No debería permitirselo.

El trato.

Estaba en mi mes de prueba, y realmente ponía lo mejor de mí. Aprendí a esconderme por completo de ellos y solo pasaba tiempo en mi sala común, durante las clases elegía el asiento más cercano al profesor para evitar que tuvieran oportunidad de hacerme enojar y en el comedor, me sentaba junto a los Prefectos de mi casa para que no intentaran hechizarme sin ser vistos.

Pero no tuve en cuenta algo primordial: James Potter odiaba ser ignorado y no saber todo de todos. 

Era un chismoso al que le estaba empezando a hartar que no le respondiera a ninguno de sus ataques. No soportaba que lo ignorara, que pasara de largo o que fingiera no escuchar sus insultos.

Entonces, ahí empezó el verdadero reto. 

Un día, mientras me apresuraba en llegar a la sala común, fui halado fuertemente dentro de un salón en desuso, Potter se encontraba ahí, completamente solo, parado frente a la puerta, cubriéndome la salida y claramente disgustado.

Nos quedamos en silencio por varios minutos, solo observándonos, desafiándonos a ver quién iniciaría el próximo enfrentamiento, pero no iba a ser yo, porque Lily vale más que ese inmaduro.

"No entiendo de donde sacaste tanta valentía para querer ignorarme Quejicus, pero estoy harto de ese comportamiento, creí que ya entendías la dinámica." Otra vez esa sonrisa de lado, como si supiera todo, como si todos vivieran alrededor de él, creyéndose el centro del mundo.

"Oh Potter no sabía que tenias tanta dependencia a mí, lamento informarte que en cambio para mi eres tan insignificante" dos pueden jugar este juego, la sonrisita estúpida del cuatro ojos había desaparecido, dí en el clavo del ego, tal vez le había prometido a Lily que evitaría enfrentamientos con los Merodeadores, pero no dejaría que me humillara. 

Con mi varita todavía entre mis túnicas, la sostuve cerca por si necesitaba usar algún hechizo para desmayar al más alto y salir huyendo.

Aunque esperaba que Potter me hechizara, este nunca saco su varita, solos apretó los dientes.

"Ya quisieras pelo de escoba, simplemente que pareciera que por fin te rendiste y aceptaste tu debilidad ante mi"

Oh, golpe bajo, mi orgullo...NO, Lily vale más que el orgullo, respira y tranquilízate.

"No, realmente no me importa que pienses Potter, estamos lo suficientemente grandes como para estar en estas niñerías, no me importa lo que hagas pero no intentes arrastrarme a esta situación"

Por primera vez, Potter no dijo nada, solo me observó, no, me analizó. Algo sabe el muy infeliz pero quiere que yo lo diga. 

Él es un imbécil presumido, pero no es tonto; comprendía las cosas muy rápido, cuando le convenían. Entonces, él debería saber que algo está pasando para que yo no le respondiera en estas semanas, y el querer algo nos llevó a esta situación.

"No necesito que mientas con hacerte el maduro, Lily comento con sus amigas que, otra vez, esta confiando en ti porque le hiciste una promesa muy importante, entonces esa promesa nos lleva a esto, yo soy parte de esa promesa y depende de si quiero o no ayudarte que Lily te perdone"

Lo odio con todo mi ser. Era obvio que sabía algo o sino, ¿para qué todo el drama de hablar en privado? Y él nunca sale sin el resto de su grupete... Pero algo quería, porque nuevamente, había decidido que hablaran en privado.

Principalmente había buscado hablar conmigo.

James Potter, ¿Qué trama tu cabeza de nido?

"Como puedo deducir, tu pequeña cabeza grasienta a llegado a la conclusion de que busco algo, a ti y a mi nos interesa Lily, pero a mi me odia porque yo te trato mal, y contigo esta enojada porque te dejas influenciar muy rápido por nosotros para actuar mal, entonces estamos en la mano del otro "