Capitulo 7

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Dos golpes sonaron en la madera

Mr. Jeong levantó la mirada al sentir el sonido de la puerta.

— ¿Sí?, Puede pasar— Pronunció el hombre dejando su tan amada birome color bronce, que le había regalado uno de sus mejores abogados y secuaces a modo de acuerdo de un viejo trabajo hecho por ambos.

— D-Disculpe Jeong Nim, le han llegado dos paquetes y un sobre — ingresó la secretaria con las manos ocupadas.

— Déjalo ahí — señaló un costado de su amplio escritorio.

— Sí — asintió la mujer dejando las cosas en el lugar indicado— Con permiso— pronunció, haciendo una reverencia y dejando la sala.

El elegante hombre, tomó las cosas y las puso en frente de si.

Sonrió ampliamente al ver la caja de puros, famosos por su buena calidad y marca extranjera, tomó uno para apreciar su aroma y dejarlo nuevamente en su lugar.

Abrió el siguiente paquete, que contenía un regalo de parte del candidato electoral más nuevo, el que quería ascender al puesto y claro, haría trampa y ensuciaría sus manos si era necesario para conseguirlo. El hombre altanero sonrió al ver dentro de la caja una camisa color beige, una corbata color rosa pastel y una refinada botella de vino tinto.

Siempre recibía esta clase de cosas provenientes de sus importantes clientes de clase alta.

Se dispuso a abrir el sobre blanco. ''Sin remitente'' supuso que debía ser algún cheque.

Abrió el papel luego de romperlo, y al divisarlo su rostro palideció inmediatamente.

''Mordiste la mano que te daba de comer. Abstente a ser castigado, como el perro asqueroso que eres''

<<Maldición>> pensó con su alma yéndose y volviendo a su cuerpo por un momento, el cual sudaba frío. Inmediatamente agarró el teléfono.

— Min Chae, necesito que muevas todo mi dinero a mis otras cuentas bancarias. ¡Solo hazlo! — pronunció totalmente nervioso. Estaba completamente en pánico, ésta carta solo significaba una cosa, su perdición. Sujetó su cabeza con ambas manos, y dirigió su mirada perdida hacia todos lados, buscando una solución.

—Señor— fue interrumpido por uno de sus guarda espadas.

— ¿Qué quieres?— preguntó molesto y desordenado.

—Recibimos comunicación de que los pasados días su hijo fue visto a tardes horas de la noche por las calles, en un taxi fuera de la mansión, cerca del centro—

Jeong se levantó inmediatamente de su asiento.

— !MALDICION! — gritó tirando todo lo que tenía frente a el sobre el escritorio con sus brazos hacia el piso.

Sintió el sonido de las aves piar y abrió pesadamente sus ojos. El menor vio que debajo de su cuello un masculino brazo reposaba en dirección contraria y el lo sujetaba con su mano.

Unos dedos le acariciaron el cabello.

— ¿Dormiste bien?— Dae-Hyung preguntó con voz gruesa dulcemente, mientras le miraba.

Young Soo se giró de lado para ver al peli gris acostado en su espalda, quien le prestaba su brazo como almohada.

—No te acostumbres a dormir aquí— sentenció.

Dae solo podía pensar en lo lindo que se veía su conejito al despertar, con el rostro un tanto hinchado y el cabello negro alborotado.

— Mmm, ya llevo una semana durmiendo aquí y... Me acostumbro rápido— mostró una sonrisa amplia haciendo que sus ojos se achicaran por el gesto— Además, si mal no recuerdo, ''No me dejes solo'' son las palabras que me trajeron—

Penicillium (Novela BL)Where stories live. Discover now