Capítulo 19: Cinco Hombres Caídos A Su Paso Parte 3

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"¡Por aquí, señor!" El guardia de Rishe guio a Oliver, el ayudante del príncipe heredero, hasta el salón.

"¿Cómo está su estado?"

"Estaba pálida, como si le costara sentarse. Mi compañero Kamil está cuidando de ella ahora mismo."

"¿Quién más sabe de esto?" Exigió Oliver.

"La criada de Lady Rishe, a petición suya. Nadie más." "Bien."

Las órdenes permanentes de Arnold eran que cualquier circunstancia imprevista que implicara a Rishe debía tratarse con discreción, con el menor número posible de personas implicadas, para evitar que los rumores se extendieran por todo el palacio imperial.


Sobre todo con el Príncipe Theodore metiendo las narices, pensó Oliver. Vaya problema.

Tenían que trasladar a Rishe con sigilo y llamar a un médico de confianza. Mientras llegaban a la sala, Oliver calculaba la logística.

"Lady Rishe, ¿cómo está...?" La voz de Oliver se apagó en su garganta. Los ojos del guardia se abrieron de par en par al entrar en la habitación.

El salón estaba vacío. Kamil, Elsie y la inconsciente Rishe se habían ido.

"Señor, ¿qué hacemos, qué...?"

Oliver puso una mano tranquilizadora en el brazo del guardia. "Informaré a Su Alteza de inmediato. No hagas nada hasta que sepamos sus órdenes."

* * * * *

Aquella tarde, el Príncipe Theodore paseaba tranquilamente por la capital. Se había escabullido del recinto del castillo, como era su costumbre, con un solo guardia. Llevaba una túnica con una capucha baja y, a simple vista, nunca le habrían confundido con un miembro de la realeza. El disfraz era probablemente exagerado, ya que sólo el emperador aparecía en público. Muy pocos ciudadanos conocerían al joven príncipe. Sólo necesitaba ocultar su rostro para entrar y salir del recinto del palacio.


Theodore se metió en un callejón estrecho, un apretón para el guardia de gran complexión que le seguía. Era el tipo de calle que la gente evitaba incluso durante el día. La luz de la linterna de Theodore iluminó la destartalada hilera de casas. Localizó la única que tenía las luces encendidas y llamó a la puerta.

Una voz respondió y el guardia de Theodore se adelantó para abrir la puerta. Theodore entró saludando con la mano

Un anciano encorvado se inclinó profundamente ante él. "Hemos estado esperando su llegada, Alteza."

Theodore sonrió, sentándose en una silla cercana. "Dominic. Han pasado días. Me enteré de que Lena tuvo a su hijo. Qué maravillosa noticia."

¡La villana disfruta de una vida sin preocupaciones casada con su peor enemigo!Where stories live. Discover now