𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟥𝟪

209 32 0
                                    

•• ━━━━━ ••●•• ━━━━━ ••

Hyunjin tragó saliva seca. Era difícil mantener la compostura aunque sabía que la abuela odiaba su aspecto desordenado.

Conocía la personalidad de su abuela. El carácter de la presidenta, así como su habilidad, jugaron un papel importante a la hora de levantar el grupo Keystil por su cuenta.

La gente especuló que la personalidad temperamental del director ejecutivo, podría haber sido heredada de su abuela. Lo cual también significaba que aquella personalidad original pertenecía a esta mujer.

Hyunjin sintió como las puntas de sus dedos se endurecían. -Félix puede morir.

Incluso ahora, él no tiene familiares ni amigos cerca. Si una rata desaparece sin que nadie se dé cuenta, no habrá nadie que quiera buscarla. Pensé que era una ventaja que no tuviera a nadie más que a mí, pero no esta vez.

Hyunjin trató de cambiar la forma de su expresión mientras cerraba los puños con sus dedos entumecidos. Sin embargo, una ilusión seguía apareciendo en su cabeza.

Las personas no identificadas que la presidenta habría contratado, ejercen un asalto violento contra el pequeño cuerpo de Félix, y eso no es todo... Vamos a parar. Cerró los ojos y volvió a abrirlos.

-El... Omega, yo lo encontraré y lo resolveré.

-Maldito bastardo, ¡dónde mierda tienes la cabeza!

Gritó finalmente la presidenta, ya que ella volvió a entrar en razón un poco tarde. Hyunjin consiguió exhalar y abrió la boca.

-No se preocupe. Él nunca hablará con la prensa ni hará nada parecido. No tiene las agallas.... Félix nunca...

-Si es así, ¿no tendríamos que tratarlo aún más limpiamente?

La presidenta odiaba la lentitud. Si se decidiera a tratar con Félix ella misma, lo haría.

La presidenta frunció el ceño mientras veía la apariencia indecisa de Hyunjin. Las dudas surgieron en su rostro ladeado por el desprecio.

-¿O hay algún problema?

-No es gran cosa, pero yo sólo...

-¡Habla claro, Hyunjin!

Una voz fuerte llenó la oficina de nuevo. Era difícil creer que fuera la voz de una anciana de más de setenta años. Hyunjin corrigió su postura. Los ojos de la presidenta, que eran claros incluso sin maquillaje, lo miraban fijamente.

-No hay problema...

Cuando habló con claridad y con una pronunciación correcta, a la presidenta le llamó la atención. Apoyada en el respaldo de la silla, se apretó la frente quejándose de que estaba cansada.

-Yo me encargaré de ello. Soy el responsable, así que deje que me haga cargo.

Desde que era pequeño, su abuela odiaba las excusas y hacía hincapié en la responsabilidad. Cuando los niños de esa edad jugaban con robots, Hyunjin aprendió de ella la administración de empresas. Lo mejor era admitir lo que pensaba que estaba 'mal' y decir que lo arreglaría.

Afortunadamente, la presidenta asintió. Hyunjin casi exhaló un suspiro de alivio.

-Asegúrate de hacer el 'nudo'.

Ante la palabra 'nudo', Hyunjin sintió una sensación de incomodidad.

-¿Tiene algo más que quiera?

La presidenta dio media vuelta a la silla y miró hacia la ventana. Era tarde en la noche, pero los bloques del edificio cercano estaban muy iluminados. La presidenta y él estaban reflejados en la ventana negra.

𝟗𝟗.𝟗𝟗% 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬Where stories live. Discover now