La Hija De Snape

Capitulo dos: Lluvia

Hoy era un día lluvioso y son los días que más odia, tiene demasiados malos recuerdos relacionados con esos días. Lo que le alegra un poco el día es que su padre le dijo, aunque eso sonó más como una orden que empacara las cosas necesarias para un mes que a las 10 vendrá por ella y la llevará a Hogwarts, para pasar un mes juntos en el castillo.

A veces en ocasiones muy raras su padre la llevara a Hogwarts para disque asegurarse que su aprendizaje en casa este yendo bien y que no tenga problemas, ya que el le dara libros para que estudie la teoría de las materias que hay en Hogwarts, la única materia que era teórica y práctica son las pociones, en la que su padre le hará de tutor privado para que cuando vaya a Hogwarts sea la mejor alumna de su generación. Pero irónicamente cada vez que va a Hogwarts con su padre no la hace estudiar o que prepare pociones, solo la deja en su oficina y la haga lo que quiera siempre y cuando no rompa nada y no haga mucho ruido, porque si algo odia más Severus Snape que los estudiantes incompetentes especialmente si son de Gryffindor ya que estos valen por 2, es el ruido. Leria tiene la teoría que es la forma que tiene su padre de compartir tiempo con ella todavía no tiene pruebas pero las conseguirá es cuestión de tiempo.

Pero volviendo a la lluvia y el odio que Leria le tiene a esta, en su primera vida ella amaba los días de lluvia tal vez por eso hizo que su desagrado por la lluvia sea más grande ya que le hace recordar su primera vida, y si se agregan las demás experiencias que ha tenido con los días lluviosos crea el resultado de su ferviente odio hacia la lluvia misma.

Leria estaba muy concentrada viendo la lluvia que caía a través de la ventana hasta que escuchó el crepitar de la chimenea seguido de una luz verde que muestra que se han usado los polvos flu, se dio la vuelta y vio a su padre parado enfrente de la chimenea sacudiendo su ropa. Cuando se quitó todo el hollín de su ropa Severus dirigió su mirada hacia su hija y con una voz neutra y sin emociones dijo. -tus cosas...-

-ah, voy- dijo la niña gira su cabeza para ver una última vez la lluvia y en sus ojos se acumulan un sin fin de emociones para después caminar rumbo a su habitación, una vez ahí recoge su baúl que tiene todo lo que va a necesitar en su pequeña estadía de un mes en Hogwarts, con baúl en mano baja las escaleras hasta llegar donde se encuentra su padre. -Aquí están- dijo para entregar su baúl, su padre solo lo miró un momento antes de sacar su varita y encantar su baúl, haciéndolo más pequeño y liviano, guardando su encogido baúl en el bolsillo de su túnica.

una vez con el baul de su hija en su bolsillo se encamino hacia la chimenea, recogió un pequeño jarrón que en su interior tiene un polvo de color verde, los polvos flu son los que los ayudaran a ir su oficina en Hogwarts. con el jarrón en la mano se giró para ver a su hija y darle una mirada seria. -Recuerda decir alto y claro tu destino, no quiero que vuelvas a perderte- dijo en un gruñido molesto hacia el recuerdo de la vez que Leria se perdió en la red flu y entró en pánico intentando saber en donde termino y le tocó acudir a Dumbledore para que le ayude a encontrarla y después de unas agonizantes 4 horas de búsqueda la encontraron. agarró un puñado de polvo flu en su mano y le paso el jarrón a Leria para que recoja su puñado de polvo en su mano antes de dirigirse a la chimenea y dejar el jarrón encima de esta y con dos pasos hacia atrás y tiró el polvo en la chimenea y el fuego se volvió de un color verde brillante y dijo con una voz clara y firme. -Oficina Severus Snape, Hogwarts- para caminar hacia la chimenea y ser absorbido por las llamas y ser llevado a su oficina.

Leria vio a su padre ser absorbido por las llamas verdes, después de un momento las llamas verdes volvieron a su color normal, con un suspiro la niña caminó hacia la chimenea y tiró el polvo que había en su mano al fuego y con una voz clara dijo su destino. -Oficina Severus Snape, Hogwarts- dijo la niña para adentrarse a las llamas que se volvieron verdes y fue llevada hacia su destino. al salir de la chimenea observo la oficina de su padre en el castillo y puede decir que sigue igual a de como la recordaba, los mismos tonos negros y deprimentes y los mismos espécimenes de dudosa procedencia que tiene su padre, en medio de la habitación esta su padre viéndola y aunque su cara sigue igual de seria pudo ver un poco de alivio al ver que no se perdió esta vez.

