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018; dominó.

Marbella
NONI:

— ¡Dominó coño! —vocee mientras con una mano estrellaba la ficha en la mesa y con la otra sostenía la cerveza que me bebía.

Mauro, frente a mi, celebraba la ganada mientras volteaba las fichas de Mariana y Miko, quienes negaban con la cabeza y discutían entre ellas.

— ¿Pa qué tú te agachaste con lo blanco? Tú no ve que yo siempre salía con eso, hasta la cajita me mataste.

— Mis hijas, dejen lo pleito' que como quiera mama las mato.—les dije mientras miraba como Mauro contaba las fichas de ellos tres.

— 75 tanto'.—le dijo a Bonaroti, quien era el encargado de llevar la cuenta.

— Tú eres una tramposa.—me dijo Miko, llevando mi atención hacia ella.— Aún yo estando arriba de ti, tú sabes cuáles son las fichas que yo tengo.

— Si, e' velda'...—dijo ahora Mariana.— y tu cabron, te haces el loco porque te conviene.—acusó a su hermano que sonreía hacia nosotras.

— Si mi frente gana, gano yo... no importa como sea.—le murmuró a la peli corta a su lado izquierdo.

— Dejen de ta peleando con Noemí, que como quiera no van entender como es que les ta' ganando.—comentó Arleen, quien estaba muy ocupada a unos metros de nosotros pintándoles las uñas a Jonuel.

— Son código, mis niños.

— Bandida.—escuché el murmuró molesto de la peli blanco a mi lado, quien empezaba a barajar.

El inicio de las fechas del tour había sido ajetreado, tres días pisados de constante movimiento y luego de la presentación de anoche en Marbella, el crew al fin se encontraba descansado en un Airbnb de ensueño en Mallorca. Las vistas hacia la playa desde la casa, eran mágicas y la tranquilidad reinaba dentro del grupo.

Me encontraba con Arleen y Jonuel, los tres sentados en la arena mirando hacia el mar con una ronda de preguntas para entretenernos.

— Bien... ¿orientación sexual? —nos preguntó Jonuel mientras sonreía.

— Traumada.—contestó inmediatamente Arleen, haciéndonos reír a los tres.

Suspire al ver como ambos volteaban a verme a mi.— Heter-

— ¡Mentira! No lo digas.—me interrumpió Jonuel mientras miraba con espanto a Arleen.

— Yo no te lo dije a ti.—le dijo ella.

— Todo se nos va a complicar...—dijo él mientras yo los miraba a ambos con el ceño fruncido.

— ¿Entonces, mis niños? Yo sigo aquí.

— Ya... next question.— dijo Arleen, poniéndole fin a su conversación en susurros con Jonuel.

— Una piña colada sin alcohol, por fa'.—le dije al bartender.

Vi como él asintió y me gire para ver a los chicos dentro del agua mientras jugaban. Luego de tres rondas más de preguntas con Jonuel y Arleen, los demás se nos habían unido y habíamos decidido meternos al agua.

Me toqué el cabello, totalmente húmedo y seco, no había dejado rastro de lo liso que estaba ayer, dándole paso a unos rizos incontrolables que me resultaban muy familiares.

— Piña colada sin alcohol.—me dijo el moreno antes de depositar la bebida frente a mi.

— Gracias.—le agradecí mientras le daba un sorbo y dirigía mi mirada al celular en mis manos, pero una voz a mi lado me hizo voltear.

— ¿Quién pide una bebida sin alcohol en la playa? —me preguntó mientras tomaba asiento a un lado mío.

— Hola amor...—le sonreí.— ¿y tú? ¿cansada?

Miko sonrió mientras dirigía su mirada a mi después de ordenar lo que bebería. —Estoy bien, chula.

Asentí mientras la miraba. Los tatuajes que portaba eran aún más notorios a la falta de una prenda que la cubriera por completo, dándole color a la palidez de su piel.— Me gustan tus tattoos.—le dije mientras pasaba mi dedo índice por ellos.— Pero la verdad, si te viera de noche y con un pasamontañas, saldría huyendo.

Su risa no se hizo esperar mientras negaba con la cabeza y recibía el trago. — Me alegra de que te gusten.

Le sonreí. Mientras la miraba fijamente. Hablar con ella y hacerla reír era completamente sencillo. No había ciencia en ello. Por más tímida que mostrara ser, una vez tomara confianza era imparable y las palabras se deslizaban con facilidad de sus manos.

— Me caes muy bien.—le dije, haciéndola girar hacia mi.— Gracias por permitir que viniera, sé que fue de imprevisto y lo aprecio bastante.

— Don't worry... para mi es un honor tenerte aquí. —me dijo.— O sea, no todos los días andas con una chica tan bella pegada como un chicle a ti.

— ¿Brahma, Presidente o Corona? —voltee a ver la chica camuflada, quien era la encargada de empujar el carrito.

— Las tres.—me respondió.

— Ay, tan linda.—le dije mientras depositaba varios six pack en el carrito.— Agiliza que tengo que ir a buscar una crema pa esto moño.

— Pareces una leona.—me dijo mientras su mirada estaba fija en el moño que llevaba, de donde hebras negras y rizadas parecían escaparse.

— Discúlpame por no haber tenido la suerte de tener el cabello muertecito.

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.ꪱᥐ᥉⅌ꪆ 𝓌𝑒 𝒶𝓇𝑒 𝓂𝒶𝓃𝒾𝒻𝑒𝓈𝓉𝒾𝓃𝑔 𝒾𝓉.
written by saera.