3

160 17 3
                                    

– ¿Qué...? Pero... N.. no entiendo de qué hablas _____-chan..

– Sé la verdad de todas las muertes, Osana, Saki, Kokona, Sumire, Asu, Kizana lo sé todo, sé quien es la asesina.

Budo se quedó en silencio mirando el piso ocultando su rostro, y aguantando sus lágrimas.

– Masuta, no tienes que arrepentirte de nada... quizá lo dije de una manera un poco brusca, ¿No?

– Lo siento... Osana... Ella era tu amiga y yo.. ¡Soy un monstruo! – Se levantó de su cama y golpeó un mueble con su puño.

– ¡Budo! – Te levantaste y lo alejaste del mueble haciendo que cayera en el piso a voluntad propia, llorando como si nunca antes lo hubiera hecho.

– ¡____-chan! Perdón por favor... –Te sentaste a su lado en el piso y él te abrazó, a lo que tú correspondiste.

– Está bien Budo-senpai, yo entiendo la razón, aunque me duele... Yo te entiendo. – Tocaste su cabello, aprovechando la oportunidad de estar a su lado.

– Yo no quería.. yo.. – Sus lágrimas aumentaron, haciendo que sollozara.

– Tranquilo Budo, tranquilo.. – Empezaste a acariciar su pelo.

De pronto Budo se durmió, como pudiste lo dejaste en su cama, dispuesta a irte, Budo despertó de golpe.

– _____-chan... No.. no te vayas por favor...

– Pero Budo..

– Por favor.

– Bien, pero debes hablar con tu Abuelo y yo con mi padre, ¿Bien?

– Mi Abuelo no estará mañana, puedes quedarte sin problema, ha de estar durmiendo...

– Está bien, pero le diré a mi padre.

Sacaste tu teléfono y le escribiste a tu padre el cual aceptó que te quedaras en casa de Budo esa noche.

– Li.. listo.

Budo te hizo un espacio a su lado, quedando tú a la pared y el a la orilla.

Te acostaste a su lado cuidadosamente, y al acabar de hacerlo él te abrazó ocultando su rostro en tu pelo haciéndote poner nerviosa.

– Budo... Creo que...

Escuchaste unos ronquidos lo cual te hizo sonreir. Sin más, intentaste dormir pero se te hizo imposible por un momento, no querías separarte de Budo pero tenías mucho calor e intentaste alejarlo un poco de ti, pero no podías ya que estabas pegada a la pared.

– Budo, ¿Puedes... correrte un... poco?
No puede ser... me duele el enganche de la falda... Moriré acá.

–______... – Moribundo se sentó en la cama.

– Budo...

– Tengo hambre, vamos a la cocina, tú tampoco haz comido nada desde la tarde.

– Está bien... – Viste la hora y eran las 12:30 de la noche.

Fueron a la cocina silenciosa y sigilosamente para no despertar al abuelo de Budo.

– Bien, puedo preparar un poco de ramen, también hay pastel de frambuesa y para beber hay jugo de naranja y frutilla.

– Lo que tú quieras está bien Budo-senpai.

– ¿Te parece un pedazo de pastel? Tú puedes elegir el sabor del jugo.

– Me parece perfecto, y me gusta el jugo de frutilla.

– Bien, comeremos lo mismo entonces. Toma asiento por favor, enseguida llevo los platos.

Asentiste y le hiciste caso.

– Oye _____, ¿Puedo hacerte una pregunta?

– Claro Budo-senpai.

– ¿Nunca haz llegado a sentir nada por Taro?

– No, nunca he sentido siquiera un poco de cariño hacia él... A veces me incómoda.

– ¿Porqué nunca se lo has dicho?

– Porque no quiero hacerle sentir mal, al igual que me pasa con Sho, solo que a él lo conozco desde pequeños.

– Y, ¿Qué hay de Sho?

– Sho es un buen amigo pero no me gusta.

– Él gusta de ti. ¿No le darías una oportunidad?

– No lo sé, nos distanciamos hace años como para decir si podría darle una oportunidad, en algún momento sentía cosas por él gracias a sus detalles pero nunca he podido verlo como algo más.

– Comprendo, entonces solo hay que esperar a la persona correcta. Y Taro, bueno, no es un mal chico pero si es pegajoso, no sé si le gustes pero lo más seguro es que sí, conociéndolo.

– Eso... Por favor no hables con Ayano sobre eso, no quiero tener nada que ver con Taro.

– Tranquila, yo no diré nada. Pero quizá...

– ¿Info-chan te preocupa?

– ¿Ah? — parecía sorprendido — Si, pero ¿Como la conoces?

– Trabajaba con ella antes, eramos mejores amigas y teníamos un gran afecto hasta que decidió ayudar a Aishi... Me alejé de ella y hasta hoy en la academia me habló para arreglar las cosas.

– ¿Eras una asesina?

– No, solo la ayudaba a eliminar pacíficamente a las personas que no le agradaban y ella me daba recompensas. Pero desde que tengo memoria somos amigas.

– No me lo esperaba... Ahora comprendo el porqué antes se te veía tan apresurada y misteriosa por los pasillos.

– ¡Jaja! Si, eres muy atento Budo-senpai.

– Solo son reflejos. —Me dio una leve sonrisa.

– ¿Tú estás enamorado de Aishi?

– Creo estarlo, digo, desde el año pasado la veo, la veía caminar por los pasillos y la espiaba, pensé que me gustaba y aunque creo que si llegué a enamorarme de ella ya no estoy seguro. Pero le tengo un inmenso cariño y no quiero alejarme de ella porque a pesar de su seriedad es una buena amiga.

– Quisiera poder conocerla... Pero ella no me lo permite.

– Creo que será mejor dejarla por un tiempo, y de alguna manera deshacernos de Yamada para que ellos dos estén juntos finalmente.

– Si... Me parece una buena idea.

– Yo te ayudaré _____-chan. ¡Verás que estaremos a salvo y no tendrás que temer!

– Me gusta la idea de trabajar contigo Budo-senpai.

– Mañana podríamos ir a ver a Info-chan y preguntarle si sabe algo sobre Taro.

– Mmm, ahora que lo recuerdo, me comentó que Taro está interesado en mi, que no le gusto como tal pero que sus expectativas habían bajado al momento en el que lo rechacé como tutor.

– Ya veo, pensaré en qué podemos hacer...

– Quizá pueda faltar unos días a la academia y tú puedes acercar a Ayano a Yamada y así se pueden ir conociendo.

– Es una buena idea pero no me gusta la otra idea de que tengas que perder clases. Tal vez podemos estar tú y yo más tiempo juntos y así confundir a Taro, finalmente se cansará de perseguirte y Ayano tendrá su oportunidad.

– Bien, pero creo que hay mejores opciones, mañana iremos con Info-chan y hablaremos con ella.

– Si, creo que es lo mejor para no cometer algún error.

Terminaron de comer y se fueron a dormir, juntos nuevamente.

¡Mírame! ¦ Budo Masuta X Lectora Where stories live. Discover now