-Veo que lograste llegar sin ningún problema, por lo menos ahora sé que mi hija no es tan tonta para perderse por la red flu- dijo mientras habla en su tono sarcástico y condescendiente que siempre usa para irritar a Leria, ya que descubrió que ella odia que le hablen en un tono condescendiente, pero a ella le da igual su tono sarcástico porque ella también suele usarlo. -Ya deje tus cosas en tu habitación creo que sabes cómo llegar ¿verdad?-

-si- dijo ella medio irritada para empezar a caminar hacia la puerta que da hacia las habitaciones privadas de su padre una vez adentro observa la semi sala de estar y la pequeña cocina que tiene y las 2 puertas adjuntas una lleva hacia la habitación de su padre y la otra es la de su habitación, con una mirada ligera a su alrededor se acercó a la puerta de su habitación y entro y sigue igual a como lo dejo la ultima vez que estuvo ahí junto con la ''hermosa decoración'' que hizo su padre y no tuvo el corazón de decirle que no le gustaba porque vio al hombre normalmente inexpresivo estar orgulloso de su trabaja asi que decidió dejar la decoración, eso si le fue dando sus toques pequeños como los dibujos o fotos que ella pegó en las paredes para darle más color al lugar.

su habitación no es pequeña pero tampoco grande, es el tamaño perfecto para una niña, duda que sea adecuada para una adolescente o un adulto pero para algo esta la magia y si no recuerda mal hay un hechizo que puede agrandar un pequeño espacio, pero volviendo a la habitación, tiene una cama individual con corcel de un morado claro con pequeños toques de verde oscuro, una mesita de noche de madera de roble pintada de negro que si miras bien tiene unos corazones rosas pintados a sus costados, un armario alto en donde guarda su ropa cuando se queda y un que otro peleche que le miedo como esa muñeca terrorífica que le regalaron los Malfoy en navidad y que ella muy amablemente dejo en ese armario en un rincón muy oscuro en donde no la pueda ver, un escritorio junto con su mini estantería de libros que tiene para leer en su estadia aqui y a su derecha la puerta que da al baño.

Leria empieza a guardar sus cosas dejándolas en sus lugares correspondientes, una vez todo listo se debate qué hacer, su padre tiene clases y no estará hasta que sea la hora de la cena así que no se le ocurre una increíble pero también estupida idea, explorar el castillo y si bien a su padre no le gusta que ella esté vagando por ahí en el castillo sin su supervisión extenuante, puede que la castiguen pero es un precio que está dispuesta a pagar.

Y con los ánimos hasta el cielo y la determinación hasta las nubes salió de su habitación, llego a la semi sala de estar llegando a la puerta que la llevara a la oficina de su padre y desde ahí solo tendrá que abrir la otra puerta que da al pasillo de las mazmorras, si tiene planeada su ruta, y dicho y hecho siguió su plan para llegar a la puerta de salida y antes que pueda siquiera tomar la perilla de la puerta esta se abrió y mostró a su padre que le dio una mirada interrogante con un arqueamiento de cejas al verla ahí.

-¿a dónde vas?- le pregunto Severus a su hija que estaba enfrente de él.

-¿A explorar?- dijo pero sonó más como una pregunta.

-Ah sí, y ¿con el permiso de quien? si se puede saber- dijo Severus mientras se cruza de brazos y mira fijamente a su hija.

-¿con el mio?- y ahí supo que la rego pero bien bonito.

-Ve a tu habitación Leria- dijo Severus con un tono severo mirando a su hija y señalando la puerta que la llevara a su habitación.

-....si- dijo derrotada Leria dándose la vuelta y se acerca a la puerta que su padre está señalando y hace su recorrido hasta llegar a su habitación, una vez adentro se acerca a su cama y se deja caer en ella.

y así es como empezaron su estadía en Hogwarts, siendo castigada por su padre a quedarse en su habitación después del fracaso en el plan de exploración.

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