─ ★ TWO, the cabin

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★̶̲ ⪧ la cabaña
• ❪ capitulo dos ! ❫ ✈︎

★̶̲ ⪧ la cabaña• ❪ capitulo dos ! ❫ ✈︎

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ESTABA EN EL PASILLO. El mismo de siempre. En donde siempre ocurrió algo que luego parecía haber sido un sueño. Estaba acostumbrada y sabía hacia donde ir.

Circe arrugó las cejas, había algo distinto. El patio trasero del instituto estaba demasiado silencioso y eso no ocurría muy a menudo, a menos que...

─ Señorita Jackson ─ la rubia se volteó rápidamente y se encontró a la Sra Lenning, su profesora de álgebra, detrás de ella ─ No debería estar aquí.

─ Yo... lo siento no-no sé ─ respondió mirándola fijamente, sintiendo algo extraño con solo mirarla.

Hasta que observó su manga, donde debajo de la camisa negra tenía algo de otra tela roja. Era lo mismo que había visto en todas las imágenes rápidas que pasaron por su mente antes de desmayarse hace unas horas.

Circe levantó la cabeza hacia Lenning y esta la miró fijamente con una ceja alzada. La rubia tragó con fuerza antes de caminar hacia ella con la intención del salir del patio.

─ No te hagas la tonta ─ habló la mujer una vez que ella la pasó, se quedó en su lugar sin voltear y sintiendo su presencia detrás suyo ─ Me viste venir.

La voz pareció cambiarle y un sonido extraño vino detrás de eso. Circe, con temor de voltearse, se quedó dónde estaba hasta que la profesora se acercó a ella.

Pero lo que vió ya no era así, ya no era la Sra Lenning. Parecía un monstruo o cosa extraña que Circe no le encontraba sentido y su labio tembló. Porque esto no era una pesadilla, esto era real y se encontraba sola.

─ Sabes dónde está, ¿no es así? ─ la mujer ya sin aspecto a persona comenzó a acercarse con fuerza causando que Circe retrocediera.

─ No sé de qué estás hablando.

─ ¿Quien de los dos lo tomó? ─ grito causando un chillido y la rubia de cayó de espaldas al suelo sin dejar de retroceder ─ ¿Lo escondió él o fuiste tú?

─ ¿Quien? ─ lloró Circe sin poder seguir retrocediendo, dejando que Lenning se colocara encima de ella y cara a cara, pero cerró los ojos con fuerza evitando mirarla.

─ No eres tan valiente media sangre.

Antes de que la atacara con sus garras, un grito se escuchó desde el otro lado del patio, causando que la antigua Sra Lenning mirase hacia la dirección del grito. Circe también volteó la cabeza y vió venir corriendo a Leslie.

Por primera vez se alegró tanto de verla.

Observó lo que tenía en sus manos, que parecía un látigo y a la vez en su otra mano un cuchillo dorado. Leslie tiro el látigo que pasó frente al rostro de Circe y esta vió cómo se enredaba en el cuerpo del monstruo antes de desaparecer rápidamente como polvo.

THE GREAT WAR, luke castellanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora