Estaban en Londres, un domingo cerca de las nueve de la noche, Aziraphale y Crowley cenaban en el Ritz.
Crowley: Ángel, ¿no crees que está mejor así? Dejamos el Cielo y el Infierno, estamos juntos y no tenemos que cumplir los caprichos de nuestros jefes.
Azira: Bueno, después de lo sucedido con el Anticristo y La Segunda venida, creo que sí. Aunque sigo estando nervioso, si se enteran que seguimos en la Tierra, nos matarán —miró al techo unos segundos.
Crowley: Vamos, no te preocupes por eso, no creo que pase, es igual que con Gabriel, no nos reconocen, además, no les importa lo que pase aquí, o ya nos hubieran encontrado.
Aziraphale soltó un suspiro de exasperante. Era obvio que algo malo pasaría, lo sentía en el aire, o al menos no todo sería color de rosa, pero estaba feliz, porque, a pesar de todo, tenía a Crowley, y ahora estaba seguro de lo que sentía por él.
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Pasaron unos días después de eso, gracias a Crowley, Azira estaba más tranquilo y trataba de no pensar negativamente, después de todo las cosas no iban tan mal.
Ambos estaban en la librería, Aziraphale tomando té y Crow lo acompañaba con una copa de vino, aunque al final los dos terminaron borrachos y Azira volvió a mencionar su mal presentimiento.
Crowley: Ya te lo eh... —el demonio estaba atontado, trató de recordar que iba a decir —Ya te lo eh... te lo eh dicho, ángel, si no... si no —Azi lo interrumpió.
Azira: Crowley, te digo que algo raro está pasando, créeme.
Crowley: No... no creo ...no creo que debas... debas preocuparte —hizo una larga pausa y luego continuó—. Vamos... hemos pasado... por mucho... tranquilo.
Azira: Pero... —hizo una mueca—Oye no puedo hablar en éste estado.
Crowley: Concuerdo.
Ambos se quitaron todo el alcohol que habían tomado y decidieron que era tarde para hablar y que esperarían hasta mañana.
Al día siguiente, hablaron por varias horas sobre el Cielo y el Infierno, a Crowley le disgustó pero supuso que era lo mejor para Azi y así no estaría tan histérico.
Para despejar su mente, el dúo fue a St. James's Park por un helado.
Aziraphale se sentía peor, cómo si ese lugar era donde pasaría el mal augurio que sentía. En lugar de relajarse estaba nervioso.
Crowley: Te ves asustado, ¿Sucede algo? —preguntó Crowley con una notable preocupación.
Azira: Algo raro sucede aquí, o aún no ha sucedido, pero es muy, muy malo.
Crowley no estaba muy convencido de lo que decía Aziraphale pero entendía porque estaba tan preocupado, aún así, no le tomo tanta importancia, hasta después.
Cuando regresaban a la librería, se dieron cuenta que "gente" vestida de blanco los estaba siguiendo, no podían ser ángeles, pensaron los dos.
No sabían que hacer, podían llevarse a Aziraphale en cualquier momento y quién sabe que le harían.
Azira: ¡Te dije que algo estaba mal, Crowley! —dijo el ángel con miedo.
Crowley: No te preocupes —abrazó a Azi—. Seguro estan aquí por otra cosa.
Azira: Ambos sabemos que eso no es verdad, debemos irnos.
Crowley: De acuerdo, voy por nuestras cosas.
Azira: Te acompaño.
Crowley: No, estás nervioso, quédate aquí y trata de calmarte.
Azira: Está bien.
En el momento en que Crowley se fue, los ángeles entraron con cautela y se llevaron a Aziraphale.
Crowley: ¿Ángel? —preguntó el demonio con confusión—¡¿Ángel?!
Pasados unos minutos, Hastur apareció sentado en una de las sillas de la librería con una espantosa sonrisa para luego darle un golpe en la cabeza a Crowley y llevárselo.
Holiii, perdón por tardar mucho en subir el primer cap, es mi primer historia y no se cómo escribir JAJAJ por eso me tardé. Está muy chafa la verdad pero trataré de esforzarme más :D
