capitulo 12

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Estaba eligiendo su vestimenta, la verdad no tenia ni idea como vestirse para caer bien a los miembros de la mafia, optó por una ropa oscura y ajustada, que hacía resaltar su figura, un traje negro al cuerpo, sin corbata con los primeros botones sin abrochar, y para darle más elegancia se puso un reloj dorado, se vio al espejo.

–pero que guapo– se admiro– que con estás pintas en vez de entrar a la mafia me entran a mi.

Si muy esquizofrénico nuestro Gus.

Ya listo se fue camino al burdel, que desagradable lugar, en cierta manera le molestaba más ver mujeres desnudas más que otra cosa, nunca le fue las mujeres, para nada.

....

Al entrar lo primero que vio fue a Igor, sentado esperándolo, se acercó a él y lo saludo con la mano.

–buenas guapo como estás hoy– dijo halagado a Igor a modo de saludo.

–erres muy grracioso Gustabo– desviando el tema– vamos adentro que el amo Hai te está esperando.

Entraron y ahí estaban, lo que parecía ser Hai, un señor chino con lentes, un hombre rubio al lado de un hombre con un pelo medio amarronado entre gris, y al lado un hombre morocho.

–bueno yo presentar a gustabo– lo mando adelante suyo– el ser Gustabo García.

–dias porque bueno estoy yo– y ahí está su comentario innecesario– como están guapos.

–eles glacioso  Gustabo, yo soy Hai.

– pero que estoy viendo– dijo acercandose a gustabo– es usted un ángel caído del cielo– le agarro la mano y la beso– sono carlo gambiono Piacere di conoscerti (yo soy carlo gambiono mucho gusto)– dijo en italiano coquetamente a Gustabo.

Y Gustabo se sonrojo, que era esto, le hizo un cumplido y encima le hablo en italiano, se iba a desmayar ahí mismo.

–si tú quieres ser mi demonio–pregunto a carlo– para hacerme pecar todas las noches– le insinuó–guapo– y le guiña un ojo

Y es que si Gustabo se podía sonrojar, pero nunca se dejaba, el era Gustabo y no le tenía miedo a nada.

–bueno paren ustedes, ya después se van a poder comer el morro– dijo celosamente– mucho gusto Gustabo yo soy Toni.

Se acercó a Gustabo y le beso la mano, dios empezaba a gustarle mucho el acentro italiano.

–Piacere di conoscerti bellezza (mucho gusto belleza).

Y no podía más del calor, que no tenía aire esa habitacion?

–yo soy José– dijo sin más– mucho gusto.

– mucho gusto para todos, espero les agrade y me dejen ser parte de su mafia.

Y les regalo una sonrisa hermosa, y los dos hermanos quedaron atontados por esa sonrisa.

–y bueno cuéntanos pol que quieles entlal a nuestla mafia Gustabo– le pregunto Hai.

–me enteré que son una de las mejores mafias de esta ciudad, yo era de una mafia de los santos, y bueno la desmantelaron y me fui de la ciudad a buscar un nuevo camino y una nueva familia.

heather - volkabo versiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora