No debería permitirselo.

Es más agotador de lo que parece.

Tres días, solo eso bastó para que todo Hogwarts se enterara de la absurda amistad que tenía con el Gryffindor, porque una tregua no suena cercana a la forma en que James me ha tratado.

Y todo inicio con su extraña necesidad de pasar juntos en los lugares más públicos de toda la escuela. 

El muy cabeza de estropajo tal vez no entiende que, a diferencia de él, yo odio ser el centro del mundo y odio que todos quieran estar inmiscuidos en mi vida.

Pero lo intenté, porque nadie creería que nos hicimos amigos si no pasamos tiempo juntos; realmente me esforcé en fingir que el cabeza de nido no me molestaba con su existencia o su constante presencia.

Solo habían pasado tres días, aunque mi mente lo sentía como 100 años, y todo se había vuelto más agotador cuando Pott-James decidió que pociones seria la clase que compartiríamos asiento.

 Pero no es mi culpa, yo, por estúpido, hice un trato con el único hombre que tiene tanto de ego como de impulsivo e imprudente. 

Así que él pensó que para nadie sería sorprendente y sospechoso ver a los dos enemigos jurados sentados juntos durante pociones, tan tranquilos, como si no tuvieran toda una historia juntos, como si eso borrara que desde hace 5 años se llevan hechizando, que no se podían ver ni en pintura, que los profesores habían castigado tantas veces que sus registros serían interminables.

Es que tenía que ser tan idiota como para ir tan tranquilo y campante a sentarse a mi lado durante la clase que más detenciones nos había sacado.

"Buenos días, Vee..." Ah, el estúpido apodo, claro que mi mañana debía iniciar con eso.

"No te vi durante el desayuno, y no pudimos terminar de hablar sobre lo de nosotros." Claro, grítalo por si acaso en el otro lado del mundo no te escucharon, porque desde el momento en que te sentaste a mi lado nadie ha hecho un solo ruido. 

Todo el salón estaba tan quieto, que la tensión y el suspenso se podían respirar.

Lily nos analizaba desde su asiento, no se lo creía nada.

Le expliqué, excluyendo un poco de información, que Po-James y yo decidimos ser amigos para el bien común, que no estuviera angustiada porque los dos habíamos accedido y nadie estaba siendo obligado. Pero, en palabras de ella, "Primero Petunia es aceptada en Hogwarts antes de que James y tú aprendan a coexistir en el mismo lugar. No te creo nada, Severus Tobías, y llegaré al fondo de esto porque me llamo Lily Evans." 

La quiero, pero qué mujer más terca. No puede aceptar que seamos amigos y ya.

Y eso me lleva a otro detalle. 

Parece que P- James (voy a repetirlo 1000 veces hasta que se me grave el nombre) les contó algo parecido a su grupete porque no estaban cuestionándolo al verlo sentado junto a mí, pero tenían la misma mirada de Lily, nos analizaban; la diferencia, Black, tenía en sus ojos algo conocido como molestia, como cuando tienes una piedrita en el zapato y lo único que puedes pensar es cuánto deseas sacarla y patearla lejos.

"Por eso decía, oye, Vee..., deja de ignorarme cuando te hablo. Te estoy contando que a Sirius no le gusta mucho nuestra amistad y está seguro de que estoy bajo el hechizo imperius, peor aún, bajo alguna poción que tu creaste para matarme lentamente y llevarme a la locura, ¿lo puedes creer?" Recién me doy cuenta de lo mucho que a estado hablando, ¿siempre a sido tan hablador?

El salón sigue igual de silencioso, esto me esta poniendo muy nervioso, tomo mi dedo meñique y lo empiezo a pellizcar; es como una forma de no desesperarme y no llegar a hiperventilarme, intento ver la reacción de las serpientes, pero antes de poder levantar un poco más mi rostro, soy halado a la realidad por un brazo robusto... ¿Qué hace el brazo de Potter sobre mis hombros?