¡¿α Lαη ωαηgנι le gυѕтα мιαηмιαη?! ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿ

Capítulo 7: El perro de un artista marcial

Escrito por kat8cha

Traducido por peoniesforLan

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—¡Oh! ¡Lan WangJi! —ondeó su mano mientras sostenía el té con leche extra. Para no derramarse, se tomó casi toda su bebida, y lo hizo tan rápido que por poco se ahogaba—¡Qué coincidencia!

Lan WangJi parpadeó, miró el vaso en su mano, y luego volvió a mirarlo con un fruncimiento entre sus cejas. Su piel estaba sudada y sus mejillas estaban rosadas por el ejercicio.

—¡Jajaja! Como verás, mi orden- —Wei WuXian colocó el té con leche en la barra más cercana a Lan WangJi—Confundieron mi pedido, así que me terminaron dando dos, y te ves sediento así que...

Lan WangJi frunció el ceño. El vaso tenía un dibujito de corazoncitos rosa y dos figuras de palito a punto de darse un beso. Wei WuXian se puso rojo.

—Soy intolerante a la lactosa.

Lan WangJi tomó el vaso y se lo entregó a Wei WuXian, quien lo agarró automáticamente ya que su mente se puso en blanco.

Pues claro, ¿por qué no consideró eso? ¡Demonios! ¡Debió haber preguntado! Pues claro que Lan WangJi sería intolerante a la lactosa. Ay, Wei WuXian y su mala suerte.

Wei WuXian siguió balbuceando cosas sin sentidos ya que su mente aún no registraba nada—¡Por supuesto! Entiendo, también ofrecen té de frutas, podría comprarte uno si quieres ¿No? Oh, tengo que- yo también estoy trotando... ehm, ¡le daré esto a mi hermana entonces!

Sus pies se movieron solos, por lo que Wei WuXian se alejó de ahí y de los hermanos tan rápido como pudo.

—¿Quieres que te compre té, WangJi? —escuchó a Lan XiChen preguntándole a Lan WangJi, quien dijo que no.

Sintiéndose irritado consigo mismo, Wei WuXian se tomó lo que le quedaba de su bebida y miró mal el segundo vaso. Al menos ahora tenía una mano libre para agarrar la botella de agua que tenía amarrada en su correa. Él obviamente tenía sed por el ejercicio, no porque se sentía avergonzado.

—Te lo mereces —una voz molesta habló, ocasionando que Wei WuXian se asustara.

Primero Jin ZiXuan, y ¿ahora Jiang Cheng? Cualquiera diría que había una reunión familiar.

Jiang Cheng se veía más molesto desde la última vez que lo vio, lo cual era mucho decir.

—¿Jiang Cheng? ¿Qué haces aquí?

Wei WuXian se distrajo y, sintiéndose irritado y con calor, abrió la tapa de su botella de agua y derramó lo que quedaba sobre su cabeza.

...ah.

—¡Mierda! —dijo él, mirando los senos que salían de su pecho.

Mierda.

Poco a poco estaba acostumbrándose a la maldición que tenía, pero ¡era difícil! El agua fría siempre estaba presente, y Wei WuXian no podía hacer nada al respecto. Wei WuXian no podía lavarse la cara sin tomarse el riesgo de convertirse en chica. No podía nadar con los demás, y la maldición siempre se activaba cada vez que llovía o cada vez que le salpicaban un líquido frío. Y ni hablar de lavar los platos. No había ningún problema si el agua estaba caliente, pero si el agua terminaba enfriándose, inevitablemente se transformaría en una mujer.

Wei WuXian se reprendió a sí mismo mientras apretaba las cuerdas de sus pantalones alrededor de su pequeña cintura. Los senos eran la peor parte, pues eran tan grandes que su camisa le apretaba. También le incomodaba cada vez que sus pezones se frotaban con la tela de la camisa. Además, los senos rebotaban mucho si se movía demasiado, y eso lo irritaba más. ¡Era lo peor!