dicen que cuando hay odio, también inconsciente, hay un 1% de algo que te atrae de esa persona. todo lo que te hace odiarla puede opacarse rápidamente por ese algo.
y eso era lo que paso a paso iban acumulando Valentín y Abril.
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al otro día, despues de una tarde llena de juegos y más visitas a sus lugares interesantes a Bariloche, ya quiero una ciudad muy grande con muchísimos lugares de turismo y para ver.
abril iba sin duda quería hablar con Martín después de hablar con el colo, le había explicado que iba a ir a hablar con el, aunque Valentín se molestó un poco, tuve que aceptarlo si o si ya que ella solo le decía eso, no es como que si el lo decidiera a ello.
- Martín, ¿podemos hablar? -preguntó abrir tocando una puerta por segunda vez ya que la primera no le dio ni pelota
y siguió así.
- Martín es en serio, ya sé que estás enojado pero hablemos aunque sea un poco -dijo de nuevo al no recibir respuesta o alguna señal por el.
golpeó de nuevo y la paciencia se acaba además de que tocó nuevamente esta vez varias veces seguidas haciendo retumbarlo en la habitación.
en realidad si él llega a abrirle para poder hablar ella no tenía ni siquiera ni idea de lo que podían hablar o al menos no se le ocurrió en ese momento ya que sabría que las palabras iban a salir cuando estén frente a frente.
otra vez como esperarse para ella que se hizo infinito el tiempo. no dudo en resoplar y su paciencia no era muy buena que digamos.
- bueno si no querés hablar te dejo -exclamo ella relamiendo sus labios con bronca sabiendo que se lo merecía ella- al menos que conste que si quise hablar con vos para aclarar las cosas
se quedó callada mirando la puerta esperando a que el le habrá la puerta, al menos con decirle que no quería hablar, pero en cambio no recibió ni una pizca de movimiento o sonido.
se quedó en silencio para soltar un suspiro de nuevo.
- perdón por no contarte lo de Valentín -comenzo a decir apoyandose en la puerta- me equivoqué una banda posta en no decirte la verdad desde el primer momento y lo acepto, si querés podés evitarme y hasta odiarme
se quedó callada de nuevo.
las palabras nisiquiera le salían.
- hablame cuando puedas enserio Martu, que quiero arreglar las cosas posta con vos -le dió fin a la conversación donde ella sola participaba.
se fue en pasos cortos pensando en que quizás el reaccione y abra la puerta para querer hablar, pero al parecer no quería y lo tenía que entender.
