Capitulo cuatro: Permiso.

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El tiempo pasa de una manera graciosa a veces rápido y otras lento. En este caso paso rápido Leria tiene nueve años ahora, lo que significa que solo le faltan dos años para poder estudiar en Hogwarts. Lo cual le llena de curiosidad, porque a pesar de leer diferentes libros que hay de la magia de este lugar, todavía quiere saber qué tan diferente es la magia de este mundo con la que conoció y usó en otras vidas.

La magia en esta vida se necesita varitas para que funcione, aún recuerda cuando tenía cinco años y ''tomo prestada'' la varita de su padre para saber qué se siente, cabe decir que no llegó muy lejos su padre se dio cuenta antes que hubiera podido intentar hacer un simple hechizo y la castigo por tomar su varita y cometer un acto estupido e imprudente.

Ahora con su nueva edad Leria cree que es lo suficientemente grande para salir de casa, para, no se ¿jugar? no está segura solo que quiere salir de la casa y dar una vuelta por el vecindario, pero para eso necesitará el permiso de su padre.

Así que con la confianza en el cielo camino rumbo al despacho de su padre y con toda su confianza toca la puerta y entra.

En la habitación podemos ver a dos personas una es una niña que esta sentada en el suelo mirando fijamente una esquina de la habitación con un ceño fruncido y un puchero en sus labios, la otra persona en la habitación es un hombre vestido de negro sentado en su escritorio leyendo unos pergaminos importantes para su trabajo con una expresión seria.

-¿Cuánto tiempo planeas seguir enfurruñada?- Le pregunto Severus a su hija quitando la vista de sus papeles para verla, levantando una ceja ante su comportamiento infantil.

-....- Leria no dijo nada solo se cruzó de brazos y siguió con su puchero.

-Cuando termines de hacer tu berrinche quiero que me ayudes a organizar el almacén de los ingredientes de pociones- dijo con un suspiro Severus, para después levantarse de su escritorio y caminar hacia la puerta que lleva a su laboratorio de pociones. Aunque le parece divertido ver a su hija haciendo pucheros ya que es algo raro de ver en ella, pero nunca admitirá eso ni siquiera bajo veritaserum.

Leria continuó con su queja silenciosa durante cinco minutos más antes de aburrirse e ir al laboratorio de pociones para ayudar a organizar los ingredientes, puede que su plan no haya salido como quería pero al menos puede pasar tiempo con su padre, es un buen consuelo pensó.

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Asi que aqui el capitulo, es mas que nada de relleno pero también muestra como Leria y Severus se van acercando mas y van actuando inconscientemente como una familia, rota pero una familia al fin y al cabo.


La Hija De SnapeWhere stories live. Discover now