Capítulo 30

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Cecilia

Jamás pensé volver a ser parte de este mundo pero saber que mis hijas y mi esposo estuvieron en tal peligro no pude pasarlo por alto. Desde que me avisaron comencé a mover mis hilos en la policía para ubicar a la hija de Jyun Lee. Este mundo sucio y corrupto me enseñó que aquí se paga ojo por ojo, nunca estuve de acuerdo con ello pero al sentir en carne viva que es casi perder a los que amas todo cambia.

-Cecilia - entre Gaby a la habitación - la encontramos.

-¿Se aseguraron que fuese ella? - pregunto.

-No solo eso - dice Albert - también trajimos al heredero de su imperio.

-Su hija es la encargada del tráfico de mujeres, ella tiene que ser la sucesora.

-Como su cultura es machista - dice Gaby - el sucesor tiene que ser un hombre.

-Manfred tiene un nieto - suelta de golpe Albert.

-Juyn Lee comprometió a su hija con el nieto de Manfred - completo yo.

-Exacto - dicen ambos sonrientes - los trajimos a todos.

Siento la mirada de mi esposo sobre todos nosotros y es cuando me doy cuenta que ya ha despertado. Gaby voltea a ver a Robert y se lanza a abrazarlo sacándole un quejido, me giró a verlo y este me ve fijamente.

-Cuanto te extrañe - dice Gaby.

-Gaby - dice Robert con dolor - me lastimas.

-Perdón, perdón - dice levantándose.

-¿Qué es lo que harán? - pregunta Robert firmemente.

-¿Cómo que qué? - dice Gaby - vamos a ponerle un alto a esto, te parece poco que casi los matan a todos.

-¿Gracias a quién? - pregunto fuertemente.

-Yo no sabía que ella no iba a ir, ella no dijo nada.

-¿Por qué no me lo dijiste a mí? - refuta molesto Robert.

-Robert, es mi jefa por Dios - dice Gaby exasperada.

-A ver, a ver, a ver - dice Albert - lo que no entiendo es ¿Por qué Lissa no iba a participar?

-porque está embarazada - digo de golpe.

-¡¿qué?! - gritan los dos al mismo tiempo.

Robert me da una mirada de desaprobación mientras Gaby y Albert tienen una cara inexplicable. Se ven fijamente y los ojos de Gaby se llenan de culpa al saber que expuso a Lissa de manera tan peligrosa, Robert quiere decir palabra pero le doy una mirada fija.

-Y-o - comienza a tartamudear Gaby - y-o.

-Preparen todo para esta noche, llamen al chef y digan que hagan lo que pedí. Que la cena se acompañe con un vino Castillo Ygay y que preparen mi traje blanco con mi corona verde. Retírense.

- Como ordene - dicen ambos al mismo tiempo yéndose de la habitación dejándonos solos a Robert y a mí.

-Pensé que te habías retirado de la mafia porque no te gustaba este estilo de vida y ahora te convertiste en una captora de unos niños inocentes.

-Pensé que te habías metido a la mafia para proteger a tus hijas y no para que un par de desalmado le metiera cuatro disparos a una y tratara de asesinar a la otra - refuto.

-no trates de comparar las cosas Cecilia que no son lo mismo. Yo he tratado de hacer mi trabajo y trata de lidiar con una niña que tiene una corona en la cabeza a ver cómo te resulta.

SIETE SEGUNDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora