Siempre se ha dicho que los criminales nunca cambiarán, que su naturaleza les mueve a hacerlo y no se equivocan. Un hombre que ha matado una vez lo volverá a hacer cuantas veces sea necesario. También dicen que el niño no es culpable sino el inocente, pero en mi caso eso no es del todo cierto.
He vendido mi alma al diablo.
La vida es un juego o matas o te matan, y mi instinto de supervivencia ha escogido.
Podría decirlo con esas palabras; sonar un tanto intelectual y pretencioso, una persona decente que sabe que ha cometido errores pero no es así, está muy lejos de serlo. Estaba orgulloso de donde había llegado aún cuando llevaba a mis espaldas un exceso de peso equivalente a los cadáveres de los que había matado y las manos manchadas de sangre. ¿Me sentía responsable o con cargos de conciencia por esas muertes? mi respuesta era no; si tan inocentes eran no deberían haberse cruzado en mi camino y pedirme a gritos que les volara la cabeza. Todo mi pasado me había llevado aquí y haría lo que estuviera en mis manos para permanecer donde estaba.
Y es entonces por lo que no me siento culpable de apuntar mi arma contra la nuca de una chica que está en el inicio de la adolescencia pero que ha vivido más desgracias de las que debería.
—No vas a conseguir nada matándome— escupió asqueada mirándome directamente a los ojos—. Es cuando me percato de las cicatrices en su cara, sobretodo alrededor de sus ojos. Suelta una risa carente de gracia— ¿Quién crees que me hizo esto? Les importo una mierda es más, si me matas solo les estarás haciendo un favor.
No me sorprende lo jodida que esta física y emocionalmente, porque era exactamente la clase de chica que no tenía miedo de afrontar la cruel realidad. La que sabía que tenía unas mierdas por padres, los que anteponían sus miserables vidas a la de ella. Lo sabía y esta bien con ello, porque se había perdido.
—Si esperas que suplique por mi vida, puedes empezar por sentarte por que eso no va a ocurrir...— entonces antes de que termine de hablar, uno de mis chicos le patea el estomago para callarla.
—Tus padres debieron enseñarte a mantener la boca cerrada.
—Lo hicieron, pero no tengo una polla a mano no se si me entiendes— Rhett le apuntó con la pistola furioso por ser vacilado por una niña.
Al contrario de estar muerta de miedo ni se inmutó por la acción, permaneció igual que antes. Le hice una señal a Rhett para que bajará el arma, la mocosa tenía valor.
Interesante.
Me acuclillé a su altura teniendo una mejor vista— ¿Cuál es tu nombre?— sabía que no iba a responderme a buenas. Pero no esperaba que me escupiera en la cara, sostuve su cabeza en mi mano y la impacté contra el frío suelo y con la mano libre limpié los restos de saliva—. Estoy perdiendo la paciencia niña, y no me querrás ver enfadado— advertí.
—Prueba— dijo con una fina hilera de sangre derramarse de su boca—. Si no le temo a la muerte... menos te voy a temer a ti que no eres más que un don nadie con aires de grandeza.
Oh no. La jodida mocosa no dijo lo que creo haber oído.
—Me estas reventando los huevos y déjame decirte que no de la manera que me gustan— le di otro golpe contra el pavimento. La solté y guardé mi arma en la parte trasera de mis pantalones
—Prez ¿Qué quieres que hagamos?
—Deshaceros de ella y que no quede ni un rastro de que hemos estado en esta pocilga— todos asintieron mientras sacaba un cigarro preparado para fumarlo.
—Eres un cobarde de mierda que le manda a hacer el trabajo sucio a sus perros— maldita niña del demonio, acabé de fumarme el cigarro que había encendido y nada más tirarlo cogí mi pistola.
Apreté el gatillo y todo acabó. Después el silencio fue inmediato.
PRÓXIMAMENTE.
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Tengo muchas esperanzas en la historia, el chico malo está muy visto en Wattpad y en cualquier sitio, esa clase de chico que se acuesta con toda vagina que palpite y que se enamora de la pobre inocente y abusada chica a la que salva. Desgraciadamente si esperáis encontraros esta clase de novela aquí, yo con toda la amabilidad os invito a marcharos porque aquí no la encontraréis. Tengo que añadir que no es la típica historia de amor convencional.
La historia será narrada totalmente por el personaje masculino. Incluye alto contenido sexual y violencia; así como puede contener lenguaje ofensivo y vulgar.
