Capitulo uno: Espera.

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Capítulo 1.

Una niña de unos 6 años estaba viendo por la ventana de la sala hacia el exterior de su casa, aunque no es que haya mucho que ver, ya que la vista fuera de la casa es realmente deprimente. Un cielo de un gris oscuro junto con zonas industrializadas que rodean al vecindario.

La niña que está viendo hacia el exterior es Leria Snape viviendo en su reencarnación número 17. Si esto es una mierda pero a diferencia de su reencarnación anterior en esta tiene familia, un padre para ser más específico. No sabe qué pasó con su madre y su padre tampoco habla de eso y si algo aprendió viviendo 17 veces en tiempos distintos y probablemente dimensiones distintas, es que no es bueno ser muy entrometida cuando no le incumbe.

Claro con la forma de ser de su padre parece más huérfana que otra cosa pero por lo menos tiene una persona que semi-vela por ella, algo es algo supone. tampoco es como que pueda quejarse mucho, a lo largo de todas sus vidas ha aprendido que es mejor tener un techo y comida garantizada, lo demás es subjetivo.

-ahh- soltó un suspiro la niña de largos y ondulados cabellos castaños. -esto apesta- se quejó. La niña se alejó de la ventana para caminar rumbo a la cocina y buscar algo de comer o algo que pueda cocinar.

-ugh- Leria hizo una mueca de disgusto al ver el refrigerador -no hay nada.... Oh, hay huevos puedo hacer algo con ellos- Leria agarró 2 huevos del cartón y los dejó con cuidado en la mesa se fue a buscar los instrumentos para cocinar su comida y se puso manos a la obra. En unos 15 minutos ya tenía su cena lista en la mesa, solo hace falta sentarse y comer.

-....- Leria vio al reloj para saber la hora mientras mastica su comida. A las 6 de la tarde su padre vendrá por unos momentos para asegurarse que todavía esté viva. -faltan 30 minutos antes que venga padre- dijo mientras toma su último bocado de comida una vez termino dejo los platos sucios en el lavaplatos con la idea de que los lavara mañana, hoy no tenía ganas.

-Bueno, vamos a leer algo- camino y fue al estudio de su padre ya que ahí está el librero con todos los libros de su padre, se adentro al estudio de su padre vio un rato la peculiar decoración de su padre y se acercó al librero para agarrar un libro de pociones (que son los que más abundan, esos y los de artes oscuras) y ponerse a leerlo mientras espera que llegue su padre, aunque no son muy cercanos, eso es porque tienen cierto cuidado por no decir que prefieren dejar afuera a los demás de sus secretos que prefieren ser distantes, al menos ella lo hace su padre aleja a las personas siendo sarcástico y desagradable con todos, pero más con sus alumnos especialmente los de Gryffindor.

Aunque es muy raro que ambos demuestran afecto entre ellos lo máximo que hacen es darse una palmaditas muy pero muy incómodas entre ellos, de hecho son contadas las veces que su padre mostró cariño o amor paternal ya que la mayor parte del tiempo finge que no existo. Pero aún así es mejor eso que estar en un orfanato, la última vez que vivió en uno no fue la mejor experiencia y decidió que era mejor vivir en la calles que tampoco fue genial pero al menos fue mejor que el orfanato.

Leria decidió dejar de pensar en el pasado de una vida que ya pasó y se acomodo en un sillón de lectura que tiene su padre para leer en su estudio. Y así se fue de lleno en su lectura, las pociones le generan una pequeña curiosidad pero no mucha, a ella no le gustan mucho la mayoría de los ingredientes los encuentra asquerosos y desagradables.

Tan enfrascada estaba en su lectura que no se dio cuenta del momento en el que su padre regresó a casa por medio de la puerta flu.

-Leria- llamó su padre con su voz baja casi susurrante sus palabras siendo arrastradas. Su padre un hombre serio que gusta de vestir de negro como si todos los dias fuera a ir a un funeral.

-llegaste...- quita la mirada del libro que estaba leyendo y dirige su mirada a su padre. -Has vuelto más temprano hoy- no sabe la hora pero no cree que haya pasado mucho tiempo.

-No, llegue a la hora de siempre solo que no te diste cuenta- dijo el alto hombre vestido de negro clavando sus ojos negros casi vacíos de toda emoción en el cuerpo de su hija que esta sentada leyendo un libro de su colección de pociones.

-ah- Leria aleja sus ojos del cuerpo de su padre para fijarlos en el reloj que está en el estudio de su padre y se da cuenta que su padre tenía razón. -No me di cuenta- admite con calma antes de volver sus ojos al libro de pociones que descansa en sus manos.

-Si, eso veo- le dijo Severus de forma cortante y se formó un silencio incómodo en la habitación. -...um, ¿ya cenaste?- le pregunta Severus con algo de torpeza no está acostumbrado a tomarse esa consideración, cuidado y preocupación hacia otras personas y a pesar de ser su hija y que lleva viviendo casi 6 años con ella aún le resulta algo complicado tratarla de una forma no tan grosera.

-uh, mmm... Si ya cene- contestó con un poco de torpeza ya que no esperaba la pregunta de su padre, no sabiendo qué más decir guarda silencio y así la habitación se vuelve a inundar de ese tan característico silencio incomodo entre padre e hija.

Se quedaron unos momentos más en silencio con su padre en su escritorio leyendo algunos documentos de alta importancia y que ella no debe de ver ni leer y ella por su parte seguía en su lugar sentada en el sillón cerca del librero y reanudó su lectura. después de una hora su padre se levantó de su escritorio y se fue hacia su laboratorio de pociones que tiene en casa para recoger algunos ingredientes raros que el guarda ahí o eso es lo que supone Leria y tampoco es como que vaya a preguntar, unos minutos después su padre salió del laboratorio y se acercó a la chimenea, en el arriba de esta había un pequeño jarrón que en su interior había polvos flu que su padre usa para ir y venir de su oficina en Hogwarts al despacho de su casa. claro todo con el permiso del director, mi padre toma un pequeño puñado de polvo y deja el jarrón de nuevo en la estantería encima de la chimenea.

Antes de tirar los polvos al fuego de la chimenea de su despacho gira su rostro para verme. -Ya me voy, asegúrate de terminar tus deberes y no te quedes despierta tan noche. y sobre nada en este mundo entres a mi laboratorio- con eso dicho tiro los polvos al fuego y dijo su destino y entró a la chimenea, dejándome sola en el estudio.

Con un suspiro cerré el libro que estaba leyendo lo deje en su sitio y salí del estudio caminando rumbo a mi habitación una vez dentro de ella me prepare para dormir y si bien es relativamente temprano no tenia ganas de estar despierta y asi pase un dia mas esta nueva vida.

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La Hija De SnapeWhere stories live. Discover now