Capitulo 32

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(Fátima)

Sus labios, sus dulces labios hicieron contacto con los míos, aún no lo supero. Lo más increíble, es que fue mi primer beso, nunca en mi vida he experimentado todo este sentimiento, ni siquiera en mi vida mortal.

Cada vez que recuerdo ese beso, siento la sensación de aquel momento y mi corazón palpita. Estoy de cabeza en mi habitación pensando en ¿Cómo haré cuando la vuelva a ver?.

-¿Qué te pasa? -Pregunta Catalina asombrada en el marco de mi puerta. -Pareces que estás en un pensamiento lejano.

-Fátima: Siento que estoy en un dilema.

-Catalina: ¿Quieres hablarlo? -Tal vez necesito desahogarme.

-Fátima: Si -Vuelvo a tener los pies en el suelo.

Me siento en mi ataud, Catalina coloca la silla de mi escritorio al lado del ataud tomando asiento. Simulamos que estamos en un consultorio psicológico.

-Catalina: Ahora si, suéltalo.

-Fátima: A ver ¿Cómo comienzo? Durante este tiempo, tengo sentimientos amorosos hacía Jane. Cuando la vi por primera vez, pensé que solo era una chica superficial, pero después pude ver otro lado de ella que me impresiono. Ella es una bella chica, no solo su físico sino por cualidades.

-Catalina: Osea, que en simples palabras, estás enamorada.

-Fátima: Si, y después de la cita, nos besamos. -Catalina jadea de sorpresa. -Dos veces.

-Catalina: ¡QUE! -Por su grito, aparece Roberta preocupada.

-Roberta: ¿Qué pasó? -Pregunta con mayor curiosidad.

-Catalina: Fátima y la porrista pelirroja se besaron... -Roberta queda anonadada.

-Roberta: ¿Cómo? ¿Cuando?

Les cuento todo con detalle de lo que pasó.

-Roberta: Pues, es obvio que le gustas.

-Catalina: Rob tiene razón, y si no lo comprendes, ve a ella y aclararon. No se dejen con la incertidumbre.

-Fátima: Tienen razón, es hora de aclarar todo eso. Mejor le escribo para verla.

-Roberta: Eso Fátima, te apoyamos.

Envío el mensaje a Jane preguntando si está en casa, que necesitamos hablar en persona. Ella responde que si. Al partir, me pongo un vestido gris, una chaqueta negra y me dejo el cabello suelto. Antes de salir, me aplico bloqueador solar, me pongo mi sombrero negro y mis gafas oscuras. Hoy no hacen tanto sol, pero todo eso es por si acaso. Catalina y Roberta me desean suerte.

En el camino pienso en cómo declararme, estoy más que decidida. Pero que pasa si me rechaza, pues necesito una explicación de porqué me besó.

Estoy casi llegando a su vecindario, pero siento algo que me da escalofrío, mi intuición dice que alguien me está siguiendo. En las calles solo veo mortales en sus cosas normales. ¿Quién me sigue? ¿Será un vampiro o un ser sobrenatural?

Entro en un callejón, vigilando por todas partes disimuladamente. Espero poder despistarlo. Me escondo detrás de unos contenedores de basura y me hago invisible.

Salgo del callejón, y en unos metros se encuentra el ser que me seguía, es el mismo Nikolas Gibson, la última vez que me encontré con él no fue bueno, todo porque quiso atacar a Jane y a su amiga.

Él está con otras personas, un chico y una chica buscando algo o alguien. Decido irme, ya no quiero problemas.

En el trayecto a casa de Jane, seguía siendo invisible para que Nikolas y esos chicos no me siguieran y ni supieran la ubicación de Jane. No quiero que ella y su familia corran peligro.

Entre sangre y rosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora