien?

Viki: Creo que sí...

Shelburne: Yo también...

Joe: Tenemos que salir de aquí...

Joe miró por la ventanilla rota y vio que el avión que los esperaba estaba en la pista, a poca distancia de ellos. También vio que había un camión cisterna lleno de gasolina cerca de ellos.

Joe: Vamos, tenemos que llegar al avión...

Joe sacó una granada de su bolsillo y la activó. La lanzó hacia el camión cisterna y salió corriendo del coche. Viki y Shelburne lo siguieron.

Joe: ¡Rápido, rápido!

Viki: ¡Vamos, vamos!

Shelburne: ¡Corran, corran!

Los tres corrieron hacia el avión, mientras el camión cisterna explotaba detrás de ellos. La onda expansiva alcanzó al coche negro y lo hizo volar por los aires, junto con sus ocupantes.

Joe: ¡Lo logramos...Viki: Sí, lo logramos...Shelburne: Sí, lo logramos...

Los tres subieron al avión y cerraron la puerta tras ellos. El piloto los vio y arrancó los motores.

Piloto: ¿Qué ha pasado?

Joe: No hay tiempo para explicaciones, despegue ahora...

Piloto: Está bien, agárrense...

El piloto aceleró por la pista y levantó el vuelo. El avión se alejó del lugar del accidente, dejando atrás una enorme bola de fuego. 

Los tres suspiraron aliviados  se miraron y sonrieron. 

Habían escapado por los pelos de una muerte segura. Ahora les esperaba un nuevo destino: Japón.

LA MISMA PERSONA NOS UNIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora